El formato de conversación lo hace especialmente fácil, pues Porksen se pone de nuestro lado con preguntas incisivas, pues a Maturana no es fácil de entender, aunque él distingue que mas bien se trata de que no es fácil aceptar lo que dice y si es fácil entenderlo.

A Maturana no se le lee, se le estudia. Y eso he hecho, me lo he leído tres veces.
Maturana tiene una idea del amor, que lo describe como una conducta que ve al otro como un legítimo otro. Y esa conducta se basa en una emoción que él llama amor.
Pone en el centro de nuestra conducta a las emociones y desplaza a la razón a una instancia de segundo orden, que usamos para negar o justificar emociones.
De alguna manera pone en duda esa máxima "pienso luego existo".
En definitiva nos dice que son las emociones las que están en todo nuestro actuar.
Dice por ejemplo que la competencia niega al otro y por ello no está basada en la emoción del amor y no puede ser agente de progreso. Fuerte, no?
Aunque pareciera que la manera en que nos comportamos en el negocio de la salud, le está dando la razón. Obviamente las emociones ahí presentes son el egoísmo, la codicia y la ambición, y del amor ni hablar.
Otro tema central de la conversación en el libro, es esta filosofía metafísica que nos gobierna desde los griegos y que nos hace preguntarnos acerca del ser de uno mismo y de las cosas. Yo soy así o soy asá, la tremenda preocupación por el que dirán, que obviamente tiene que ver con el que dirán, del ser.
Maturana dice que desde la biología no hay manera de responder a estas preguntas; estamos estructuralmente imposibilitados para responderla. Incluso sospecha de quienes gobiernan desde ahí, pues lo considera simplemente como un instrumento de manipulación de alguien, siempre.
La pregunta válida es entonces por el hacer. ¿Y tu que haces?
Y en el hacer nos relacionamos. Y nos calificamos. Cumple o no cumple sus promesas en el hacer? Confío, no confío?
El hombre está hecho para vivir en la confianza, dice Maturana. El amor es la emoción que nos pone en la confianza.
La fe dice Maturana, nos pone en la confianza, la tan anhelada emoción.
Busca la emoción de la confianza, construye espacios de confianza, despliega tu ser .. tu estar, tu hacer, en la emoción de la confianza.
A Maturana hay que leerlo lento y con cuidado; está pegándole en las canillas a muchas cosas en las que estamos inmersos en la total transparencia, y las cuestiona, te hace reflexionar sobre ellas. Puede que no te gusten, efectivamente. Y coincido que no es tan fácil de entenderlo, por lo que nos cuesta aceptar lo que dice.
Del Ser al Hacer, de Humberto Maturana (el libro completo en pantalla)