Me lo he pasado la vida conversando. Hay varios que lo podrían confirmar.
¿Y para qué te vas a juntar con ..? ¿Conversar para qué?
No siempre tengo la respuesta a la mano, pero algo en mi sabe.
Pienso que muchas personas podrían tener esta misma sensación y además coincidir en que nos pasamos la vida conversando. Tanto en nuestra vida social, como en el trabajo.
Recuerdo cuando un amigo me dijo, "deja de meter blogs en las empresas, que a los dueños no les interesa que la gente converse, les importa que la gente haga la pega", el trabajo.
Hoy, influido por mi experiencia, muchas lecturas y cursos y últimamente rematando con el curso Leading from the Emerging Future del MIT con Otto Scharmer, concluyo, que la calidad de como conversamos es central.
Es a través de nuestras conversaciones que pensamos con otros y creamos el mundo en que vivimos.
El conversar tiene tres ejes. Uno dirigido hacia el mundo ahí fuera; el mundo de los hechos, las cosas. Otro dirigido a las personas y su interioridad. Y un tercero dirigido hacia lo profundo de nosotros mismos.
El primer eje lidia con la apertura de la mente. Mirar y ver el mundo, requiere un bajo nivel de juicios, o una buena apertura mental. Escucha el mundo sin juicios y estarás en la zona del open mind, como lo llaman los gringos.
Hay muchas resistencias para realmente abrir la mente. Mucha gente tiene ideas preconcebidas de como es el mundo y suelen cerrarse a escuchar algo que no resuene con como ellos lo ven.
Juicios descalificatorios, apagar el interés, no escuchar o más, silenciar las voces disidentes, son formas corrientes de defensa y bloqueo para poder ver el mundo desde otras perspectivas.
El fanatismo es ya el extremo; la certeza ciega.
El segundo eje del conversar consiste en escuchar desde el interior del otro. Ello requiere habilitar el propio interior, pues esa forma de conversar no es solo con la mente pensante, requiere abrir el corazón. Se requiere tener desarrollada la capacidad empática, que es una capacidad que reside en el cuerpo, mas bien por el lado del corazón. Lo llaman tener el open heart.
Desarrollar el ojo para detectar cuando los corazones están abiertos y cuando cerrados, es una capacidad valiosa. Hay personas que hacen eso, sostienen conversaciones en que saben hacer, consciente o inconscientemente, mover los espíritus de manera que las personas abran el corazón. Y es otra cosa.
El cinismo, la hipocresía y las tallas, cierran el corazón. La insensibilidad, impide la conexión desde el corazón. No siempre es así, me decía un amigo, cuidando el espacio de las tallas. Cuidado, le decía yo; más pienso que el sujeto sobre el cual va la talla, puede que muestre una sonrisa o carcajada a tono con el resto del grupo, pero apostaría a que su corazón se cerró. Tendrá más cuidados hacia adelante; se cuidará; está levantando defensas.
La calidad de las conversaciones tiene que ver con desde donde estoy parado hablando. Desde una posición de mente abierta y corazón abierto ? Desarrollar el ojo para ver eso, gestionar eso, es capacidad valiosa, sin duda.
Si converso desde un corazón cerrado, la conversación será de un tipo. Si converso desde una mente cerrada, también.
A este no ver desde donde conversamos, lo llaman algunos el punto ciego de nuestra cultura.
El tercer eje, tiene que ver con la conexión profunda interior, personal. Tiene que ver con escuchar lo emergente desde lo profundo.
Conectar con esta dimensión, es favorecida con el desarrollo de capacidades que van con la meditación, el estar en el presente, la relajación y el silencio.
Conectar a este nivel es sentirse parte del todo, desde el ser profundo que es cada uno.
Crear el espacio para que las personas conecten a ese nivel y hablen desde ese nivel, es otro tipo de experiencia conversacional. Algunos dicen que uno se transforma y sale otro de ahí.
La arrogancia nos bloquea este tercer eje; nos bloquea el acceso al ser profundo. La arrogancia nos llena la cabeza con esa cosa llamada Ego, que llena a la persona de contenidos de si mismo más que nada, que le dicen lo importante, grande, exitoso, bello, lo que sea, que se piensa se es, que al final de cuentas distrae de la conexión con el verdadero ser profundo. La sensación de vacío está aquí a la vuelta de la esquina.
Al parecer, conversar accediendo en profundidad a los ejes dos y tres, requiere acceso a la inteligencia del cuerpo y soltar, en parte, la tan sobre abundante inteligencia de la cabeza o racionalidad.
