viernes, febrero 19, 2016

Libro Reinventando las Organizaciones de Frederic Laloux

Dejo claro que este no pretende ser un resumen del libro, sino cómo me pasó a mi con el libro; en qué cosas me quedé pegado, dándole vueltas; qué cosas del libro se me quedaron pegadas.

Hay una mirada evolucionaria de las organizaciones, ligada a niveles de conciencia. El que mejor, al menos a mi, me ha ilustrado de este fenómeno, es Ken Wilber, cuando en el libro Después del Edén, hace un raconto de la historia de la humanidad, mostrando los distintos niveles de conciencia por los que hemos pasado y todos los que están hoy presentes, en distintos grados. La teoría de la Espiral Dinámica también ilustra muy bien esto. Y cada uno de ellos con su tipo de organización empresarial.

Frederic Laloux
Bueno, hoy las empresas son mayoritariamente un fiel reflejo del nivel de conciencia naranjo-logro, enfocado a maximizar el valor para los accionistas, priorizando la mirada de la rentabilidad a través de los estados financieros, la planificación estratégica, el establecimiento de metas, apuntalándolas con incentivos de todo tipo.

Este nivel de conciencia ha tenido un tremendo éxito, pero nos tiene algo patas para arriba en varios aspectos. Uno de ellos es el ecológico y el otro, el enriquecimiento desmedido de un grupo muy pequeño de la sociedad, en desmedro de la gran mayoría, con un resultado de inequidad preocupante por sus repercusiones sociales.

Frederic Laloux pesquisa empresas que hayan superado ese estadío y muestren claros síntomas de haber dado un salto adelante. Y las encuentra en el número de 12. Las investiga y nos cuenta lo que descubrió.
Cae en cuenta de que claramente estamos frente a un nivel superior de conciencia y de que es solo ello, lo que permite el salto, que además resulta sorprendente y no fácil de implementar y sostener.

Las empresas pasan de ser vistas como maquinarias optimizables, a organismos vivos. Esto quizás es lo más importante. De la mirada ingenieril, mecanicista, empieza a ser más útil el conocimiento de las células, de la biología.
La empresa empieza a ser vista como un organismo vivo, con alma, sentimientos y propósito intrínseco.

evolución por niveles de conciencia
Un tema central de estas empresas, es la importancia que le dan al propósito de la empresa; siendo el propósito el sentido, el para qué existe, cual es su contribución a la sociedad, que brota del alma de este organismo y no de la cabeza.
Y como estamos hablando de la empresa como un organismo vivo, encontrar su propósito es como indagar cual es mi propósito en la vida; algo nada fácil.
Se reúnen masivamente y hacen ejercicios de indagación, de sentir, de buscar a través de imaginería conectada con meditación. El propósito lo sienten las personas de la organización. No sale de un comité que hace una reflexión.
Muchas veces viene de la inspiración del fundador, que da el puntapié inicial. Después será el organismo creado el que va acomodando este muy importante propósito de la empresa.
Y este propósito opera como un vector energético poderoso.

La empresa está formado por círculos, grupos de entre 10 y 40 personas, donde todo se resuelve. Desaparecen todos los mandos medios y gerentes. En muchas de estas empresas anda un puro CEO por ahí; y aparentemente no es mucho lo que hace. Sostiene el espacio, dicen; no es tan fácil entender esto. Es un referente moral, sin duda.
El poder se fue a la base de la pirámide y las cosas que hacen falta, brotan del que vio la necesidad y solo debe pedir consejos a quienes serán afectados por lo que quiere hacer y quienes saben de esas materias. Nadie le puede impedir hacer lo que ve como necesario. Y quizás lo más importante, es que esa persona, que está llevando adelante la iniciativa, de lo que sea, es responsable.
Esto lo llaman auto-gestión. Se hace necesario desarrollo personal y cojones, a todo nivel organizacional.

organigrama de una de estas empresas
El tercer punto más importante, es que se busca que las personas estén en el trabajo lo más íntegramente posible. Es decir, que pongan en lo que hacen, su corazón, su intuición, su estilo personal, la persona tal cual es, sin restricciones. Persiguen la plenitud de las personas en el trabajo.
Frederic Laloux hace una metáfora que me pareció ilustrativa, que consiste en observar a los pinguinos cuando caminan por la  tierra o el hielo, donde avanzan con dificultad y de volar, ninguna posibilidad. Así ven a las personas en las empresas actuales, donde la función y el perfil del cargo, tienen a la persona acotada a una baja fracción de la persona que realmente es.
Ahora, cuando el pinguino salta al agua, la cosa cambia, Es un verdadero volador de alta destreza bajo el agua. Esto es lo que buscan que sean las personas en la empresa.
Por eso el trabajo con los valores de la empresa, el clima, son esenciales. Se buscan cultivar comunidades entre los trabajadores, usando capacitación no solo para desarrollar habilidades, sino también desarrollo personal y crecimiento de la persona.
La confianza es total, lo sagrado de los compromisos, al punto que el contrato de trabajo se transformó en acuerdos formales, compromisos entre pares. El peso moral que debe tener el CEO y los principales líderes naturales, para que el cimiento principal de este tipo de organizaciones, que es la cultura, de verdad arraigue. Es otra cosa la verdad, nada de fácil de implementar; pero que la veo posible y sumamente atractiva.

