Mostrando las entradas con la etiqueta el observador. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta el observador. Mostrar todas las entradas

lunes, diciembre 14, 2020

La realidad que veo

Veo lo que veo y lo que no veo no lo veo.

No todos se dan cuenta que si están sentados junto a otra persona mirando para el mismo lado, ven distinto.
No todos se dan cuenta que la realidad que cada uno ve, se nos aparece como distinta.

Este solo hecho es causal de muchos conflictos; incluso guerras.
Humberto Maturana lo dice así: somos observadores particulares, válidos.
Válidos quiere decir que lo que cada uno ve, está bien. 

Mañana tendremos un eclipse en Chile. Todos veremos la misma cosa, si estamos parados en el mismo punto ? Si y no.
Interesante dirá uno, increíble dirá otro, otro llorará y otro buscará a quien abrazar. Todos, al parecer, experimentan cosas distintas.
¿Ven lo mismo ?

Si viene un científico, filma el hecho, saca fotografías, podemos decir que registra el hecho objetivo.
Pero cada persona presente tiene una experiencia diferente. Y se puede decir que cada uno de ellos ve algo distinto.

Existe una física Newtoniana y existe una física cuántica. El eclipse se rige por las leyes Newtonianas de la naturaleza. Pero nosotros, parece que somos cuánticos; la realidad depende del observador.

Yo soy, lo que veo. El tipo de observador que yo soy, me determina.
Y esto no es estático; cambia con el tiempo y cambia con la experiencia.

Cuando la ciencia entró en escena, le quitó un pedazo enorme a la iglesia, de lo que es la realidad, de lo que es verdad. Su método científico fue tan contundente, que en adelante si estaba científicamente demostrado, era verdad, era un hecho real.
Toda la parte que la ciencia no cubría, pasó al cuidado de la iglesia, que lo mantuvo en la categoría de dogmas de fe.
El prestigio de la ciencia fue tan grande, que la cultura se transformó en una centrada en lo medible por la ciencia y por lo tanto en una cultura materialista.
El espíritu perdió pedegree, perdió credibilidad, hasta que , se podría decir, la espiritualidad murió; o Dios murió.
Y dejamos de ver para ese lado. Nos enceguecimos.

La conversación de coaching, busca tomar conciencia del observador que vengo siendo y explorar otras posibilidades, en buena medida desafiando juicios que traigo, de la realidad y de mi mismo.
Un buen trabajo de coaching lleva al Coachee a cambiar como observador.
Aparecen cosas que no se veían y nuevas posibilidades emergen. Lo que sigue es la acción, proceso que el Coach también puede acompañar.

Lo que vemos es un dato, al final de cuentas. Cuando nos abrimos a conversar, con mente abierta y corazón abierto, efectivamente podemos vernos afectados por cómo otros ven, y mover nuestra forma de ver.

Aprender también afecta como vemos. Toda profesión u oficio, nos sumerge en un mar de distinciones, lenguaje propio, en que un mundo aparece, que antes no estaba. Y me forma para poder operar ahí donde antes nada sabíamos, nada veíamos.

Necesitamos cambiar el mundo en que estamos. Necesitamos cambiar la Constitución que nos rige. Lo que más necesitamos es cambiar como vemos, para que nuevos mundos sean posibles. Sospecho que necesitamos despertar nuestros sentidos del espíritu, para ver hacia donde no hemos estado viendo. Necesitamos una nueva espiritualidad.

¿Cómo hacemos esto? Y necesitamos hacerlo rápido.

martes, abril 07, 2020

La ilusión de la objetividad

Mira, la verdad es que la luz, mientras nadie mira, se comporta como energía inmaterial vibracional u onda. Pero si aparece una persona, un observador, esa onda colapsa y la luz se comporta como fotones materiales, como partícula.
Pero la luz, es onda o partícula ? Depende, es relativo, a si hay o no un observador presente.
Y qué es un observador para la ciencia ? Un agente consciente.
Y qué es la conciencia ? Basta, hasta aquí no más llego contigo.

La ciencia aún no tiene una idea clara de lo que es la conciencia. Sí está claro de que la conciencia existe, lo demuestra el fenómeno de la luz pasando por esas ranuras en el experimento. Pero qué es, no se sabe.

La verdad, antiguamente, la sabía o la determinaba la iglesia, con la Biblia en la mano.
Tuvo tantos yerros que la pusimos a un lado y se ganó el trono de la verdad, la ciencia.
Empezamos a usar frases como “está científicamente demostrado”, “lógico”, “obvio, es así”.
Pero con ese experimento de la física cuántica, de la luz, la verdad se fue al carajo. Einstein le dice a un amigo, “no puedo creer que la luna no está ahí si nadie mira”.
Se resiste a esta relativización de la verdad, de la realidad de hecho.

