miércoles, marzo 17, 2010

domingo, marzo 14, 2010

Tumblr, ¿qué es eso?

He venido jugando con Tumblr desde hace un rato ya. Es una nueva plataforma de redes sociales sin duda. Tiene esa funcionalidad de Twitter del "follower", que permite que yo siga el Tumblr de otros, afines a mis intereses y sensibilidades.

Puedo poner todo tipo de elementos, desde fotos (con lo que uno o mas bien yo, empecé), videos, links, audio, texto, frases p'al bronce, chateo (no lo he usado nunca). Se podría asemejar a una lista de favoritos sin fin, de las personas.

El Tumblr de cada persona es una pista, una huella profunda de su personalidad; una especie de huella digital. Que cosas son aquellas frente a las que se queda parado, mirando, asombrado, emocionado, sorprendido o simplemente porque son temas en los que está. Bueno, ese rastro es un buen indicador de quien es esa persona y como yo reacciono a él, es mi grado de afinidad más potente que se me podría imaginar en este momento.

Detectar a aquellas personas con las que tengo afinidad, creo que no hay mejor instrumento de redes sociales que Tumblr.

Y es adictivo; atrapa tu atención y roba tu tiempo; cuidado.

A disfrutarlo simplemente, a ver que espacios te abre.

El mio es este: gbunster.tumblr.com

jueves, marzo 11, 2010

Acerca del momento presente y las enseñanzas de mi padre

Leyendo hoy a Tolle, conecté con mi padre, que toda su vida manejó en el bolsillo, una hoja que sacaba de esos blocs para borrador, donde anotaba todas sus tareas pendientes.

La llevaba en el pantalón, en el bolsillo trasero. Una hoja doblada, que desdoblaba y estiraba sobre la mesa que tuviera al frente.
Normalmente era para tarjar una actividad ya realizada, o para agregar una nueva tarea a su lista de pendientes.

Su lucha era por tener el mínimo de cosas pendientes, ya sea por ejecutarlas a la brevedad o por ser muy eficiente en el uso del tiempo y poder hacer el máximo de cosas pendientes para eliminarlas de esa lista.

Sin embargo, era una lucha perdida pues siempre aparecían nuevos pendientes que impedían la extinción de esos pendientes.

Mi padre era muy malo para planificar nada, y menos un viaje. Decíamos que le cargaba viajar. Pienso hoy que lo que quería, era no tener cosas pendientes.

Un día ya retirado, cuando se dedicaba a leer y mucho, a jugar con el computador y ver programas en la TV de la naturaleza, el arte de pensar, fútbol o similares, me dijo: soy feliz, no tengo hoja de pendientes.

Hoy día pienso: ah, lo que él quería era estar en el momento presente, estar aquí en lo que fuera que estuviera haciendo. En cambio son su lista de pendientes, vivía pegado en el pensamiento acerca del futuro y esto le impedía estar presente en el momento presente, que es donde parece que ocurre la vida.

Me pregunto si él lo vio como yo lo veo hoy dia.

jueves, marzo 04, 2010

Como me viví yo el terremoto

Despierto de súbito remecido por el movimiento ya bastante fuerte de lo que será el terremoto más grande de los últimos 50 años. Eso si que yo estoy en Santiago en el piso 14 de un buen edificio, al que llegué hace poco más de 6 meses y aquí no será de 8.8 Richter como en Concepción, sino algo por debajo de los 8 grados.

Llega mi hija a la pieza y cae de rodillas a mi lado de la cama; había llegado hacía minutos de su carrete y se encontraba rezando justo antes de dormirse, cuando empezó la batahola.

Mi mujer atraviesa la cama y se pone al costado de mi hija que gritaba aterrorizada e intenta calmarla acariciando su cuerpo recogido. Yo permanezco sentado, atento, cachando la magnitud de lo que estaba pasando. Escucho el ruido ensordecedor de la quebradera de vidrios, de cuadros que se caen, muebles que se voltean desperdigando todo el material de sus estanterías. La televisión de la pieza cae al suelo y no la sentimos dentro del zarandeo generalizado.

Un impulso me saca de la cama en dirección a la terraza a ver que estaba pasando en la ciudad, si los edificios se estaban desplomando, ...
Me asomo y reboto de vuelta ante los gritos de mi mujer de que no saliera afuera. Vi oscuridad y no se cuanto vi de verdad, nada que recuerde en este momento.

Que largo fue el remezón por Dios; si no paraba nunca. Tengo la sensación que después que terminó, el edificio siguió cimbrando un buen rato más.

Había vidrios por todas partes, se adivinaba, pues la oscuridad era total. Mis zapatos plásticos Bamers estaban al lado de la cama; me los puse y salí a buscar luz. A tientas llegué al comedor al otro lado del departamento y tomé las velas que sabía ahí estaban. Logré prenderlas y fueron nuestra guía en el resto de la actividad, que fue básicamente de dimensionamiento de daños y limpieza primera.

Abrí la puerta del depto. y vi a mi vecina que trajinaba a tientas con la puerta de su depto. abierta, sola ella. Le pregunté si necesitaba ayuda y sentí que el solo hecho de aparecerme y preguntarle, era lo que necesitaba. Nos preguntamos los nombres para que no se nos borraran y volví a lo mio.

