Es un libro muy, pero muy difícil de leer. Pues su misión es matar al Ego y el que lee, es el Ego. No te das cuenta como las cosas se te olvidan, se te dan vuelta, te confundes, es terrible.
El tema central es la conciencia. Esa cosa distinta de la inteligencia, entendida esta como la actividad principal de la mente.
Hablemos mejor del pensamiento, esa actividad que tanto realizamos en el día a día, algunos, muchos quizás, que nos tiene planificando el futuro o dándole mil vueltas al pasado.
Donde no está el pensamiento, es si nos situamos completamente en el presente.
Tolle ve al pensamiento, como un instrumento, una herramienta de menor importancia, que tiene .. la conciencia.
Y nosotros, tenemos al pensamiento, idealizado. Recuerdo cuando trabajé por un breve periodo en IBM, que en todas partes había carteles en que decía "think" (piense).
Pensar, ese pensar del "pienso luego existo" (René Descartes). Parece decirnos que "yo soy" el que piensa, básicamente. El pensar nos ha traído adonde estamos en la historia. Con todos estos descubrimientos en medicina, ciencia y tecnología, política y filosofía. Como podríamos pensar o juzgar mal al pensar ? Y por otra parte, pareciera ser, que es el mal pensar, el que nos tiene con miles, sino millones de especies ya extinguidas, la distribución de la riqueza con tanto desequilibrio y para rematar, al planeta, con el calentamiento global, en jaque.
No está fácil posicionarse respecto del pensar.
Tolle apunta para otro lado. En lo que hemos fallado, es que no hemos visto, no hemos incluido a la conciencia, en nuestra visión. Ni siquiera sabemos que es eso.
Bueno, Tolle viene a decirnos que es la conciencia.
No esperes que te describa una cosa, un objeto. No, él te apuntará en una dirección, hacia la que tendrás que ir, para encontrarte con la conciencia; quizás.
Tolle distingue dos cosas: el Ego y la conciencia. Y asocia a la conciencia, con el Ser. Si, con lo que somos en esencia.
La primera cosa que hay que saber es que acceder a la conciencia solo ocurre, solo es posible, en el momento presente. Con toda la atención puesta, en el momento presente. La mente, esa que piensa, en lo posible, quieta, en silencio.
Bueno, esa es una buena descripción de lo que es la meditación. Pero no es solo de meditación de lo que está hablando Tolle.
Rafael Echeverría dice que Occidente no sabe donde está situado, en cuanto a la conciencia, una persona, cuando habla.
Harari, dice que nuestra tarea en lo que viene, es cartografiar la conciencia.
Parece que al desaguisado que tenemos en este mundo, en todos los frentes, le falta la perspectiva de la conciencia.
Bueno, el principal enemigo, dice Tolle, es el Ego.
El Ego, es como todo. Vivimos inmersos, poseídos, por el Ego.
El Ego es un falso yo, que necesita alimentarse día a día, pues todo lo que le entregamos como alimento, se extingue muy rápidamente, principalmente por que es un fuego fatuo.
El Ego es como un demonio de mil cabezas. Una de ellas, como lo dice Tolle, es que el Ego mira el momento presente de tres maneras posibles: como un medio para un fin, como un obstáculo o como un enemigo.
Si estoy en la dinámica del fin justifica los medios, el presente es cualquier cosa menos estar ahí.
Cuando experimento el presente como un tedio, hacer una cola, demorar el paso, brota la impaciencia, la frustración, el estrés. Cuando veo mi minuto a minuto como un problema, no estoy en el presente, estoy en el Ego.
Y, cuando odiamos lo que hacemos, maldecimos el mundo que enfrentamos, que vivimos, es puro Ego.
Y para hablar del Ego, hay mucho, muchísimo más en el libro. Tolle nombra otro ente, al que llama el Cuerpo del dolor, que es como un sufrimiento que podría hasta venir impreso en el ADN, que tiene que ver con la historia de nuestro pueblo, nación, familia. Es un dolor, una frecuencia de vibración, que necesita para alimentarse, más de lo mismo. Por ello buscarán parejas con el mismo Cuerpo del dolor y crearán su propio y mutuo infierno, para alimentar esa bestia, que se acopla perfectamente con el Ego y ahí te la encargo.