Hay empresas con estas características en diversos ámbitos y tamaños. No son tantas aún, pero lo que me entero a través de la lectura de este libro, realmente me entusiasmó. Me parece un campo de exploración fascinante.

Dejo a continuación el nombre de algunas empresas presentadas en el libro, que operan bajo este esquema, su rubro y un video del CEO o fundador.
Buurtzorg, enfermeras a domicilio de Holanda; Jos de Blok
Sounds True, divulgación de conocimiento espiritual; Tami Simon (video1, video2)
FAVI, manufactura de metal francesa; Jean-Francois Zobrist
Sun Hydraulics, componentes hidráulicos; varios
RHD, servicios a personas con problemas; Robert Fishman
Morning Star, transporte y procesamiento de tomates en EEUU; Chris Rufer
Heiligenfeld, hospitales de salud mental alemán; Joachim Galuska
ESBZ, escuela en Alemania; Margret Rasfeld
HolacracyOne; empresa de concultoria y capacitación en el formato de autogestión; Brian Robertson
AES, empresa global de energía; Dennis Bakke
Patagonia, ropa deportiva; Yvon Chouinard
Zappos, venta de zapatos online; Tony Hsieh

Alguien me preguntaba si había en Chile empresas de este tipo; y a mi se me vino a la mente Plataforma Networks de David Assael, donde nadie entra a trabajar ahí que no apasione por la arquitectura y el urbanismo; y donde David y todos van todos los días, movilizados por un potente propósito de la organización, a aprender. Y cómo y cuanta plata ganan, no es tema central ni mucho menos, sino que un subproducto, un síntoma de que están cumpliendo bien el propósito.

Recomiendo este libro especialmente, pues creo afectará la forma en que miramos a las empresas y al rol de las personas en ellas. Fue para mi un libro inspirador.

lunes, febrero 08, 2016

El enojo de Maturana

Escribo esto desde lo que me pasa a mi, con este tema que parte con la entrevista a Maturana en la revista Capital y sigue con varias entrevistas, cartas y artículos.
Y donde el coaching ha sido cuestionado.

De leer a Maturana, entiendo que lo ontológico no es lo suyo, pues descarta la posibilidad de acceso, incluso de existencia, de un ser en si. Y la verdad, medio me convence. Por ello ando probando diciendo que dejo de ser coach ontológico y paso a ser coach epistemológico.

Humberto Maturana
Maturana está enojado, y anda diciendo cosas. Con que estará enojado, me pregunto yo.

Esta trifulca ha puesto al coaching en las noticias, en la conversaciones de la gente. Y eso puede ser bueno, o incluso malo, según como salga parado el coaching de todo esto.
Yo pienso que es bueno, reflexionar sobre el coaching. Hasta podría ocurrir que esta discusión-conversación produzca una vuelta de tuerca al mismo coaching.

Maturana dice que él no trabaja por resultados. Cuando vi eso en la revista Capital, me detuve. Acababa de terminar de leer su libro El Árbol del Vivir y tenía contexto para una nueva interpretación de lo que estaba diciendo.
Los seres vivos viven en el presente continuo cambiante. No hacen planificación estratégico; no se fijan objetivos. La biología no planificó el ojo, la capacidad de ver. Entonces cómo lo hizo ??
Lo hizo en algo que pasa en el presente continuo cambiante. Algo ahí fue haciendo el ojo. Nunca fue un resultado que se quería obtener... Notable.

Algo de esto estoy viendo en las empresas que describe Frederic Laloux en su libro Reinventando las Organizaciones. No hacen planificación estratégica. Guau.
Van viendo minuto a minuto, conectados con el poder de sentir, intuir, lo que hace falta ahí ahora. Y ello lleva al resultado. Y ello además no los desconecta del ser que son (aquí me va a parar Maturana en seco). Pues la conexión con el ser que somos y operar desde ahí, es la máxima potencia que somos puesta en acción. Lo que hoy hacemos en las empresas es lavarnos de nuestro potencial, dejarlo fuera de la empresa para vivirlo en la vida fuera, y operar como meros hacedores de mandatos de otros, como meras piezas de una maquinaria. Que manera de desperdiciar capacidad !
Será eso lo que quiere decir Maturana cuando dice que no trabaja por resultados? Si es eso, se lo compro.

