sábado, septiembre 28, 2024

Libro La justificación de la empresa y el nuevo Capitalismo de Eugenio Tironi

Qué buen libro este de Eugenio Tironi. Mira a la empresa que viene, que de hecho la actual se encuentra en completa transformación y el Capitalismo, que una y otra vez se adapta a las nuevas circunstancias y sobrevive.

Lo que ya feneció es la empresa ideada por Milton Friedman desde su sede en Chicago. Esa concepción de la empresa en que su único propósito era maximizar la utilidad para los accionistas.
Un mundo gobernado por un mercado sin moral, más qué por la competencia y la sobrevivencia del más apto.

El famoso bottom line de los balances, que era la utilidad o pérdida, era todo lo que se miraba.
Hoy se habla del triple bottom line, donde aparte de la variable financiera, está la variable social y la ambiental.

La empresa que viene debe abrazar un propósito, que Eugenio Tironi llama una justificación, de porqué y para qué existe la empresa.
Esta justificación no sale de sus filas, de su interior, si no que del mundo exterior, de la cultura vigente, de las modas incluso.
Esta justificación apela a valores, a atributos de grandeza, vigentes en la sociedad donde opera.

Las fuentes a que refiere Eugenio Tironi, distinguen siete tipos de culturas o justificaciones posibles, que llama “ciudades”:

  • Ciudad de la Inspiración; donde lo valioso es la pasión, el cambio, la originalidad
  • Ciudad de la Familia; donde lo valioso es la tradición, la nobleza, la permanencia
  • Ciudad de la Fama; donde lo valioso es la opinión de los demás, el renombre y la celebridad alcanzadas
  • Ciudad del Comercio; donde lo valioso es el número de transacciones y su precio
  • Ciudad de la Industria; donde lo valioso es la organización y la eficiencia
  • Ciudad Cívica o del Ciudadano; donde lo valioso es la contribución al bien común
  • Ciudad por Proyectos; donde lo valioso son las redes y las conexiones de cada individuo.

Cada empresa deberá decidir cuál es su ciudad o valores a los que se compromete, cual es su principal ciudad. En el entendido que las diferentes áreas de la empresa puedan regirse por ciudades diferentes.
La empresa ha de entender que dichos valores de la ciudad que suscribe, serán desafiados, cuestionados por personas o entidades externas, a las que deberán atender y responder con pruebas fehacientes de que sí cumplen los valores declarados.

El capitalismo que esta concepción refleja será un nuevo capitalismo, con la característica que sus críticos serán su principal fuente de inspiración para transformaciones subsecuentes.

Me impresiona en particular la Economía del Enriquecimiento, donde a partir de las ciudades de los Proyectos y de la Inspiración, con el desarrollo interno de las personas, se hace posible enriquecer los objetos de la economía, incorporándoles más información y cultura, para que dejen de ser solo objetos. 
En ese momento llamé a mi amigo Caco Salazar y le dije: visualizo tus cuadros en la próxima exposición, con un código QR adjunto, que con el celular las personas acceden a un link que los lleva a un video tuyo hablando de la obra, de porqué y en que contexto la hiciste y que querías decir o expresar a través de ella. Acogió la idea el Caco, pero no sé si la implementará.

Termina Eugenio Tironi listando principios de esta nueva empresa y nuevo capitalismo, que proponen para una futura Constitución.
Una propuesta que los interesados en estos temas deberían leer.

lunes, septiembre 23, 2024

Libro El arte y la ciencia de no hacer nada de Andrew J. Smart

Andrew J. Smart es un neurocientífico interesado en el comportamiento humano. Ha descubierto que cuando no estamos haciendo nada, cuando estamos ociosos, el cerebro entra en resonancia comunicada entre distintos centros de alta concentración neuronal del cerebro y en máxima actividad.

Esta red de cinco centros neuronales que se activan y sintonizan cuando el cerebro está en modo por defecto, son la corteza prefrontal medial, la corteza cingulada posterior, la corteza parietal inferior, el hipocampo y los lóbulos temporales laterales.

Venimos convencidos que lo mejor es llenar nuestro día de actividades una detrás de la otra, organizadas en apretadas agendas, optimizadas con herramientas de manejo de tiempo. De esta forma maximizamos nuestra productividad, con ello nuestro retorno, riqueza y bienestar.

