domingo, abril 14, 2024

Libro La nueva lucha de clases de Slavoj Zizek

El tema son los emigrantes y refugiados en Europa y el terrorismo.
Slavoj Zizek hace una lectura de los fenómenos migratorios masivos que están ocurriendo, muy particular y dignos de ser considerados.
La culpa en buena parte tiene que ver con el Capitalismo globalizado.
La otra consideración para explicar todo esto, son los vientos sembrados por los países colonizadores que se metieron en países en tantas partes, destruyendo sus entramados sociales y económicos, dejando ahí solo caos. Bueno dice, donde siembran vientos, cosechan tempestades.

El perjuicio del Capitalismo globalizado lo explicitará claramente Bill Clinton el año 2008, cuando dijo “La fastidiamos, en el tema de la alimentación global, al tratar las cosechas como mercancías en lugar de como un derecho vital de los pobres del mundo”.
Las mejores tierras terminaron siendo utilizadas para cultivos de exportación, con la consecuencia de destruir la autosuficiencia alimentaria de esos países.

El Capitalismo globalizado creará un muro de separación entre los incluidos y los excluidos; crearía un nuevo apartheid.
Los excluidos son los que ni producen ni consumen.

Un caso patético es el Congo, un país completamente fallido, gobernado por señores de la guerra, con ejércitos que incluyen a niños drogados. Cada uno de estos señores de la guerra controla un territorio que posee alguna riqueza estratégica como coltán, diamantes, cobre, cobalto y oro. Estos señores mantienen relaciones comerciales con una empresa o corporación extranjera que explota esas riquezas.
Slavoj Zizek señala que la manera obvia de terminar con esa realidad desastrosa, es cortar esa vinculación con esas empresas extranjeras, que son parte del alma Capitalista.

Cómo se explica el terrorismo. Esta casa de cristal que es el Capitalismo, deja fuera a millones de personas que experimentan su realidad de dos formas. O anhelan parecerse a los liberales, demócratas, capitalistas o los envidian. Estos últimos, saben que nunca llegarán ni a acercárseles y por lo tanto, las pulsiones internas, se desvían a la ira parida, incluso autodestructiva. De aquí salen los terroristas.
La religión, de apariencia fanática, es simplemente un vestuario justificatorio, en definitiva algo superficial.
Hoy en día nadie cree en las religiones, me pareció entenderle a Slavoj Zizek, sino que asisten a los rituales y hacen lo que haya que hacer, para sentirse parte de esa comunidad.

Interesante me pareció la reflexión que hace de la idea del prójimo. El otro, el prójimo, es aquel que tiene conductas cuyo trasfondo no comprendemos y nos resulta inquietante.
Pretender ir al otro, conversar con él, para comprenderlo, le parece sin mucho destino. En parte, porque ese otro tampoco puede explicar en profundidad sus conductas; no se conoce.
Y la verdad, dice, es que nosotros tampoco nos entendemos mucho a nosotros mismos.
Así que lo mejor es irnos por una ruta de alienación, hacernos los locos, emborracharnos y abrazarnos, a ver si eso salva las distancias.

Lo que sí recomienda Slavoj Zizek, es un trabajo sesudo de elaboración de una cultura universal de convivencia, estableciendo normas de aceptación y convivencia, fijación de distancias y una policía y leyes fuertes que se apliquen en caso de transgresiones.
Un trabajo de elaboración por una instancia universal, que aún no existe.
No está fácil la cosa, que incluso se puede distorsionar al punto de retomar la vieja lucha de clases, ahora entre los locales y los emigrantes.

3 comentarios:

  1. Gracias Gabriel, me animo a leerlo sabiendo que propone una cultura universal de la convivencia, como dices. La convivencia es el concepto y la experiencia más amenazados, cuando la desconfianza se mezcla con la ira.

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  2. Es cierto lo que dice sobre Congo en aquello de las empresas que explotan las riquezas del país y de que sus gobernantes lo tienen en la miseria. Podría haber mencionado también a las empresas que explotan la riqueza petrolera de Venezuela y tienen a ese país también en la miseria.

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    Respuestas
    1. Anónimo5:46 a.m.

      Para que la riqueza, se transforme en un producto transable, desde la tierra hasta consumidor, se requiere administrar. Eso es lo que hace una empresa, llevar la riqueza al alcance de quienes la necesitamos. Esa administración es tanto o más compleja que la misma “riqueza”, es decir, sin administración, sin empresa no hay riqueza. ¿Es a ese valor al que llamas explotación? Ocurre que quienes, no hay organizado ni administrado, trivializan la operación, administración, logística y comercialización y creen que transformar tierra en un cátodo de cobre es trivial, o sacar crudo y llevarlo a una estación de bencina para llenar el estanque es cosa de “querer”, desafortunadamente no es así. Sin administración no hay riqueza, es difícil de entender, solo los que lo hacen conocen la complejidad y por eso es que se hacen pagar. Piénsalo

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