El ser que somos no es una realidad en si; es una distinción en el lenguaje; es una creación humana, al igual que el tiempo. Eso de que el tiempo no existe, que dice Maturana; no existe en la naturaleza, en la biología. Me parece. Y de que nosotros los humanos, en el lenguaje, inventamos el tiempo, también se lo compro. Pero igual vivimos el tiempo como una realidad nuestra, no como una realidad en si, pero que nos parece como si fuera un en si.

Rafael Echeverría
Claro, quizás muchos coach, o ideólogos del coaching, confunden, confundimos conceptos. La realidad no existe, dice Maturana. No tenemos equipamiento para acceder a ella; por eso inventamos, producimos una realidad en el lenguaje, apoyado ello en los sentidos, en la cosa integral que somos. Y esa realidad que producimos es nuestra realidad; que no es la realidad real o realidad en sí. por eso no es ontológica, sino que epistemológica. Se entiende ? Entiendo ?
Si incorporamos con todo, el planteamiento ateísimo de Maturana, este paradigma se da vuelta de campana. Por eso las semi cosas, las cosas fraccionadas, es el camino de la transición, del paso de un paradigma a otro. Pausadamente.

Hay gente que está enojada con Ximena Dávila, porque le está quitando protagonismo, o robándole cámara a Maturana. Y Maturana no puede descargar su enojo para ese lado, porque le debe la sobrevida que ella y Matríztica le han dado. Y confundido en su emoción de allá abajo, ve pasar sus recuerdos de su relación con Echeverría y le da con todo. Tontera. Ojalá me equivoque, pero es lo que se me viene a la mente.

Maturana es un gigante, difícil de leer, pero un gigante que tenemos en Chile. Lo pongo al lado de la Mistral y de Neruda. Espero que esto no disminuya su estatura.

Y espero que el coaching se vea reforzado, pues pienso es aquel oficio que está devolviendo a la Persona al centro de la escena, que es de donde nunca debió haber salido.


Referencias:
Puntapié inicial; entrevista de la revista Capital

lunes, febrero 01, 2016

Libro El Árbol del Vivir de Humberto Maturana y Ximena Dávila

Terminé la segunda pasada al libro de sobre 500 páginas de Humberto Maturana y Ximena Dávila.
Uno de los libros más difíciles que he leído en mucho tiempo, sino el más difícil. La razón de ello, a mi parecer, es que la primera pasada completa del libro, no es para entenderlo, sino para captar el lenguaje que Maturana y Ximena inventan para escribirlo. Maturana inventó la palabra autopoiético para explicar la característica de los seres vivos y ahora inventa todo un lenguaje.

En la primera pasada no entendí nada, o casi nada; comparado con todo lo que entendí en la segunda lectura.
Algo me insta a hacerle una tercera pasada, pero ahora estoy cansado de todo lo anterior. Suficiente por un rato.

Muy presente dejan el hecho de que somo seres biológicos, con esta característica de la autopiésis, que consiste en producirse a si mismos; que nacemos y vivimos como parte de un medio, una biósfera, que nos acoge y con el que nuestra vida es posible. Sin ese medio bien acoplado con nosotros, estamos muertos.
Esto es muy importante, pues al parecer algo de esto se nos ha olvidado, y la biósfera fue puesta en otra perspectiva explotable, de negocios, o simplemente obviada, por la cantidad de escombros que tiramos en ella. Y ello nos empieza a poner en jaque, así de simple, nuestra sobre-vivencia.
Alerta sobre el tema medio ambiental y alerta también sobre el tema de la sobre-población.

Otro tema, es el tiempo, dimensión inexistente en la naturaleza, según los autores. Los seres vivos, nosotros incluidos, vivimos en el tiempo cero del presente continuo cambiante, Y la medida del tiempo, es un invento humano para su manejo en el espacio reflexivo del lenguaje que busca explicar y crear mundos.
No existe el pasado, ni el futuro. Es un invento que se nos hizo indispensable en nuestro espacio propio solo del humano, del lenguajear, conversar y reflexionar; y explicar.

Y aquí ya empieza a producirse esta escisión entre lo que es en la experiencia, y lo que construimos, producimos, en el espacio virtual de los mundos que los humanos creamos, mundos infinitos dirán los autores, en el lenguaje: la ciencia, la filosofía, la física cuántica, la religión, lo místico, lo doméstico, etc.
Vivimos en un mundo que nosotros creamos, con la dimensión del tiempo como una de nuestra más sólidas creaciones.
A mi esto me hace sentido; no tengo conflictos con ello. Igual es raro.