Durante una media hora, figurábamos componiendo lo más posible el caos generalizado de todos los muebles, unos que se tumbaron y otros que literalmente salieron a caminar. Libros tirados, papeles, objetos de todo tipo. Las paredes de la cocina estaban moradas con el chorreo de vinos que voltearon y cayeron derramando sus líquidos. El piso plagado de platos quebrados, loza y todo tipo de objetos de cocina.

Las tortugas de la Emilia figuraban casi vaciadas del agua de su acuario, stressadas asumo, en alto grado. Ella como que intentaba tranquilizarlas.

Bueno, no mucho rato después, calculo unos 45 minutos, dije, son como las 4 pasadas de la mañana, así que voy a dormir. Dicho y hecho; me acosté y desperté como a las 7:30 cuando me sumé a los trabajos de aseamiento y recomponer el caos generado por este terremoto que ha terminado siendo el más grave de la historia que a mi, chileno, me ha tocado experimentar en carne propia; con el precedente que mi abuelo por el lado de mi padre murió en el terremoto de Chillán el año 1939.

Mas tarde subí al depto. que está justo arriba mio, donde viven desde hace poco, una pareja de personas mayores y les ofrecí mi ayuda, cosa que acogieron con gusto.

Como vivió el terremoto Héctor Moral

Quiero compartir este relato de la vivencia del terremoto de Hector Moral, en un fundo de la familia en la zona de Mulchén, de la que muestro una foto y un cuadro del mismo Héctor.

"Acabamos de llegar a Santiago ayer por la tarde y a muchos de Uds. , seguramente, en algún momento, les habrá pasado por el pensamiento la pregunta ¿Donde y cómo estará o donde y cómo estarán ?. Me había acostado a leer un libro porque salíamos en la mañana de regreso a Santiago y quería terminarlo. Cuando finalicé no podía conciliar el sueño. Escuché al Nico caminando por el pasillo y apagando las luces porque se había quedado a ver el festival de Viña. Vuelta para acá, vuelta para allá.Nada. Estaba pensando en levantarme a fumar un cigarrillo cuando comenzó. Me senté al borde de la cama aguardando a ver si pasaba, pero no, no solo no paraba sino que iba en aumento, por lo que me puse en posición fetal al costado de la cama buscando el famoso triángulo de protección que había visto en la tele varias veces y los brazos cubriéndome la cabeza. La casa parecía montada sobre un tropel de potros salvajes, cada uno corcoveando para su lado. Crujian las paredes, el rechinaba el techo, gemia el piso, se golpeaban los muebles y ése ruido sordo saliendo desde el centro de la tierra que parecía entrame por el estómago y me llenaba el cuerpo. Aumentaba y yo me movía junto con la casa ( más tarde vería que tenía las rodillas peladas por la fricción sobre el piso ). Comencé a sentir sobre mi espalda y brazos desnudos la caída de polvo y del revoque del techo. Los ruidos formaban una sinfonía discordante que inundaba mis sentidos.Yo aguardaba. El tropel seguía cada vez más desbocado, furioso y la casa y yo, arriba de ellos. Cuadros que se caían, cosas que se volcaban, muebles que se corrían y yo ahí con la cabeza abajo tapándomela con los brazos, en el famoso triángulo de protección. Solo aguardando. Se produjo un estrépito ensordecedor en la pieza de al lado. "Cayó el techo- pensé- ahora tal vez se caiga aquí también". Escuché gritos que,me llamaban, pero por el ruido, no sabía de donde provenían.Entre tanto fragor ensordecedor, escalofriante, ominoso, un grito de impotencia y con toda la fuerza de que era posible salió de mi garganta y lo escuché como si fuera de otra persona ¡¡¡POR QUE NO TERMINAS DE UNA VEZ; CARAJO!!!. Algo más que cae con fuerte estrépito desde el techo, parte de una corniza de mi cuarto y se produce el silencio. ¿Cuanto pasó?. El tiempo es relativo, está dentro nuestro y depende de las circunstancias, no de cuanto se muevan las agujas de un reloj. Fueron dos minutos y medio pero pudieron haber sido dos horas y media. Me levanté pisando escombros, buscando ir hacia la puerta, pero di con un armario, fui hacia mi derecha, estiré mis brazos en la oscuridad y di con la puerta del armario, después la cama, luego una silla.Todo estaba en cualquier lado.Por fin encontré la puerta, caminé lento por el pasillo pisando algunos restos y salí al patio, a esa noche silenciosa, pisando parte

de la gran cantidad de tejas quebradas caídas del techo. Ni una pequeña brisa ¡Que quietud!. Era otro mundo,otra circunstancia . La luna llena plateaba las siluetas de la Sole y el Nico, abrazados, temblando, parados junto a la fuente destruida por el terremoto. "¿Por qué no saliste?", preguntaron al unísono. Supongo que Uds. también se lo preguntarán.No lo se. Simplemente, no lo se. En ningún momento se me pasó por la cabeza salir. Si hubiera salido no les podría haber contado esto , hoy , y gracias a Dios, les pude comentar como fue esta experiencia, desde dentro, de un terremoto 8.5. Lo que vino después es otra historia y si alguno se interesa me avisa y le cuento qué pasó después.
Cariños para todos.
Héctor"