Una mañana llevando a los niños al colegio, veo en una luz roja, que del capó de mi auto sale humo, como vapor de agua, una emisión un poco mas allá de cualquier humito normal. Me detuve un poco mas adelante y vi que salía de la zona del radiador. Fui a una bomba de bencina y abrimos la tapa del radiador y efectivamente había una pérdida de agua, poca pero pérdida, que con el calor del motor se avaporaba y echaba el "humito".
Ese mismo día fui a mi garage donde siempre llevo el Hyundai, a hablar con la persona de mi confianza, Carlos, quien me dice luego de mirar con detención el motor, que era el radiador y que no tenía arreglo, por lo que tenía que cambiarlo. Se va al computador, mira aquí y allá y me informa que con todo pensara en unos $250.000,-
Decido postergar la "inversión", o mas bien vitrinear un poco, pues me parecía un poco caro.
Me la he pasado, una o dos semanas, andando con un bidón de agua destilada y cada vez que voy a echar a andar el auto, abro el capó , reviso el agua, y normalmente le echaba un poco, pues efectivamente perdía.
Finalmente hoy día me voy a dar una vuelta por la calle Diez de Julio y pregunto donde me podrían arreglar el radiador; me indican una calle mas abajo de Lira, a la izquierda, a media cuadra una entrada y al fondo don Guille (Guillermo Figueroa). Le echa una mirada y me dice que era un radiador plástico, por lo que no tenía arreglo. Me dice que a la vuelta venden radiadores exactos para el Elantra del año 96 por uno $45.000. Y yo le cobró unas 5 pepas, me dice. Que son 5 pepas, le pregunto; $5.000 me dice. Y todo en un rato.
Bien le digo, echémosle p'adelante.
Desarma el radiador a mi vista en un dos por tres, cuidando de dejar bien ordenado, cada perno y cada parte que va sacando. Nos fuimos caminando a la vuelta con radiador viejo en la mano y en un boliche compramos el radiador "nuevo", en $55.000,-
Volvimos, armó todo en un rato; luego fue a buscar agua destilada en bidones y en no mas de una hora, salgo de ahí con radiador nuevo, auto andando, por solo $60.000,- Y esto comparado con los $250.000 que me cobraba "mi garage".
Que querís que te diga ? mas vale que espere un mes antes de pelar de mas a mi garage, pero la desconfiaza se me instaló. En una de esas me explota el radiador y se me funde el motor, y me acuerdo de la frase "lo barato cuesta caro". De momento, estoy perplejo.
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
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Estimado Grabriel.
ResponderBorrarDos cosas se me vienen a la cabeza como reflexión a tu relato.
La primera es la abismante diferencia entre el valor de la mano de obra que tiene un tipo de servicio versus el otro. Independiente del recargo por el repuesto, no es concebible que una persona que valore en $ 5,000 su hora de trabajo (lo que liealmente serían $ 800,000 mes) entregue un servcio igual de bueno de alguien que lo valora en ... 10 , 20 veces ese valor ?.
La segunda reflexión es como nosotros como consumidores mantenemos el círculo vicioso de sentir que siempre podemos pagar menos, ahorrándonos toda la "perafernalia" (el logo de servicio técnico autorizado, la cotona blanca del mecánico que nos recibe el auto, el café que nos sirve la secretaria de bonitas piernas que tiene el taller, etc, etc, etc).
Aspiro a ayudar a una economía donde el tipo que hoy cobra $ 5,000 cobre $ 10,000 la hora y que compita con el que hoy cobra $ 150,000 por el mismo trabajo (y que se vería obligado a no ser ususero ... como normalmente hoy sí lo son).
Saludos,
jmc
Si el que cobra $ 5.000 se diera cuenta que con un mejor servicio, uno al menos que nos sintamos comodo, y que nos genere confianza, con esa diferencia de precio, puede ofrecerlo, podría cobrar el doble y todavía ser competitivo
ResponderBorrarEL día que las Pymes aprendan a ver lo que el cliente quiere van a ir pa´arriba