Introduce el hecho de que dado que es así, somos total y completamente responsables de los mundos que creamos. Y como varios de estos mundos generan mucho dolor y sufrimiento, hagámonos cargo. Para ello debemos soltar las certidumbres y cuestionar los fundamentos de la teorías y doctrinas que nos gobiernan y que nosotros mismos hemos creado.
Debemos movernos hacia la total autonomía en la reflexión y en la acción.

Uno de los temas más potentes de Maturana, de los autores mas bien, es esto de que el amor es la emoción fundacional del linaje de simios que somos en la evolución. Solo en la convivencia propia del amor, que fue posible que el lenguaje brotara; si no, no pasa.
El amor está en la base de lo que somos y esto lo hemos oscurecido, obviado, mirado en menos pues como reina el mundo de la ciencia y la racionalidad, las emociones quedaron subvaluadas porque no se pueden medir ni gestionar.
Recuerdo ese video del papa actual, Francisco, en que varias personas de distintas religiones, coinciden diciendo "creo en el amor". Maturana y compañía deben reírse, pues saben, están convencidos, que el amor está a la base de nuestra más fundamental naturaleza y esto de que las religiones se lo hayan apropiado y lo pongan como cúspide de trabajos de mucho esfuerzo...
Nooo, suelta la neura y el amor brotará de la base de nuestros cimientos!
Me gusta.

El observador. Nuestra principal capacidad como seres humanos, es la de observar. No se trata de ver el mundo que está ahí; se trata de ver lo que ves. Y desde ahí traer a la verdadera realidad humana, a través de hacer distinciones. En ese acto es cuando más creativos somos, pues estamos fundando la realidad virtual en que nadamos.
Lo que yo observo es central. Y cambiar al observador que yo soy, o a otro, es trabajo significativo. Y necesario para los tiempos que corren.

Freud
Ando buscando escritos de Humberto Maturana donde hable de sus estudios de como ven los colores las palomas, algo que hizo como el año 1965.
Por qué ? Porque como resultado de estos estudios, llegó a una conclusión que dice infinidad de veces en el libro y es puntal de muchos de sus argumentos: por nuestra constitución biológica, de nuestro sistema nervioso cerrado, no tenemos manera de distinguir entre ilusión y percepción.
Es tan radical este planteamiento, o es tan radical hasta donde él lo lleva, que me resulta difícil de asimilar, que de verdad no tengo acceso a una realidad en si, allá afuera. Me cuesta. Aparte de que toda la ingeniería y la ciencia, nuestras deidades de toda una vida, aparecen socavadas por Maturana y restringido su operar a como son las cosas en el hacer, más que en su ser.
Chao a la ontología, bienvenida la epistemología. Términos que habrá uno de aprender a discernir en la lectura del libro.

Lo más cercano al coaching es lo que los autores llaman "conversaciones liberadoras". En ellas, el que guía la conversación, produce un contexto para que el que busca liberarse, de manera que se sienta acogido, sin expectativas, sin prejuicios ni exigencias. Este contexto es el contexto propio del amor, donde se hace posible "el ver" que es necesario, para que el que busca liberarse de apegos que legitiman su desvalorización, solo vea el camino de re encontrase con el amar y el amarse. Y ello sería la liberación. Por ahí la cosa.

Darwin
Los autores le dan duro a Darwin, dejándolo con una teoría de la selección del más apto en un mundo competitivo, discriminador, obsoleta. Seriamos descendientes de una selección de los aptos, no competitiva, sino que colaborativa, amorosa. Interesante.
También le dan a Einstein e interesantemente también a Freud, que inventa esta teoría de ir al pasado (que según Maturana no existe) a remediar los daños causados. Solo existe el presente y su propuesta son las conversaciones liberadoras.
Grande Maturana, de confrontar a estos tres portentos de la historia.

Esta cultura racionalista, que por una parte sacó prácticamente al medio ambiente de la ecuación y todo lo no medible como las emociones, siendo la del amor y la ternura, fundacionales del tipo de seres humanos que somos, las dejó como aspectos del ser humano que más bien interfieren en nuestros quehaceres. Crazo error. Siendo que según Maturana y compañía, lo que guía la evolución son las emociones, los gustos, los miedos incluso.
Necesitamos urgente cambiar, salir del mundo competitivo y pasar al colaborativo, para ponerlo en muy simple. Devolver las emociones a su pedestal y a la persona al centro de nuestras preocupaciones. Si no, nos vamos a la cresta, con planeta y todo.

Un librazo que sacó Humberto Maturana con Ximena Dávila, que pienso debiera ser un must en los tiempos que corren. No te será fácil leerlo, pero si logras bancártelo, apreciaras su magnificencia.