Y otra cosa, acceder a la magia de la inteligencia profunda, de la sensación sentida, de sentir profundamente el cuerpo, nos conecta con un futuro que tira, que empuja, que quiere emerger. Conversar a este nivel, significa otro nivel de conciencia, pues requiere disponer del impulso hacia donde nos lleva el pasado de donde venimos, abrirse a lo que quiere emerger de un supuesto futuro que ya está aquí, y todo esto solo ocurre en una experiencia que se vive en total conexión con el presente.
Este tercer eje para que prospere, requiere una apertura a cambiar, a transformarnos, a dejar ir ciertas formas de ver, de comportarse o hacer, y probar otras, nuevas. A esto lo llaman tener la voluntad de cambio, abierta. Lo llaman en inglés, open will.
Aprender a conversar, nos conecta con la inteligencia colectiva, que yo siento quiere cambiar a este mundo de la dirección que trae, a otra más lucida, colectiva, co-creada.
El mundo está demasiado complejo, para no perfeccionar este órgano que son las conversaciones para la co-creación.
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Reflexiones sobre el conversar
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
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Interesante observación. Te envío por interno un escrito de Goethe muy interesante sobre el arte de conversar. Un abrazo,
ResponderBorrarEste es el artículo que me mandó Juan Ignacio.
BorrarGracias, Gabriel. "El arte de la conversación" es una oportuna llamada de atención en un momento en que las fuerzas que nos empujan al espléndido aislamiento son muy potentes. Vivir, a fin de cuentas, es convivir.
ResponderBorrarMe encantó este artículo, claro, inteligente y de gran ayuda.
ResponderBorrarRebe
Me gustó la división de los tres ejes de las conversaciones. Interesante, clara y muy didáctica.
ResponderBorrarLo que si me parece, que para llegar al segundo eje, hay que partir por el tercer eje, porque para poder tener una conversación de open heart, tengo que tener un nivel mínimo de confianza en mi mismo para atreverme a abrirme frente al otro y eso supone un trabajo previo del open will, para tener una leve idea de mi interior.
Buenísima reflexión Gabriel!
ResponderBorrarYo siento que en los tres planos debo estar peleando para que que ocurran las aperturas de la mente, el corazón y el espíritu. Y Creo que es porque vivimos un sistema que empuja, como dice Chul Han, todo sólo a la eficiencia del sistema, lo que nos enajena. Y entones quiero ser empático pero tengo que cumplir planes con fechas y presupuestos y debo ser antipático para lograrlo (lo que me produce contradiccones y sufrimiento); quiero mirarme y conversar con mi ser profundo, pero me llegan 10 correos urgentes y me sacan de mi conversación interna; quiero mirar el mundo "open mined" pero también hay que dar de comer, vestir, techar, mover, etc etc, a 7,5 mil millones de seres humanos.
Me cansé de pensarlo y escribirlo!
Pero concuerdo 100% contigo que algo nuevo tiene que emerger de nosotros mismos para cambiar esta locura.
Entonces, analizadas las categorías de conversaciones, pienso que hay que explorar técnicas para hacerlo junto a la locura diaria. Y tu tienes varias que aplicas así es que te propongo que exploremos cómo hacer que para que nos demos los tiempos y los espacios para vivir mejor la locura, con espacios para conversar profundamente a la vez; y para que surja lo nuevo mientras todos los humanos seguimos conviviendo con un sistema a ratos insensato.
Abrazo,
Guillermo
Gabriel,tus envios semanales te los agradezcos profundamente porque los recibo como una invitacion a revisarme y esforzarme por ir encontrandome con el equilibrio mente, cuerpo y espiritu en la vida diaria ,con los desafios que te encuentras apenas abres la puerta de tu casa.El segundo y tercer nivel requieren un trabajo profundo de generosidad y bondad amorosa hacia el otro y hacia si mismo ,para entablar una relacion desde lo mejor de cada uno,y reconocerse que en el amor somos iguales.
ResponderBorrarTodos de acuerdo con lo importante que es el open mind, el open heart y el open will, pero todo eso requiere tiempo, disposición, reflexión profunda... y la pregunta que me surge es "con qué nos ponemos para lograrlo"? o, a qué estamos dispuestos a renunciar para lograr ese tiempo, disposición, reflexión profunda? por cierto, nada de esto es gratis!
ResponderBorrarGracias Gabriel por hacernos pensar, abrazo
Gracias.
ResponderBorrarPara abrir estos OPEN preguntarse:
El mundo, Open mind, donde estoy?
El otro, Open heart, con quién estoy?
Yo profundo, Open will, cómo estoy?