Experimenté el goce del encuentro entre amigos que se saben cómplices de las dinámicas de las conversaciones profundas, personales, de sus Grupos de Desarrollo, donde empecé a aprender de la potencia del buen conversar y quizás más, del buen escuchar. Del respeto, del valor de la vulnerabilidad tirada así, arriba de la mesa.
El baile de los Raipillán, bellamente vestidos, orgullosos en sus expresiones, diestros en sus movimientos al son de la música, que activaba nuestros cuerpos y espíritus. Grupo que sale del mundo de la población, donde se lucha cara a cara con las balas del narcotráfico.
En el cocktail, todos los afanados mozos eran síndrome de Down, expresión de la misma Desafío que conecta mundos, pues los grupos, aun llamados GG por gerentes generales, que venían a aliviar su dolor de la soledad del mando, se encuentran en distintas circunstancias moduladas por Denis y Pedro, conectaban a estos con los olvidados de la sociedad. Y lo han logrado magistralmente; ahí estaba expresado y desplegado, como siempre.
No entendí el título del libro, "Una Presencia Indecible", sino hasta que iba avanzado en la segunda lectura del libro. Y no la entendí, seguro por mi ceguera, propia del ateo o del que no piensa, ni habla, ni conversa con Dios.
Cómo esta cosa, tan profunda, tan a la base, de esa relación con Dios de Denis, que a mi se me hace tan elusiva, desconocida.
Una potente circunstancia, central de la vida de Denis (se pronuncia Dení), esta conexión con Dios, que parece orienta su andar fundamentalmente.
Nacido y criado en Francia, en una familia pudiente, muy católica, que lo pone en los mejores colegios y universidades, aparte de en contacto con los círculos más conspicuos.
Alguien se le cruza en el camino, un tal cura Schneider, que lo invita a conocer "otros mundos". Será el mundo de los puestos aparte. Y a Denis, como que se le expande la conciencia. No solo ve más, siente más, elabora con más profundidad. Se enriquece en todos los sentidos.
Me impacta la dureza del padre de Denis, que expulsa de la familia a su hermano más querido por su padre, porque embaraza a su secretaria. Un pecado imperdonable, por el que deja de verlo hasta el día de su muerte, a pesar de que ese hijo hizo familia estupenda con esa secretaria, toda su vida.
Esa estrictez estúpida de una iglesia ya pasada, a veces pienso, otras dejo de hacerlo. Me impactó.
Pero quizás lo que más me impactó es que Denis, que nada tiene de esa estrictez, venga de ahí.
El profundo dolor de su viudez, de una mujer a la que amaba, aparte de compartir causa de vida tan profundamente. Se queda solo con sus tres hijos; o son cuatro ? Cómo se las arregla, con un trabajo intenso, con viajes frecuentes. Cómo las ayudas caen de cielo y lo logra.
En Chile, en el monasterio de los Trapenses, vive otra experiencia profunda. Una conversación y el dique de su pena se rompe y se pone a llorar por días. Y siente el abrazo tierno de Dios; lo siente de verdad. Y decide quedarse en Chile.
Denis Gallet y Benito Baranda |
Pero los amigos de Denis, no fallan.
Se va abriendo espacio y va recibiendo regalos, muchos regalos. Denis vive de los regalos, se podría decir. Y dedica su vida a su misión, que terminará en todas estas cosas que viene haciendo en esta maravillosa obra que ha sido Desafío de Humanidad.
Denis Gallet me enseñó a mi, a poner toda la atención y escucha, calidez y ausencia de juicios, en el otro.
Cada vez que iba a conversar con él, me decía, espera un segundo, para terminar algo en que estaba y estoy entero para ti, Y de verdad, le decía a la secretaria que no fuera interrumpido y se sentaba frente a ti, se echaba para adelante y vamos conversando .. de alma a alma.
No he conocido nadie que esté más entregado, más acogedoramente, más como feliz de estar contigo, que Denis Gallet. Siempre me he sentido muy bien y he sentido que todo lo que podía salir de mi, salía en esa conversación.
El fue uno de mis principales maestros del conversar.
La presentación que hizo del libro Benito Baranda, habló muy bien del libro pero más de Denis, y me mostró la estatura espiritual y moral de este gran sencillo hombre que es Benito. Impecable presentación. Ojala la hayan filmado y se pueda poner en la red.
Dijo algo que se me pegó en la retina: los tiempos que corren ameritan que saquemos la voz y dejemos de quedarnos callados.
Bueno, lo de ayer fue una fiesta, en todo el sentido de la palabra. Felicito a los que lograron hacer que Denis produjera este material, que pienso expresa una voz, una vida, que vale la pena escuchar y propagar.
que buen posteo Gabriel. cada día escribes mejor! refleja muy bien lo que vivimos ayer. te felicito!
ResponderBorrarDEBE SER UN HOMBRE EXTRAORDINARIO, PERO LO MÁS EXTRAORDINARIO EN ÉL LO HACE DIOS. REUNE TODOS LOS DENIS QUE RECORREN EL MUNDO, TODOS LOS BENITO BARANDA, TODOS LOS HOMBRES DE LUZ QUE TOCAN EL ALMA Y COMPRENDERÁS QUE SON LO QUE SON POR OBRA DE DIOS. EXISTEN HOMBRES NOTABLES, PROFUNDOS, INTELIGENTES HASTA BRILLANTES, MUY TRABAJADOS Y DE GRAN PROFUNDIDAD, PERO AQUEL QUE TIENE A DIOS EN LO MÁS PROFUNDO DE SU SER TRASCIENDE
ResponderBorrarGabriel, recién leo el comentario al libro de Denis (Denï) y me ha entusiasmado mucho el libro. Con ganas de adquirirlo y también con ganas de creer en Dios: yo creía y siento que ya no tanto, no precisamente por la Iglesia Católica sino por el Antiguo Testamento. ¿Será uno más rico interiormente si cree en Dios, o basta con que crea en la trascendencia del ser humano, en la espiritualidad? Son preguntas que se me vienen a la mente con tu, creo que, acertado comentario de este libro. Gracias.
ResponderBorrarMuchos son los llamados.... pocos los escogidos.
ResponderBorrarSiempre tan ameno Gabriel.
Saludos