Que tal si ello utiliza nuestro cerebro mínimamente, localizadamente, sin dejar tiempo a que el cerebro organice la información en contexto y en el tiempo.
Incluso podemos decir que esta actividad en reposo del cerebro se desconoce, pues las investigaciones se han hecho sobre actividades específicas y muy poco sobre tiempos de ocio.
Porque el cerebro se activa tanto en modo ocio humano y qué está haciendo en detalle, es tema de investigaciones actuales.

Incluso se ha descubierto que el cerebro genera un ruido interior que es fundamental para que opere correctamente.
Se han hecho investigaciones con niños con déficit atencional e hiperactividad (TDAH), en que si se pone ruido ambiental hasta un cierto límite, favorece su concentración.

Venimos como civilización tratando de optimizar y maximizar la productividad de las empresas, aplicando metodologías como Six Sigma, que en vista de los descubrimientos actuales de cómo funciona el cerebro, no hacen sino deteriorar la capacidad creativa de estas.
Y no solo eso, cuando reducimos al máximo el tiempo de ocio y maximizamos el trabajo útil minuto a minuto, arriesgamos colapsos cerebrales de no menor envergadura.

Este libro me hace valorar el tiempo de ocio posterior a cualquier experiencia, tiempo que el cerebro usa para calibrar, ponderar y darle sentido y perspectiva a todo lo que hacemos.
Pareciera ser que el tiempo de ocio es de las mejores cosas que podemos hacer y es cuando el cerebro está sorprendentemente a su máxima capacidad.

Termina Andrew J. Smart diciendo que si valoramos como deberíamos los tiempos de ocio, el crecimiento infinito de la economía debiera morir por muerte natural.
Una voltereta paradigmática digna de hacernos reflexionar.

viernes, septiembre 13, 2024

Libro La persona y su crecimiento, obra colectiva del PRH

Este es un verdadero manual de la psicopedagogía del PRH (Personalidad y Relaciones Humanas). Un libro de cabecera, para ser leído muchas veces; así me pareció.

El PRH es una pedagogía del crecimiento de la persona adulta. Tiene una concepción muy positiva del hombre y de la sustancia de la que está hecho.
De lo que se trata todo es de que el ser profundo pueda ser. De eso se trata el proceso de desarrollo de los niños, de nuestros hijos.

Muy significativo es la representación que hacen de la estructura de cualquier persona.
A la base y en lo profundo está el Ser. Tiene aspectos aún no emergidos, aspectos que conforman las “rocas del ser”, que son nuestras certezas y tiene una energía dinámica que impulsa al ser a ser.
Arriba, en la cabeza está el yo cerebral, que sería nuestra racionalidad, nuestra imaginación, nuestra voluntad. Muchos se identifican con esta parte, pero hierran.
Por otra parte está el cuerpo, la sensibilidad, que viene de los sentidos y de la irradiación del ser profundo.
Y a la base, como un emergente del ser, está la conciencia profunda.

Muy importante es el medio ambiente y las relaciones que el niño tiene en su proceso de crecimiento. De ello depende cuán propicio sea que el niño conecte con su verdadero ser y le vaya dando espacio a emerger.
Si esto no ocurre, si tiene interferencias, bloqueos, se producen vacíos y experiencias de no-ser, sino de representaciones impuestas, falseadas.
Un tema será sanarse de estas heridas del desarrollo. Serán muy importantes si ya adulto se quiere retomar el proceso de crecimiento, que es la razón de ser de nuestra vida. Crecer, ser quien de verdad vivimos a ser.

La psicopedagogía PRH la creó el francés André Rochais, que nació el año 1921 y murió en 1990. El año 1970 crea el organismo PRH que tiene sobre 300 formadores en unos 40 países.
Todo comienza con el curso Quién soy yo, al que alguna vez asistí, junto a unos 12 compañeros, en una rica casa patronal en las afueras de Santiago. Recuerdo haber pasado ahí dos o tres noches con sus días completos.
Esta pedagogía, que no es una psicoterapia, pone el centro de su labor en acompañar a las personas adultas en su procesos de crecimiento, que consiste en ser quien uno es. Por eso Quien soy yo, saberlo, es central.

