jueves, abril 24, 2014

El tema del valor personal

Por alguna razón este tema me merodea esta mañana. Cuál es el valor que uno tiene de si mismo y cual es el valor que los demás te dan.

El tema de la autoestima, tiene que ver con la valía personal, el valor que yo me doy a mi mismo.

El valor es un juicio; algo que alguien dice respecto de algún atributo de algo o alguien. En el caso de la autoestima, es el juicio que yo hago de mi propia valía.

Este juicio suele ir acompañado de emociones, obviamente. Si me valorizo mucho ando de una forma emocionalmente hablando y si me valorizo poco, ando en otras emociones.

Los que estudiamos estas cosas, de los juicios, sabemos que los juicios son fundados o infundados. No son verdaderos o falsos.

Pero, los juicios que tenemos de nosotros mismos, muchas veces vienen de nuestra historia remota y dependen de contextos familiares en los que nos tocó vivir. Y parte del trabajo de coaching es instalar nuevos juicios de si mismo, lo mejor fundados posibles en hechos actuales o incluso en hecho que se van produciendo a conciencia.

Eres atrasada ? Empieza a llegar a la hora y empieza a tener hechos que funden un juicio distinto. Este es un aspecto del trabajo con un juicio como ese; hay otros factores que trabajar.

Hay otro valor personal, que tiene que ver con lo que el mundo, el mercado, está dispuesto a pagar por tus servicios o productos. La riqueza personal, en un país de relativa igualdad de oportunidades, está alineada con el tipo de oferta que eres y como el que te compra, valora eso.

Nos hemos abocado a realizar estudios y obtener certificaciones o títulos, que serían ellas las que nos confieren valor. Soy ingeniero de la Chile, valgo una cosa. Soy Diseñadora de la U. del Desarrollo, tengo otro valor. El pago es distinto, bottom line.

Siempre me ha llamado la atención como estos títulos nos confieren un tremendo valor de identidad. Somos esas certificaciones. Un amigo mio que ya se fue, me decía que él había "estudiado ingeniería", no era ingeniero; era otra cosa, era Raúl. Ejercía como coach al final de sus días.
Más acojo esa idea de que soy el oficio que hago, cuando este me apasiona.

Hoy, saber que quieres hacer en la vida, que aporte quieres hacer o ser, para la sociedad, es clave. Si tienes claro esto, el aprender, alineado con ese hacer, es el verdadero valor del aprender.
Y si estoy en lo que de verdad quiero hacer, y mi aprendizaje es permanente y se alinea con ese hacer, y si además le sumamos emociones como la pasión o el entusiasmo, la buena onda, el liderazgo, la creatividad; las probabilidades de una buena vida y de sentirte valorado, tanto por ti mismo, como por el público, será altamente probable.

Conclusión: tener una valoración de si mismo basada en un buen conocimiento de si mismo, junto a un norte claro, satisfactorio, de qué hacer o qué se está haciendo en la vida, tras una buena valoración de los otros, son claves del bienestar.

miércoles, abril 02, 2014

Libro Deja de ser tú de Joe Dispenza

Agradecido con Claudio Zamorano, que un día me pasó este libro y me dijo: tienes que leerlo.

Este libro me puso en la reflexión profunda del mundo en que vivimos, volcado al exterior, cimentado en la ciencia, el racionalisno, la tecnología, la producción, los negocios, las cosas que hacemos y compramos con el dinero. Y me puso en contacto con el enfoque cuántico, que dice que más que materia y bioquímica, somo energía vibracional.

Joe Dispenza y su libro
Dispenza es un estudioso del cerebro, sus frecuencias de vibración y los estados mentales que las irradian, y lo que permiten e imposibilitan.
Por ejemplo, en estado de estrés, estamos en frecuencia de ondas cerebrales beta de alta frecuencia, que nos ponen en un estado parecido al de atacar o salir arrancando, con mucha energía puesta en esas funciones de sobrevivencia, y cancelados los circuitos regenerativos, como también los mecanismos protectores de inmunización. De ahí las enfermedades de los estresados; enfermedades a veces gravísimas.

Pasar de un paradigma al otro es realmente un cambio sustantivo, una elevación en el nivel de conciencia, en definitiva.

En vez de pensar que nuestra realidad la configura nuestra "realidad" exterior, el cómo hagamos, cómo dispongamos las cosas a nuestro alrededor; y pasar a pensar que la realidad parte en nuestro interior, en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de sentir, y son esas cosas, internas, las que crean la realidad en que vivimos. Y que podemos intervenirlas.
Es un cambio enorme.

Ahora, Joe Dispenza plantea que a través de la meditación, en frecuencias alfa o zeta de nuestro cerebro, podemos acceder al sistema operativo de nuestra mente y hacer intervenciones.
Intervenciones de que tipo? Por una parte de percatarnos que somos ciertos hábitos conductuales, donde ciertas emociones se activan y acoplado a ellas, ciertas formas de pensar. Hábitos instalados en la forma de circuitos neuronales que se activaron en eventos de nuestro pasado remoto, por circunstancias que nos tocó vivir.
campo cuántico en la meditación
Y, podemos básicamente, a través de imaginería y el conectar con emociones deseables, desarrollar nuevas circuiterías cerebrales, que operarán en estado de vigilia, casi como si ya las hubiéramos vivido, pero en una disposición de mucha conciencia y presencia.
De ahí el título del libro, "Deja de ser tú", que la verdad al principio me generó algunos anticuerpos.
Bueno, el rediseño de uno, que Dispenza propone a través de la meditación, va más al tú verdadero, siendo el tú normal o habitual, más bien Ego.

Cuando logras cambiar tú y al mismo tiempo salirte del paradigma newtoniano que te tiene centrado en el mundo exterior, descubres que eres el creador de tu realidad, no así voluntariosamente, sino que potentemente. Así dice Joe Dispenza.

La verdad, he estado aplicando algunas de estas ideas en mis sesiones de coaching, con, debe decir, por una parte buena acogida y por otra, sorprendentes resultados.

Será cierto todo esto? La verdad, me tinca.

La cosmovisión cuántica, de que somos energía vibracional más que materia y bioquímica, y por ello andamos rodeados de un campo energético, que en nuestras interacciones con otros chisporrotean, se comunican, se pasan información, sería un campo consciente, un campo que siente, un campo ... divino.

Referencias:
Mis notas sobre el libro
Video La mente divina con Joe Dispenza