La cosa se ha desplazado a que la realidad la produce el observador, en el acto de observar.
Pero seguimos discutiendo quien tiene la razón, quien posee la verdad, quien ve la realidad correctamente.
La verdad, es que no sabemos cual es la realidad. Maturana dice que somos sistemas nerviosos cerrados, sin acceso al mundo exterior, sin acceso a la realidad.
Entonces hemos llegado a decir que la realidad no existe, lo que existe son observadores particulares, cada uno válido y legítimo.

Lo único que nos falta, después de creer todo esto, es aprender a conversar. Aprender a escucharnos, acoger todos los puntos de vistas, incluirlos y esperar que del intercambio surja, un acuerdo más bien.
Mejor será si aparte de escucharnos, nos conocemos, Pues al conocernos sabremos desde dónde, desde qué historia, habla el que habla.
Y lo que pasará, es que se establecerán relaciones, donde dado el carácter de nuestra naturaleza, se instalarán vínculos afectivos y reconstruiremos el tejido social, tan estropeado en los paradigmas anteriores.
Y volveremos al nosotros y reviviremos la democracia.

Pienso que es tan importante avanzar en esta línea, dada la altísima complejidad de los sistemas en la actualidad, que la única manera que tenemos de lidiar con ella, es conversando con todas las partes involucradas presentes. 3xi avanza en ese frente.

Por eso estoy convencido que la objetividad es una ilusión.

martes, septiembre 24, 2019

Doble clic a la Persona

Qué es la persona ?
O, qué viene siendo la persona ? en la empresa.
Bueno, viene siendo una especie de engranaje de una maquinaria.
Si a la maquinaria le metes más tecnología, necesitas servicios de gestión del cambio, para que estos tipos difíciles de acomodar a los cambios, se acomoden.
Esa es la gestión del cambio ? Les pusimos a los tipos un CRM y no lo ocupan .. Necesitan un trabajo de gestión del cambio para que aprendan a usarlo y lo usen.
Punto.
Visto así, la persona es, una especie de engranaje de una maquinaria, que con esa nueva tecnología, aumentará su productividad.

Bueno, yo pienso que tenemos cambiar esa idea que tenemos de lo que somos las personas.
Las personas somos, podemos ser, tendremos que ser, mucho más que eso.

Lo que tendremos que hacer, no es gestionar cambios, sino gestionar transformaciones. Transformar a las personas en otra cosa, que aun ni siquiera tenemos claridad de qué se trata esto.

Qué veo yo, que se trata esto de la transformación de la persona y para qué.

Lo primero, es salir de esa visión de que somos seres racionales, que lo único que prima es el “pienso luego existo”. Y vernos como seres multidimensionales, con sensibilidad, intuición, disposiciones, intenciones, emociones y formas de ver el mundo diversas.

La ingeniería y la ciencia me instalaron en la cabeza la idea de que ahí fuera hay una realidad objetiva, real, medible e irrefutable. Incluso, de que si algo no se puede medir, no existe.
Bueno, siento decirles que en la misma ciencia, ocurrió un experimento, que los dejó lelos. Un haz de luz disparado sobre dos ranuras en una placa metálica, se comporta como onda, produciendo múltiples sombras de ranuras al otro lado, y si hay alguien mirando, cambia su comportamiento y sólo genera dos sombras. En este último caso, por solo la presencia de un ente consciente observando el experimento, la luz pasó de comportarse como onda a como partícula (link).
Y no saben decir qué es eso de la conciencia, esa cosa que tiene un observador, que afecta al comportamiento de la luz. Es algo que no saben medir y por lo tanto … no existiría ..

Tenemos que transformarnos de observadores de un mundo objetivo, a observadores, que al parecer crean sus propias realidades, diversas y eventualmente válidas. Y a observadores de si mismos. Y esto no se ve tan fácil.

Tendremos que transformar además el conversar, que creemos que manejamos perfectamente, en una práctica de muchos más matices y formas, que hoy ignoramos.
Creemos que conversar es algo parecido a lo que hacen los computadores al comunicarse: pasarse data.
Luego que la data está arriba de la mesa, la mirada objetiva permite que lleguemos a acuerdos producto que la realidad objetiva ahí desplegada, nos lo dice. Y así no es la cosa.
Conversar requiere una escucha que pienso, no abunda. Conversar requiere ver al otro como parte de un nosotros y no algo más parecido a un enemigo si no empata conmigo.

Tendremos que cambiar la educación, de manera que no sea data y su memorización de lo que se trate. Sino de conocernos y desarrollarnos a nosotros mismos, emocional, moral, espiritual, nuestra potencialidad creativa, empática, artística, intuitiva, etc.

