Al teatro con mi hija

El domingo nos arrancamos con mi hija Emilia a ver la obra de teatro "El Quijote no existe" al barrio Bellavista, teatro Sala San Ginés, obra de Jorge Díaz y actuada por un único actor, Pablo Krögh, hermano de la Pupi, casada con Sebastian, hermano de la Andrea, mi mujer; me sigues ?

Nos fuimos un poco antes para comprar entradas ($4000 c/u) y en la puerta nos encontramos con las hermanas Izquierdo Krögh que iban por tercera vez a ver la obra, invitadas por su tío el actor Pablo. No nos separamos de ellas, acompañadas por su prima Vale.

Pablo, me sorprendió su actuación; me gustó; cambiaba de un personaje al otro con gran soltura, siendo cada personaje, un papel totalmente diferente; increible. Del editor de la obra de Cervantes, a Cervantes mismo, loco e intenso, al Quijote y a Sancho, y de ahí a un animador de TV ... me mostró a un actor de mérito que no había visto y que estaba tan cerca de la familia, que entendí porque una de sus sobrinas lo único que quiere es ser actriz. Y así se van dando las cosas: si él puede, que lo conozco desde chica, porqué yo no voy a poder y es mucho mas entretenido que mi tío que trabajaba como cobrador de una empresa y este otro que vende suscripciones a AFPs; otra cosa.

El Quijote en todo caso es bajado a esta nuestra sociedad de consumo, donde se le pone a competir con programas que buscan rating con calidad farandulesca, superficial y burda y por supuesto pierde y es tirado al bote de las obras que por aquí pasaron sin pena ni gloria. El mundo de hoy no está para Quijotes y el mundo de hoy apesta, son las conclusiones con las que salí de la obra, después de pasar a saludar a un extenuado Pablo, que me enteré viaja próximamente a Europa a dar esta obra.

Terminamos en el Bravísimo de Las Condes comiendo helados y conversando en alegre plática donde ellas la llevaban mientras yo escuchaba y observaba más que nada la cara contenta de mi hija querida.