jueves, octubre 06, 2005

Chilenos en el Makalú del Himalaya

Nos visita Rodrigo Echeverría, uno de los expedicionarios y nos cuenta la historia del ascenso a esos 8.463 mts., la quinta cumbre mas alta del mundo.

Esto ocurre allá por el año 2001, en el mes de Mayo. Les toma unos 3 meses, que le tienen que quitar a sus trabajos y familia.

Me quedo pensando en la motivación para hacer tamaña proeza. De donde les sale esta tensión ascensionista, en donde arriesgan la vida, veremos a medida que avanza el relato.

Muchas peripecias; se topan con otras expediciones. Muchos abandonan, pues sus cuerpos no dan.
A medida que avanzan se va viendo el espíritu de cuerpo, el trabajo de equipo que se va estructurando. Llega a decir al final de la charla, que se van siete amigos y vuelven siete hermanos.

¿Qué los mueve a llegar a esa cumbre? yo percibo la presencia fuerte de la pasión; una voluntad persistente en el tiempo, que parte desde los arduos entrenamientos, las distintas tareas que deben realizar, la persecución de los recursos económicos.

Otro aspecto notable es la confianza que se desarrolla entre ellos. Van subiendo por paredes de hielo y roca donde el clavo que clava el que va adelante será factor de vida o muerte para el que viene detrás. Si lo puso mal, viejo, se acabó.
Aquí hay que construir lazos de confianza o si no, chao.

Lo otro es la visión o sueño de hacer cumbre. Es muy, pero muy importante, llegar a la cumbre. Llegar 10 metros antes no es lo mismo, la verdad es una gran diferencia.
¿Porqué? me pregunto yo; porque el sueño está en la cumbre, ningún punto mas abajo.

Un sueño, una pasión, un grupo articulable como equipo y se configura un motivo para una realización que los tendrá, al menos a este Rodrigo, hablando y rememorando quizás por toda la vida.

Y me quedo pensando, cuál es mi sueño, donde están mis pasiones para alinearlas con ese sueño, y con quienes iré o estoy yendo, allá.

1 comentario:

  1. Anónimo2:02 a.m.

    Conozco a Rodrigo bastante bien y tengo que decir que es un gran tipo. Mi hija mayor, Javiera, que no vive conmigo, vivió con él y su madre (mi ex pareja) varios años. No resulto su cumbre mutua y bueno, siguieron objetivos distintos. Pero igualmente aprovecho de enviarle mis saludos y mi agradecimiento por el cuidado y cariño que siempre tuvo con mi guagua.

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