Introducidas estas transformaciones de las personas en las empresas, ellas operando en equipos de trabajo, operarán en un mucho mayor potencial y podrán desplegar una creatividad insospechada, crear ambientes de trabajo alegres y estimulantes, aprenderán unos de otros incluyendo a clientes y proveedores, podrán ver a la empresa como un espacio no solo de renta personal, sino de desarrollo personal y profesional. Las empresas serán verdaderas universidades.
Las personas transformadas crearán un nuevo mundo.

Es muy utópico ?

sábado, abril 07, 2018

Vamos a tener que aprender a ver de nuevo

Lo que vemos allá afuera, ya no está separado del observador que somos. Nos lo dice la física cuántica; el observador es parte del experimento que realizamos.

El mundo no está hecho de partes y piezas. Es todo una sola cosa, conectada. Como no vemos las conexiones, no nos habíamos dado cuenta.

Es que la religión de la ciencia que domina nuestras mentes, solo era capaz de ver aquello que podía medir y las conexiones nunca las supo medir.

Parece que es más importante la relación que la cosa. Pero los sentidos que la ciencia validó, solo eran capaz de ver cosas y no relaciones; no las podía ver.

Venimos viendo un mundo mecanicista, empresas mecanicistas, cuerpos como máquinas humanas, que la medicina procesaba solo desde esa mirada.
La mirada materialista de la ciencia, obnubiló nuestra mirada con el poder que nos daban las tecnologías que iba sacando. Las hemos endiosado a nivel de la religión de nuestro tiempo.

Pero se acabó. La mirada científica se craquela, sino pregúntale a Rupert Sheldrake. La velocidad de la luz no es constante, ni tampoco G, la fuerza de gravedad. No estamos atrapados dentro de nuestro cuerpo; somos con otros, especialmente con los más cercanos. Cómo nos adivinamos ? Cómo es eso de que nos llaman por teléfono cuando vamos a llamarlos ? Coincidencia ? Parece que no.

Para aprender a ver de nuevo, tenemos que partir sabiendo que lo que vemos más tiene que ver con quienes venimos siendo que con algo en sí, allá afuera, como antes creíamos.
Para aprender a ver de nuevo, tenemos que saber que el cuerpo, corazón y manos en acción, también son instrumentos del ver.

Y quizás lo más importante, para aprender a ver de nuevo, tenemos que aprender a detener la mente, acallarla, para atender a lo que en ese silencio emerge de un ver integral de todo nuestro ser, cuyos límites no conocemos, pues puede incluir otras dimensiones más allá de los límites de nuestro propio cuerpo.

Aprender a ver de nuevo requiere, una profunda apertura, sin prejuicios, sin juicios, inmersos, no separados, en lo que queremos ver.
Y el escuchar es parte del ver; también tendrá que ser re aprendido.

Ver será una experiencia completamente distinta. Apróntate.

miércoles, septiembre 27, 2017

Si la realidad no existe y es una producción de la mente humana ...

Que tal si nos planteamos la idea de que la realidad no existe. De que lo que para nosotros parece ser la realidad, no lo es, pues nos hemos venido dando cuenta, que todos ven cosas distintas, en todo momento.

Esto comienza para mi, con un ejercicio en la escuela del coaching, que llamamos del Observador, en que ponemos a un grupo de personas frente a un cuadro; al menos eso es lo que yo hago.
Y les preguntamos, después de un rato de estar mirando, qué ven ? qué se les aparece con lo que ven ? Y siempre ocurre, que hay diferencias; a veces fuertes diferencias.

Estirando esta idea, más la necesidad de encontrar nuevas formas de abordar los mismos temas, como la educación por ejemplo, es que propongo, esta idea, de plantearse como si la realidad no existiera, sino que cada uno la está produciendo, minuto a minuto y la ve, como si fuera algo fijo, que está ahí, incluso, en cierto grado, incuestionable.

Sé realista, escucho decir con frecuencia. O, la realidad ES, como imponiéndome, o yo imponiéndole a alguien, algo.
Esta idea de realidad sirve entonces como un mecanismo de imposición, como un mecanismo de dominio.
Bueno, esto ya Humberto Maturana lo había dicho.

Si la realidad no existe, lo que existe es un constructo personal y colectivo, del que más vale hacerse cargo, o hacerse responsable. Esa cosa que llamamos realidad, que no es lo sólida que pensábamos, la estamos produciendo nosotros mismos. Por lo tanto es bastante líquida.

La verdad, en general tiene mucho que ver con nuestra idea de realidad. Si no existe la realidad, en que queda la verdad ? Tampoco existiría. Es una elección personal; una opción, podría decirse.

Cuando decimos, esto está científicamente demostrado, es real y además es verdad.
En mi experiencia con la ciencia, partiendo con la Tabla Periódica, en mis estudios en Ingeniería Química, recuerdo que un profesor me dijo que nunca nada de todo aquello se había visto, sino que más bien funcionaba.
Podríamos concluir, que las verdades de la ciencia, más bien funcionan relativamente bien, que decir que tiene el carácter de realidades.