Bueno, Tolle, dice que para pasar a la conciencia, tenemos que tener muy identificado al Ego, para no dejar que nos posea, que tome el control.
El problema es que el que lee el libro, es el Ego. Por eso hablo de ser la tarea de leer el libro una tarea nada de simple.
Si hasta Tolle dice que el salir de ahí, y entrar en contacto con la conciencia, requiere una gracia, un regalo divino. Así que si tienes en tus prácticas el rezar, no deseches el pedir el acceso a la conciencia.
Vamos a la conciencia.
Lo único que existe en el tiempo presente, dice Tolle. El tiempo, por lo tanto, es un invento de la mente. Sirve, para planificar, para coordinarnos, para programar la construcción de ese avión Jumbo. Pero en la realidad, solo existe el momento presente y es en la suma de los haceres de momentos presentes, que resulta el avión.
Cuando a través de esa puerta, que es el momento presente, accedo a la conciencia, de la vida que bulle en mi y que reside, según Tolle, en el vacío de los átomos. Cuando accedo a la conciencia, emana la alegría. Y dice Tolle que la alegría solo puede emanar de la fuente del Ser y no de los actos que hacemos o de los productos que compramos.
Tan perdidos podemos estar ?
Y cuando accedes a la conciencia, cuando ya vas con ella en tu experiencia del día a día, son tres los estados que puedes experimentar.
Primero es la aceptación, con lo que es, en cada momento presente. No andas peleando.
Segundo, cuando lo que haces, lo haces con toda la atención puesta en ello y conectado con la conciencia, puede brotar el gozo.
Y tercero, si a ese hacer gozoso le pones un meta consciente, emerge el entusiasmo, que es como estar poseído por un Dios.
Bueno, hasta ahí te dejo y te invito a vivir tu propia experiencia de lectura de este maravilloso libro, que pues ser un turning point en tu vida.
Dos cosas más:
Cando entras en la conciencia, percibes al otro como parte de ti. Incluso sientes a la naturaleza como parte de ti. Todo es parte de una misma gran conciencia.
El viajar pone a las personas en un estado de presencia muy superior al habitual en sus vidas, conectándolos con su conciencia y permitiendo que brote una alegría que viene del Ser, que suelen confundir como viniendo de lo que observan o de las acciones que realizan.
Referencias:
Posteo anterior del mismo libro (volví a leer el libro sin recordar su lectura anterior)
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
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Gracias Gabriel. Tu post me inspira a leer el libro. Un comentario sobre el ego. Creo que también es conciencia. Autoconciencia. con una historia que nos habla de dejar de sentirnos materia, historia, grupo, para llegar a sentirnos auto conscientes. Una historia para sentirnos Ego. Un tránsito que pareciera habernos sido dado como humanidad para llegar al momento presente, donde podemos sentirnos separado del todo y de todos. Desde la mas absoluta soledad. Al verla así, pareciera que la autoconsciencia se habría ido formando desde afuera hacia adentro a lo largo de los siglos. Y en ese punto, al centro de la U que habla Otto Scharmer, poder encontrar nuestra verdadera esencia. Aquello que nos constituye como seres humanos. Lo que podemos percibir en el silencio total. lY en un fugaz instante de "presencia" con uno mismo, descubrir que somos seres "en relación"; que uno somos todos, que todos somos uno. Y que para alcanzar esa "plenitud", el único camino posible sería convertir mi tarea humana en "donación libre de mi esencia libre s para poder seguir siendo", existiendo. Lo que entiendo que Scharmer llama del ego al eco. y surge entonces una pregunta: esta conciencia, es permanente? Tal vez es solo un camino para descubrir y "pasar el umbral " comenzando el "camino propio". El difícil: aquel que en el día a día va sientiendo el "dolor" del "sacro oficio" de la entrega de la propia esencia transmutándolo en plenitud? O aquel que prefiere el día a día del "placer" de disfrutar las distintas naturalezas a las que hemos sido "enviados"? Será esta permanente dicotomía la que nos impulsa al dilema de la ética concreta de cada acto que realizamos en nuestra vida "consciente"?
ResponderBorrarBuena Gabriel... Siempre he creído que tengo buena comprensión lectora, pero te prometo que no entendía que es la conciencia finalmente. O es que la mente no puede entenderla y le damos vueltas y vueltas para tratar de explicarla desde la mente? Un abrazo
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