lunes, septiembre 07, 2015

Santiago Despierta, segunda versión

Asisto el viernes pasado al segundo encuentro de Santiago Despierta, en el Hyatt. Voy entusiasmado, contento, pues espero pasarlo tan bien como la vez pasada, en junio.

Uno de los aspectos relevantes para mi de estas citas, es que me encontraré y me encontré con un lote de personas, que andan en temas parecidos a los míos y que ocurre que estos eventos resultan ser una importante instancia de encuentro.

Al entrar me encuentro con la Pilar Izquierdo e Ian Contreras, que me saludan con la efusividad y afecto habitual. Al hacer la cola de registro me encuentro con Miguel Galmes y la Pía Guzman, con quien me sentaré al lado en el primer evento, con el key speaker internacional Mario Alonso Puig.

Para llegar al asiento que eligió la Pía tuve que pedirle pasada a Mauricio Malbran, con quien almorzaría y conversaría ahí profusamente. Divisé más allá a Pedro Arellano, a quien no tuve oportunidad de saludar, pues parece que después de esta charla, se retiró.

Mario Alonso es un speaker clase mundial. Habla ese español de España, que tanto nos gusta a los chilenos. Se maneja con soltura por sus temas, poniendo una relajada emoción en todo lo que dice, que acompaña con una teatralidad que le confiere a su charla la categoría de espectáculo.

Mario Alonso Puig
Me llama la atención lo mucho que trae a colación la neurociencia, que entiendo al final, está poniendo desde esa área del conocimiento científico, la emoción en el centro y por sobre la racionalidad. Y eso solo, me parece un cambio paradigmático brutal.
Dirá que el mundo emocional es el que manda en los procesos mentales.
Me parece un cambio revolucionario, aunque lo vengo escuchando desde hace un rato, pero que lo diga la neurociencia le da un peso que no se puede despreciar.

Y la gestión de nuestros pensamientos, de manera que se mueva por lo positivo, lo propositivo, y lo más importante, bajo en el nivel de juicios, son las principales recomendaciones de Mario, para ir bien por la vida.

Bran, yo y otro Viejoven
Da una pauta de transformación, con pasos como conocerse, comprenderse, superarse y trascenderse, pues cree a pie juntillas que el cambio es posible y quizás lo principal, encontrar el águila que todos encerramos, a pesar de vivir en jaulas para gallinas.
Y nunca sacrificar la libertad por la seguridad.

De ahí pasé a mi circuito de charlas, correspondientes al color rojo que me tocó, con un mago increíble, Juan Esteban Varela.
Mago desde los seis años, dedicado a ese oficio como su profesión de base, de desplazamiento internacional, con aparte, un hobby, las leyes, pues de pasada se tituló de abogado, profesión que no ejerce.
Aparte de ser un extraordinario mago, que me dejó perplejo más de una vez, es un interpelador profesional en el sentido de preguntarte por si estás o no en tu pasión, o elemento en el lenguaje de Ken Robinson. Cuándo te decidirás por ello y cuando aumentas tus horas semanales a aquello.
Por suerte estoy en mi pasión porque si no, me habría sentido incluso presionado, como sospecho alguno se puede haber sentido, aunque con un humor y buena onda notable.

Después me tocó la Layla Raña, una profesora de teatro, enfocada en enseñarnos como mejor respirar y experimentar los efectos de distintas formas de respirar con el hablar o incluso el cantar.
Si, nos mantuvo toda la sesión de pie, haciendo cosas, yendo y viniendo, con un final en que cada uno le cantaba al del lado, cuanto lo amaba, en un solo que todos atendían y que no pasó desapercibido por nuestra biología sin dejar huella.
Fue tal mi sorpresa y fascinación con la materia de su enseñanza, que le pedí nombre, mail y teléfono, para considerar seriamente meterme en alguno de sus talleres.
Excelente.

Y para terminar Marco Palma, que en un tono más espiritual oriental, nos sometió a distintas experiencia, como la de pararnos frente a una persona, mirándonos en silencio, por su buen minuto, para luego cambiar, unas cinco veces de persona. El último de esa secuencia, sería mi partner en un ejercicio de dibujo en bloc de colegio, con lápiz y luego lápices de colores. Mi partner comentaba libremente mis obras de arte y lo mismo hacía yo con la suyas.
el mago Juan Esteba Varela
Mientras nosotros dibujábamos absortos, Marco leía de cuando en vez, frases profundas, trascendentes, que penetraban en nuestra mentes en estado de apertura por el ejercicio.
No se que huellas dejaron todas estas cosas, pero sospecho que más de las que yo sospecho.

De ahí nos fuimos al salón principal, donde volvimos a hacer el rito del evento de junio, donde en un ambiente de penumbras, circulaba una barca luminosa, donde todos íbamos depositando nuestros propósitos para la vida. Mientras esto ocurría, Ian Contreras decía algunas palabras, en forma intermitente con una cantante lírico ancestral, al otro lado de la pista.

Cerraron el día el matrimonio de Paulina Sepulveda y Alejandro Magni, después de lo cual concluimos y yo recorrí el lugar abrazando y despidiéndome de varias personas.

Un día para recordar y pensar, sentir y reflexionar en sus efectos al ser. Una profunda experiencia.

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