Y para terminar, la pregunta por qué ES algo, queda dando botes entre estos planteamientos de la liquides de la realidad y la verdad. La verdad (me estaré pisando los pies ?) es que la pregunta por el SER de algo, pierde mucha fuerza.

Y todo se desestabiliza y queda en nuestras manos y de acuerdo a nuestra capacidad de diseño y construcción.

Sospecho que un cambio de este tipo es revolucionario y podría afectar la forma en que abordamos el tema de la educación.
Las personas, como peones de otros que nos dominan desde la objetividad, como decía Maturana, o como potenciales co-creadores de mundos, que según nuestro desarrollo y capacidades, la realidad que seremos capaces de construir.

lunes, mayo 23, 2016

El Observador y la Realidad

Otro tema que surge en la disputa entre Rafael Echeverría y Humberto Maturanaa, es el del Observador y la Realidad.
Esto parte porque Maturana dice que dadas nuestras limitaciones biológicas, más vale considerar que la realidad no existe, y que la producimos en el lenguaje. Postura radical sin duda, pero interesante a la hora de sacar el foco de la realidad objetiva, el cientificismo, y ponerlo, el foco, en nosotros como observadores del mundo. Con la idea, quizás, de hacernos responsables del mundo que hemos producido.

¿qué ves? ¿qué se te aparece con lo que ves?
Echeverría dice que el anhelo de objetividad, es una quimera. Pero que la realidad si existe, sino nuestra supervivencia estaría en riesgo.

Recuerdo cuando Einstein dijo que la luz aparte de onda, se comportaba como partícula, como materia. Y cómo podemos validar esto, le preguntaron. Dijo, vayan a mirar un eclipse solar completo y vean si las estrellas cercanas al sol modifican su posición al pasar su luz cerca del sol.
Se demoraron años en lograr ver y fotografiar un eclipse, y cuando lo lograron Einstein pasó a la fama. Tenía razón.
No solo la realidad existe, sino que la ciencia puede predecirla.

En los ejercicios que yo hago, donde les pongo a los presentes una imagen, un cuadro, y les pregunto "qué ven ?" y "qué se les aparece con lo que ven ?", siempre es notable la diversidad de miradas, de observadores diversos. Todos ven cosas distintas.
Y la lección es, que no tenemos certeza de qué hay allá, pero si de que cada uno ve cosas distintas. Por ello decimos que somos observadores particulares, y le conferimos el carácter de válido, a lo que ve cada observador particular.

Hay voces, en el ejercicio anterior, que cuando dicen lo que ven, preguntan ¿está bien?
Ello me hace pensar que aparte del cuadro, la realidad en el exterior, y la persona que lo observa, hay otra entidad presente, que es "el deber ser", la manera correcta de ver. Para algunos, esto último, si que tiene el carácter de realidad.

Si el poder está en la posición del "deber ser", es el poder de la autoridad, del tipo que sea, económico, político, incluso religioso. Si el poder está en quienes argumentan desde la realidad, desde lo objetivo, incluso lo racional, es el poder de la ciencia y la tecnología. Y si le damos poder o autoridad a la mirada de cada observador particular, estamos en otro paradigma, más democrático, más humano.

la mirada del observador
Echeverría apela a Nietzsche, para decir que "todas las cosas están sujetas a interpretación; el que una determinada interpretación se imponga sobre otra, no se debe a su verdad, sino a su poder". Las cosas se zanjan en la práctica, al final de cuentas.

El acceso a la realidad objetiva, no es posible; parece ser el estado del arte en esta trifulca. Somos interpretes de la realidad, somos observadores de ella, observadores particulares y distintos unos de otros, con una fuerte incidencia co-constructiva.
Es muy importante tener esto asumido para tener conversaciones de calidad. Y permitirnos escuchar con respeto, lo que ve cada uno. Darle legitimidad a lo que el otro ve.

Este tema del Observador ha sido muy importante en mis trabajos de coaching con grupos y equipos. Aleja en alguna buena medida las discusiones acerca de quien tiene la razón y abre la cancha para acoger y valorar la diversidad de los puntos vista y miradas. Se enriquece la conversación y los que no hablaban empiezan a expresarse.

Lo que a mi me va quedando claro, es que la visión de "la realidad" de cada persona, depende de la calidad del observador que es. Y su horizonte de posibilidades dependerá de ello.
De ahí la potencia del coaching, cuando de lo que se trata en su quehacer es de afectar, transformar, el observador que es la persona. Una característica que puede estar sujeta a permanente cambio y puede afectar significativamente las posibilidades en la vida.


Referencias:
Ontología del lenguaje vs Biología del Amor, de Rafael Echeverría