Baja el ritmo

Me he topado con una nueva filosofía que invita a vivir más lento en un mundo que no da más de acelere.

Este movimiento del slow down o de bajar el ritmo, habría nacido el año 1989 en Italia, pero solo recordando al Zhen Patricio Goycolea, pienso que los japoneses lo tienen desde hace centurias.

La lectura de este artículo de un sitio de filosofía, me recordaba a Chaplín trabajando en esa fábrica (Tiempos Modernos) donde operaba en una correa sin fin, apretando una tuercas y donde el patrón subía y subía la velocidad de la cinta, para subir la rentabilidad de su negocio, por supuesto. Y el pobre Chaplín enloquecía en este proceso.

Lo que está claro es que no aprendimos la lección de esas imágenes, sino que nos enamoramos del beneficio, la riqueza y el poder y nos fuimos al chancho, tanto que hoy hasta la diversión ocurre arriba de líneas de producción; todo es automatizado en líneas de procesos o líneas de producción y en ese paradigma, donde mientras más rápido, mas rentable, mejor y no se discute.

Pareciera que nos hemos vuelto bastante locos y los síntomas se reflejan a nivel planetario, partiendo con un clima cuyos indicadores ponen en el horizonte solo catástrofes.

Algo no estamos haciendo bien, parece ser la conclusión, aunque pareciera que maximizar las utilidades y qué gano yo o qué gana esta empresa con lo que sea que se me ponga al frente, no está siendo la pregunta que se hace cargo de todos los aspectos de lo que necesitamos de verdad.

Cuando hablan de ciudades catalogadas de "Convivia" o lentas, que no pueden tener más de 50.000 habitantes, la cosa me empieza a gustar aun más.

Te invito a dejarte inspirar y a incorporar la irradiación de este artículo titulado Sin prisas, por favor.

(Fuente: un mail de Daniel Pantoja)