Me ha hecho reflexionar sobre el dinero, la economía y la conciencia.
Estamos hartos del abuso y el tironeo de nuestras billeteras, la colusión, la codicia y la perdida de la confianza de cuanta autoridad antes reinaba. No queda ningún referente en pie.
Me llama la atención cuando Melé dice que el sistema económico está bien, lo que necesitamos cambiar somos nosotros, las personas. A qué se refiere ?
Joan Antoni Melé |
La verdad nunca se me había ocurrido siquiera pensar en hacer esa pregunta.
Pensándolo bien, cuando tomé el curso de la guerra civil de EEUU, la guerra de secesión, me enteré que el floreciente mundo económico de Europa, basado en ciudades como Londres y Ansterdam, financiaba ni más ni menos que la caza de esclavos en África y su traslado y venta a EEUU y América, en todo su largo. Y pienso que ninguno de los ahorrantes preguntaba en qué se usaba la plata, sino que preguntaban solo por la tasa de interés, buscando siempre la mejor tasa.
Han nacido unos bancos éticos, los llaman, que sí se preocupan de prestar la plata a proyectos con valores. Proyectos que de verdad aporten valor a la sociedad y .. a la tierra; al planeta será.
Aprendí lo que es comercio justo, cuando por alguna razón hay que bajar los precios, cómo se reparte el aprete. Hay unos más perjudicados que otros ? Bueno, parece que es así; osea, está claro. El asunto es como se entra a tallar ahí; cómo se transparenta todo eso y se le hace saber al comprador al final de la cadena.
Parece que anda gente mirando esto y entregando certificados. Y son de momento esos certificados los que hay que buscar. Con tanta desconfianza en el aire, pienso que es solo una manera de empezar. Pero bien encaminada.
Yo miro todo esto, como un levantar la mirada, ascender, subirse al balcón, como dice mi amigo Pancho.
Cuando me como un plato de comida, nunca me he preguntado como llegaron todos los ingredientes al plato. Con cuanto daño o polución ? Con cuanta explotación ? Parece que hay gente trabajando en ello, viendo, denunciando, certificando. Se están haciendo cosas.
Joan Antoni Melé nos hace reflexionar por la forma en que compramos, promoviendo una compra más responsable, más ecológica incluso. Y comprar menos, trabajándonos si es necesarios, nuestras ansias de comprar todo tipo de cosas, solo por el hecho de llenar vacíos. Trabajo de desarrollo personal, y finalmente elevar y poner más conciencia en nuestras decisiones relacionadas con el dinero y su uso.
Parece que todo termina en más conciencia. E insisto, Melé dice que el sistema capitalista está bien, solo que cuando elevemos la conciencia, dejaremos de enseñar en las escuelas de economía, que de lo que se trata todo es de maximizar los beneficios. Sino que de entregar valor a las personas, a la sociedad y al planeta. Humanizar la economía en definitiva.
Un llamado de atención a esta fiebre que nos embarga por crecer. Dice que los seres humanos crecemos hasta una cierta edad y de ahí en adelante, maduramos. Porqué no hacemos lo mismo en la empresa, en la economía ? Parece que es porque así como están las cosas, en este mundo económico sin conciencia, de lucha y crecimiento sin parar, si no creces, mueres. Y los que van quedando, que a veces son solo tres por industria, para seguir creciendo no les está quedando otra que coludirse.
Ya basta. Esto topó techo. Saca tu plata de los bancos tradicionales y búscate un banco ético. Eso si que bien chequeado o con suma transparencia en sus operaciones.
Ah, y si te vas concientizando más y más, brotará el donar parte de tus excedentes, una cosa interesante de mirar también.
Para terminar, te dejo un video donde habla este banquero (el autor del libro) de banca ética, del Banco Triodos de Holanda, con sucursal en Barcelona, de donde es Melé.
Al cambiar la conciencia individual, desde el ego al eco, (o desde el consumo a la donación,) cambia la esencia del capitalismo como había sido hasta ahora, ya que el paradigma era que la motivación se generaba individualmente para el propio beneficio; con el cambio de conciencia, la motivación es el bién de todo el planeta y todos los seres humanos, y como consecuencia, el beneficio se extiende al ámbito personal. Se conserva el consumo responsable y en términos de intercambio, se aplica el precio justo, en el cual, lo que importa es sostener al productor del bien o servicio para que continúe produciendo el valor social que genera. Tal vez esto podríamos denominarlo, Economía de la Comunión, Economía Social, Economía del Bién Común, Capitalismo 3.0, Socialismo, cooperativismo, en fin. Desde mi punto de vista, me surje llamarla Economía Humana, tal como lo menciona el posteo o Economía Ética, ya que propende a la expresión del más alto potencial del ser humano, la donación de lo propio para "el otro" y para la conservación del planeta, manifestado en términos económicos.
ResponderBorrar