Ayer me llamó Tito para saber si conocía a Carlos Cohl. No, le dije. Es amigo de Raúl Herrera, me dijo. No, no lo conozco.
Hoy, al entrar al blog de Leo, leo que se ha muerto Carlos Cohl y una imagen de él. Corro a mis archivos de memoria y efectivamente lo conocía.
Un día me enteré de él, que tenía cáncer, que trabajaba en el Banco Estado, que tenía un blog donde hablaba de su enfermedad y reflexionaba de la vida.
Me contacté con él y lo fui a ver. Me recibió en su departamento y conversamos como hora y media, computador en mano.
Se cubría la zona de los ganglios de la cara por las cicatrices de las radiaciones, me dijo.
Me conmovió su situación, su calidez y acogida, sus ganas de comunicar lo que veía desde ese estado de enfermedad. Estaba preocupado de sus amigos y conocidos que absortos en tanto trajín sin sentido, se les pasa la vida sin vivirla desde el corazón y el alma.
Yo influí para que le cambiara el nombre al blog, pues el que hablaba desde ese espacio era su enfermedad; recuerdo que el nombre de su blog era el nombre de su enfermedad.
No, le dije el que habla eres tu y tu enfermedad es algo muy importante, que tiene que ver fuertemente contigo, pero no eres tu. Después vi que le puso al blog Carlos Remira la Vida.
Se murió muy luego, pues yo lo vi el 7 de mayo, no hace tanto. Y me pareció que estaba bien.
Bueno, adiós querido Carlos, un gusto haber tenido el privilegio de conocerte y conversar contigo. Espero estés en la luz y bien.
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
No lo conocí pero alguien que estimo mucho si, y me conmovió, cariños tito
ResponderBorrarRe-mirar la vida es algo importante, no hoy sino siempre.
ResponderBorrarA muchos nos llego.
Saludos