Contento después de reunirme con mi amigo Gonzalo Díaz de Valdés, al dar la vuelta por el pasaje que me acercaba al metro, decido entrar a esa librería llena de libros usados donde siempre he visto a ese viejo solitario, cabizbajo, a veces jugando ajedrez, solo, donde rara vez veo a alguien comprando y ni siquiera hojeando libros.
Le meto conversa, a lo que él responde sin mucho entusiasmo.
En un momento le pregunto "¿cuánto vale en promedio uno de estos libros?" a lo que me responde : "nose, depende del libro", mirando para otro lado algo molesto. Estaba parado cerca de una estantería y levanto la mano y saco el libro donde cae mi mano; "este", le pregunto pasándole el libro. Lo mira y me dice $20.000 y me lo devuelve. Miro el libro y veo que es Ulises de James Joice, el libro que mi suegro, ya ido, me había nombrado cuando una vez le pregunté cual era el libro que más le había gustado en su vida.
Y me quedé quieto, perplejo, mirando ese libro. Lo devolví a la estantería, me despedí y salí. Iba lento caminando y preguntándome, cómo entre tantos libros tomo justo ese libro, tan significativo.
(foto de stalker stalker)
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
que bello Gabriel, esta nota y la siguiente, me recuerdan "aromar mi espacio". Espero disfrutes expresando, tanto como se hace al leerte..
ResponderBorrarUn abrazo,
(debo una llamada)
Iris
La vida está llena de coincidencias
ResponderBorrarPero es hermoso comprobarlo a través de ejemplos concretos.
Buen relato:
Olie
¿Estará jugando ajedrez tan ensimismado? o estará mirando el ajedrez para que no le pregunten ¿por que esta tan quieto, le pasa algo? Quizás es un sabio, que espera al que sin saberlo consulta por su inquietud, y el responde sin decir, solo el que recibe la respuesta lo siente, y el sigue en la entretención de su vida "jugar ajedrez".
ResponderBorrarEn una de esas digo yo. Gilberto.