domingo, julio 21, 2024

Mis emociones, me pasan o yo las produzco

Mi hijo me saca de quicio; lo mismo mi marido. Cuando paro en el semáforo viene el tipo y planta su esponja jabonosa en mi vidrio y me pregunta ¿se lo limpio? no sabes cuánto me saca de quicio …

Es mi hijo, mi marido y el limpia vidrio, que jalan de mis emociones y me echan a perder el día, o soy yo quien está haciendo todo eso ?

La alteración de mi estado emocional es un hecho; lo vivo como que me pasara.
Pero que tal si interpreto este fenómeno como que soy yo el que frente a cada uno de esos estímulos, activa ese rash emocional.
Por qué ? para qué ? Porque se interponen en mi ir por la vida, interrumpiendo mi calma y fluir hacia mis objetivos. Qué se han creído interrumpirme a mi !

Esto huele a arrogancia, soberbia y una buena dosis de ego.
Y este personaje instalado en mi ser hace todo esto culpando al empedrado, a mi hijo, marido o limpiavidrios.
Qué tal si me meto en esta dinámica y me hago cargo de que ni mi hijo, ni mi marido, ni el limpiavidrios tienen tanto poder para movilizar mis emociones de esa manera; soy yo el que lo hace.

Y me hago responsable de mis emociones.
Entonces puedo gestionarlas y dejar de ser manipulado por ellas.
En el momento que siento que la emoción emerge, digo, un momentito ¿quiero ir por ahí emocionalmente o no? No? entonces la detengo, la .. reprimo ?
No, al que reprimo es a mi ego, a que tenga el control.
Es una lucha entre dos entidades; el yo y el ego.

Sospecho que de prosperar esta interpretación y esta intervención en mi operar, sufro una transformación no menor de desbancamiento del ego y toma del poder por mi yo profundo.
Estamos frente a un claro proceso de desarrollo personal.

Si lo que estoy haciendo es reprimir emociones, esa energía queda en alguna parte al interior de mi cuerpo y puede causar daños, lesiones, uso de energía debilitante, incluso enfermedades.

Qué dices ?

6 comentarios:

  1. Qué buen tema Gabriel!

    A mi entender podemos identificarnos con nuestras emociones tal como nos identificamos con nuestros pensamientos. Podemos ser "tomados" por nuestras emociones a no ser de que tengamos la perspectiva suficiente para tomar distancia y
    elegir una opción distinta.... pero esto no es un acto que dependa de nuestra voluntad. Esto es un acto que requiere que efectivamente podamos experimentar nuestra vida desde un lugar distinto al que se identifica con los pensamientos o con las emociones, a esto se refiere el budismo con experimentar nuestra vida desde "el observador". El observador puede ver los pensamientos pasar y la energía de las emociones circular y porque sabe que él es el "yo profundo" como dices tu :)

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    1. Claro, nos podemos identificar con nuestras emociones y pensamientos, y ese sería un nivel de conciencia. Si experimento mis pensamientos como cosas que tengo y que podría abandonar a voluntad, puedo dialogar sin acabronarme en un civilizado diálogo. Puedo abordar las emociones de la misma forma ? Osea, cuando asoman la nariz puedo decirles, eso no soy yo, es una emoción que me brota y decido no darles curso. Creo que eso es posible, de hecho.

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    2. Anónimo7:11 a.m.

      Pienso que si se puede. Pensamientos y emociones pueden ser canalizadas por el observador. Sin embargo requiere entrenamiento, no es cosa de proponérselo y ya está. Requiere de un trabajo, de una disciplina, constancia, para empoderar al observador o “yo profundo”. Es una pega larga, en el contexto socio cultural económico que nos movemos, este entrenamiento es cada vez más difícil. Todo es líquido, inmediato, rápido, corto plazo y el observador no opera así.
      Un estado de consciencia superior en donde el observador esté al mando y no el ego, requiere mucho trabajo personal.

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  2. Anónimo8:11 a.m.

    Las emociones no existen. La alegría y el enojo son etiquetas que representan una cierta configuración de nuestro cuerpo, como la de un caleidoscopio. Que te parece eso?

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    1. Experimentamos cosas que llamamos emociones que nombramos con palabras que nunca describen el fenómeno mismo; pero es la forma en que nos comunicamos los humanos.

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  3. LAS MORADAS DESDE LAS QUE MIRAMOS
    En el camino para intentar comprender-nos, encuentro de utilidad la metáfora de la “multiplicidad del self”. Seriamos como una comunidad de vecinos (creencias, emociones, sueños, pensamientos…), cada cual con su historia, sus reglas internas, y su modo peculiar de relacionarse con el vecindario que le rodea y del que forma parte, pero siempre al servicio del vivir como el organismo biológico global que somos. Nos ha tocado en suerte además. la misteriosa cualidad autorreflexiva que permite “darnos cuenta” y abrir un mundo de posibilidades en las interacciones de cada comunidad de vecinos y con las otras comunidades, vivas o no, de todo el planeta.
    Muchas gracias por tus reflexiones y sugerencias Gabriel!

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