Este libro de mi pariente Enrique Bunster fue un paseo turístico por las maravillosas islas de la Polinesia.
Varias veces dejé el libro y me fui a Internet a buscarlas para verlas, ya sea desde un dron, por medio de walking tours o simplemente videos de turistas que pasaban por ahí.
Islas de esas que uno sueña alguna vez con visitar.
Hay historias de todo tipo, de hombres y mujeres, incluso de animales.
Un joven local trabaja para un buscador de perlas y encuentra la joya de la corona, la perla negra y decide tragársela. Tiene sueños de rescatar a una novia que tuvo y perdió por falta de recursos. Es una de las historias.
Hay una historia donde aparece el pintor Gauguin que vive aislado en una de las islas. Pinta, solo pinta y alterna con las muchachas de las islas. Es feliz a pesar de andar en la miseria. Hace una transacción por cinco cuadros con alguien que no tenía ninguna intención de comprárselos, pero sí ganas de ayudarle, regalándole mercaderías. Muere Gauguin y se entera que se ha hecho famoso en Europa. Viaja solo, apenas, con sus cinco cuadros y ..
Una historia de una mujer bellísima, joven, llena de vida y pocas inhibiciones, a la que conoce en una circunstancia, como auxiliar de un personaje del pueblo. Después la ve en compañía de un europeo que anda en su estupendo barco y con la que vive los momentos más felices de su vida. Y cuando él decide partir de vuelta llevándosela prometiéndole todo lo que un europeo le puede ofrecer, ella prefiere abandonarlo y volver a su tierra, a su gente, a su pobreza, que para ella no es pobreza. Y el europeo sufre sin entender.Un contrabandista se las arregla para que la carga llegue antes que los que contratará como sus ayudantes en una travesía a una isla. Lleva algo escondido. Nadie sabe que va en la carga. Hay curiosidad y sospecha, producto de lo ambicioso que ya se había confesado el capitán. Indagan solapadamente y descubren la explosiva carga que llevan. No te puedes imaginar lo que va a pasar a continuación.
Y así, un libro para disfrutar, para deleitarse y sentir un poco la experiencia estética y cultural que es darse una vuelta por allá. Tahití, la Polinesia, las islas Marquesas.
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