Terence Cook desde los 50 años figuraba como un alto ejecutivo retirado, tranquilo económicamente, y dedicado exclusivamente a jugar golf, seis días de la semana, su gran pasión.
Hicimos un blog juntos, donde el tema era obviamente, el golf.
Terminamos ese blog y nos detuvimos a reflexionar sobre lo que estaba siendo su vida y lo desafié a ir más allá y crear, inventar, una oferta para el mundo.
Fue ahí cuando se le ocurrió apelar a este conocimiento que tenía, de jugar, en el momento de golpear la pelota, con el hemisferio derecho del cerebro. Y dejar el hemisferio izquierdo, para cuando mirando la cancha, con la pelota por delante, analizaba todos los elementos racionales de la circunstancia específica.
Llegó a la última de nuestras sesiones de blogger-coaching, con un posteo con la oferta económica. Consistía en cuatro clases, una a la semana, de media hora de trabajo teórico y 9 hoyos de golf. Todo por un millón de pesos; una cifra no menor en esos días.
La publicamos y nos despedimos.
Un mes y medio después me llamó para decirme que había vendido 15 paquetes. Además le estaban pidiendo dar charlas a ejecutivos de importantes empresas de la plaza y empezaba a pensar en escribir un libro.
Hace pocos días en un almuerzo de ex Unisys, donde ambos trabajamos, me rindió un homenaje, agradeciendo mi intervención en esa historia, que contó. Hoy Terence Cook se encuentra recién retirado de su rol de instructor, pero no de golfista activo, aún manteniendo un muy buen hándicap de 3.
Hoy reflexiono de las bondades del coaching, qué puede interpelar a una persona como Terence Cook y movilizar golpes de timón en la vida de una persona que pueden ser significativos.
cómo es eso de reunión ex Unisys…. y sin invitar?
ResponderBorrarMe sumo al comentario anterior!!!!!
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