First Tuesday

Buena concurrencia anoche en Canal 13, en el segundo First Tuesday (el anterior fue el El Mercurio).

La estrella invitada fue James Ballentine, el único empleado de Google que reside en Chile. Su amena charla fue contar acerca del modelo Google, que quienes hemos leído el libro, bueno, fue eso.

Google, lo que hace es poner a la persona al centro. Tanto en cuanto a que su estrategia es siempre pensar primero en el usuario como su cliente fundamental y eso se nota porque los que ponen la plata de la publicidad se quejan de que Google casi ni los pesca.
Y por otro lado porque ser empleado de Google es visto desde Chile, como estar en el cielo. Pero si de lo que se trata es de, nuevamente, poner a la persona, de sus empleados en este caso, en el centro. Y con toda su creatividad en acción.

Hablando con Javier, me dijo, en un momento de la conversación en que nos preguntábamos porque le cuesta tanto en Chile a la gente escribir en blogs, lo que pasa es "que tienen mucho que perder".

¿Qué somos las personas? ¿Cual es la idea que las personas tienen en Chile de lo que son? Tenemos una idea sin duda, y esa idea no se discute. Y esa idea tiene que cambiar. Está cambiando a nivel de los jóvenes; bueno, eso siempre ha sido así.

El mundo está desplazando el foco desde los procesos a las personas; desde los números a la creatividad, la pasión con que las personas hacen lo que hacen. Incluso dicen que el hemisferio izquierdo del cerebro, el analítico y racional, se está desplazando al derecho, el creativo, el holístico, el que se ríe a carcajadas.

Lo primero que creo tienen claro todos los chilenos es que somos huevones; por lo menos es lo que se me viene a mi a la mente al pensar en esto de la idea de lo que somos. Si recuerdo, echado en una playa de esas aglomeradas, en que los demás están muy cerca unos de otros, es que lo que mas oía era la palabra huevón; oye huevón, oye huevona.

Será este un handicap en contra; podría residir un Google en Chile con ese tipo de trato entre sus colaboradores. Y esto porque pienso que habría que cambiarlo; quizás solo basta con llamar al otro por su nombre y un sentido de que el otro y uno mismo, somos realmente el descueve, especialmente si trabajamos en grupo, si nos valoramos, si nos damos el tiempo de escucharnos, si nos soltamos a la creatividad y la participación, si ponemos nuestras emociones en juego. ¿Qué tanto se podría perder?

Anoche en el First Tuesday, lo que mas pasó fue extender ese gran activo que tenemos las personas, que son nuestras redes, la gente que conocemos, la gente que nos aprecia y confía en nosotros. Algunos lo llaman, el networking.

Si, anoche conversé mucho, conocí nuevas personas y quizás lo más increíble fue un joven que me dijo que tenía una idea brillante, que consistía en hacer un Facebook mejorado; guau. Lo puse de inmediato en contacto con Pollak, A ver, uno nunca sabe, si cuando hay pasión, hay al menos un ingrediente esencial de la cazuela del éxito. Ojalá que no sea otro loco que anda alucinando como lo debe haber sido en su momento Mark Zuckerberg.