Con un grupo de buenos amigos nos ponemos de acuerdo y vamos a ver la exposición de Roberto Matta al museo de La Moneda.
Estoy frente a cada cuadro de Matta con otros, con mis amigos, conversando, intercambiando impresiones. Van en el grupo dos especie de guías, proclamados por el mismo grupo, Carlos Zalazar y Hernán Duval.
Yo me la paso más con Caco; otros irán con Hernán.
Su obra:
Matta a mi me rompe todos los esquemas, me vuela todas las estructuras, me vuela la tapa de los sesos.
Me transporta a la imaginación, al inconsciente, al caos, a las sensaciones, al juego, a dejarse llevar.
Veo un video suyo en la ruta que llevamos y ahí está él hablando, explicando. Pero sus explicaciones son ... alucinantes, locas, liberadoras. Aparte me llega como un tipo muy liviano de sangre, juguetón, alegre; un niño casi.
Hay cuadros que me gustan, que me llegan y otros, nada; no conecto. Me gustan ciertos colores, su elección de colores puros, ácidos dirá mi amigo Caco; colores que están por aquí y por allá, a veces como fogonazos, otros como fondos tenues, variables.
Veo imágenes fantásticas, de mundos futuristas, naves, líneas de producción en el espacio de los sueños. Mucho movimiento; pienso que con otras herramientas más de los tiempos que corren podría haber hecho obras digitales en total movimiento.
Caco habla frente a cada cuadro, se deja llevar por sus impresiones, sin filtro, tal como van saliendo; ojo que él también es un pintor. Enzo que nos acompaña, mira absorto muchos cuadros, trata de comprender lo incomprensible.
He visto a Matta en el video que muestra como pinta y nada lo tiene pre-pensado; las cosas van saliendo, se deja llevar por lo que va apareciendo. Llego a pensar que el museo podría tener un set de materiales para que luego de ver a Matta ejercitaran el pintar bajo esa provocación. Capaz que alguno descubra las sensaciones del pintar, así a lo que vaya saliendo, sin mucho penseque y capaz que más de uno descubra una veta escondida en lo profundo.
Nos hemos divertido. Nos vamos yendo lentamente, conversando. Es la hora del cierra; las mujeres que controlan la entrada nos lo dicen con gran amabilidad.
Vamos en el Metro y no se porque a Andrés Wiche le da por contar otro chiste. Será que Matta nos llevó a los juegos, a entretenernos, a disfrutar, ser creativos.
Ahora que escribo estas líneas, he divagado siguiente links de cosas de Matta, que completan mi festín con este chileno de los grandes. Una maravillosa experiencia.
Roberto Matta y un comentario de su obra por Volodia Teitelboim:
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
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maravilloso, me la perdí!
ResponderBorrarabrazos
Querido Gabriel
ResponderBorrarQuiero darte las gracias por llevar a tu grupo a la exposición de Matta, en el Centro Cultural La Moneda. Nosotros hicimos un gran esfuerzo en traer todas estas obras, siendo esta la exposición más importante que se ha tenido de Matta en el mundo. Pero lo que mas rescato es como descubren a este artista y las emociones que quedan en ustedes. Como tu dices Matta fue un creador de primera, muy de vanguardia, basta con ver las imágenes que ya ponía en sus cuadros en los años 40, absolutamente futuristas.
Todo lo que plantea del cubo y de la creación espontánea, deberíamos tomarlo como ejemplo y desarrollar nuestras capacidades de esta forma como el maestro lo hace, en nuestros distintos quehaceres.
Saludos
María Elena del Valle
hola mi nombre es paul zepeda me alegro mucho de conectar tu blog ya que para mi don roberto matta es un grande del surrealismo espero puedas ayudarme con unos tips para mi proyecto creaciones.
ResponderBorrarsaludos