Me llamó la atención que en esta estructura de la persona, en el núcleo mismo de su estructura, justo encima de las rocas del ser, está la conciencia profunda, que para ellos es una instancia ético moral, que es capaz de juzgar qué está bien y qué está mal, basada en buena medida en conocimiento adquirido durante la vida.
La conciencia como yo la entiendo, tiene que ver con darse cuenta de que existo y está ubicada desde donde miro el mundo, con la que conecto centralmente en la meditación. Este concepto no está en el diseño del PRH.

Una dimensión que le preocupa mucho a PRH es la participación en grupos, siendo uno de ellos la empresa. Tienen un curso que se llama Vida en grupo, que atiende y hace buenos aportes a la humanización de la empresa.
Los grupos deben permitir que las personas puedan ser lo que vinieron a ser, algo que es muy personal y particular para cada uno.

Otro aspecto que atiende con mucha gravitancia el PRH es la vida en pareja y la crianza de los hijos, para lo qué tienen el ciclo de cursos Pareja y educación.
El capítulo que más me gustó de este libro fue el acerca del sentido de la Vida y lo que es una Persona en orden.
Esta pedagogía entrega una visión completa de lo que es la vida, para donde hay que ir y cual es es el trabajo permanente tanto de crecimiento, como de sanación de las heridas que hayamos adquirido en nuestro recorrido.

Un estupendo libro, muy didáctico, muy positivo, que uno debiera, aparte de tomar los cursos del PRH, manejar en su velador.

jueves, septiembre 05, 2024

Libro El fin de la autoestima de Vikrant Sentis

Vikrant Sentis es un profesional chileno de la psicoterapia que mira el fenómeno de la autoestima desde su amplia experiencia como sanador.
El título del libro ya es desconcertante.
Dirá que el yo no existe, que es una creación de la mente; el yo es un avatar. Lo amas ?

El amor es un fenómeno relacional, vinculante, dice. Puede alguien amarse a sí mismo, se pregunta Vikrant Sentis.
Más bien se trata de cómo te tratas.

Construimos nuestra valoración de nosotros mismos, desde como nuestros más cercanos, nuestros cuidadores en la primera infancia, nos trataron.
Seguimos construyéndola en cómo nuestros profesores nos calificaron y nos trataron.
Rematamos en como nuestros amigos y parejas nos veían y trataban.
Por eso ser excluido socialmente es tan devastador y hoy la ley Karin quiere atender ese dolor.

El mundo nos mostró cómo debíamos ser. Nos presentó ejemplos a imitar. La publicidad nos dio pistas a seguir.
En la medida que ese ideal se pareciera a quién o cómo aparecíamos, más felices seríamos.
Vikrant Sentis dice que todo esto es un desastre. Se refuerza con Claudio Naranjo que dice que nuestros colegios y universidades nos corrompen. Que este sistema está focalizado en el desarrollo de la producción económica y no en el bienestar de la población.
Cierra diciendo que la idea del éxito es el mayor desastre que ha sufrido la humanidad occidental.

Vikrant Sentis es chileno, ha escrito 10 libros y nunca lo había oído nombrar. Con razón, el mainstream debe querer quemarlo en la hoguera.

El anhelo profundo del ser, es ser quien de verdad es. Hemos aprendido que se nos valora por lo que hacemos y no por lo que somos; salvo nuestra mamá.
Necesitamos recuperar algo que teníamos cuando muy chicos, que es nuestra capacidad de conectar con nuestras emociones, con lo que de verdad nos gusta hacer. Ser espontáneos llegó a ser peligroso y debimos aprender a reprimirlo para sobrevivir.
Ahora que somos grandes, necesitamos auto hackearnos, y descubrir el ser que aún late en nuestras entrañas.

No será fácil. Quizás requiera un terapeuta como Vikrant Sentis u otro.
Se me asentó más leyendo este libro la frase, “si no estás creciendo, estás muriendo”. Un árbol siempre está creciendo, salvo algunos durante el invierno; pero basta que venga la primavera y retoma.
Hay demasiado ruido en nuestras mentes, producto de toda nuestra historia de condicionamiento, con lo que tendremos que lidiar.

El camino sigue la ruta de desembarazarnos de todos los modelos pre establecidos de cómo deberíamos ser, y orientarnos a conectar con nuestra verdadera naturaleza interior, para acceder a una dimensión más espontánea y a la vez reflexiva con independencia.
Y concluir que tratarnos bien es lo mejor que podemos hacer. Y eso conformaría lo que podríamos llamar la autoestima.