jueves, marzo 04, 2010

Como vivió el terremoto Héctor Moral

Quiero compartir este relato de la vivencia del terremoto de Hector Moral, en un fundo de la familia en la zona de Mulchén, de la que muestro una foto y un cuadro del mismo Héctor.

"Acabamos de llegar a Santiago ayer por la tarde y a muchos de Uds. , seguramente, en algún momento, les habrá pasado por el pensamiento la pregunta ¿Donde y cómo estará o donde y cómo estarán ?. Me había acostado a leer un libro porque salíamos en la mañana de regreso a Santiago y quería terminarlo. Cuando finalicé no podía conciliar el sueño. Escuché al Nico caminando por el pasillo y apagando las luces porque se había quedado a ver el festival de Viña. Vuelta para acá, vuelta para allá.Nada. Estaba pensando en levantarme a fumar un cigarrillo cuando comenzó. Me senté al borde de la cama aguardando a ver si pasaba, pero no, no solo no paraba sino que iba en aumento, por lo que me puse en posición fetal al costado de la cama buscando el famoso triángulo de protección que había visto en la tele varias veces y los brazos cubriéndome la cabeza. La casa parecía montada sobre un tropel de potros salvajes, cada uno corcoveando para su lado. Crujian las paredes, el rechinaba el techo, gemia el piso, se golpeaban los muebles y ése ruido sordo saliendo desde el centro de la tierra que parecía entrame por el estómago y me llenaba el cuerpo. Aumentaba y yo me movía junto con la casa ( más tarde vería que tenía las rodillas peladas por la fricción sobre el piso ). Comencé a sentir sobre mi espalda y brazos desnudos la caída de polvo y del revoque del techo. Los ruidos formaban una sinfonía discordante que inundaba mis sentidos.Yo aguardaba. El tropel seguía cada vez más desbocado, furioso y la casa y yo, arriba de ellos. Cuadros que se caían, cosas que se volcaban, muebles que se corrían y yo ahí con la cabeza abajo tapándomela con los brazos, en el famoso triángulo de protección. Solo aguardando. Se produjo un estrépito ensordecedor en la pieza de al lado. "Cayó el techo- pensé- ahora tal vez se caiga aquí también". Escuché gritos que,me llamaban, pero por el ruido, no sabía de donde provenían.Entre tanto fragor ensordecedor, escalofriante, ominoso, un grito de impotencia y con toda la fuerza de que era posible salió de mi garganta y lo escuché como si fuera de otra persona ¡¡¡POR QUE NO TERMINAS DE UNA VEZ; CARAJO!!!. Algo más que cae con fuerte estrépito desde el techo, parte de una corniza de mi cuarto y se produce el silencio. ¿Cuanto pasó?. El tiempo es relativo, está dentro nuestro y depende de las circunstancias, no de cuanto se muevan las agujas de un reloj. Fueron dos minutos y medio pero pudieron haber sido dos horas y media. Me levanté pisando escombros, buscando ir hacia la puerta, pero di con un armario, fui hacia mi derecha, estiré mis brazos en la oscuridad y di con la puerta del armario, después la cama, luego una silla.Todo estaba en cualquier lado.Por fin encontré la puerta, caminé lento por el pasillo pisando algunos restos y salí al patio, a esa noche silenciosa, pisando parte

de la gran cantidad de tejas quebradas caídas del techo. Ni una pequeña brisa ¡Que quietud!. Era otro mundo,otra circunstancia . La luna llena plateaba las siluetas de la Sole y el Nico, abrazados, temblando, parados junto a la fuente destruida por el terremoto. "¿Por qué no saliste?", preguntaron al unísono. Supongo que Uds. también se lo preguntarán.No lo se. Simplemente, no lo se. En ningún momento se me pasó por la cabeza salir. Si hubiera salido no les podría haber contado esto , hoy , y gracias a Dios, les pude comentar como fue esta experiencia, desde dentro, de un terremoto 8.5. Lo que vino después es otra historia y si alguno se interesa me avisa y le cuento qué pasó después.
Cariños para todos.
Héctor"

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