
Esa disposición a creer y estar convencido que alguien vendría a sacarlos de ese infierno, y nada de eso pasó día tras día. Después de dos meses tuvieron que tomar acción y salir a buscarse ellos mismos la salida. Cuantas veces estamos esperando que alguien, algo venga y nos saque de tal o cual problema. No, nadie vino y tuvieron que atravesar barreras casi increibles para finalmente llegar donde un simple arriero, que en su sagrada sencillez, terminó siendo el brazo salvador.
Canessa me llegó potente y sencillo a la vez; me llegó integro. Pensé que a pesar que estaba ahí pagado y probablemente bien pagado, lo hacía desde un lado desde donde algo internamente lo impulsaba a compartir la maravilla de estar vivos, la maravilla de vivir la vida con todo, con alegría y generosidad, incluso con los mas humildes que muchas veces terminan siendo un eslabón mágico y fundamental.
Se abrió un espacio de preguntas, que fueron muchas; y dió espacio a sentir la conexión que se había producido entre Roberto Canessa y cada uno de los presentes.