sábado, octubre 20, 2018

Espacio de encuentro de personas en nuevo 3xi para la región del Bio Bio

Los primeros tres días de esta semana, estuve en Concepción, para un evento 3xi, al que fui a colaborar con la facilitación de grupos, grupos de entre cinco y seis personas, que me tocaron.

A dos noches de distancia del evento de dos días que fue, lo que revolotea más fuerte por mi mente son las personas que conocí. Este evento en particular tenía como foco, la región del Bio Bio, su desarrollo e identidad.
Una de las características de estos eventos, es el particular hecho de reunir a unas 120 personas, elegidas con pinzas, de los más recónditos y diversos ámbitos. Es una cita para el encuentro, encuentro en serio, de personas que si no es por esta organización, muy improbablemente se encontrarían en la vida. Y lo que pasa, solo en el aspecto del encuentro, es notable; te deja el corazón henchido, o hinchado de emoción.

mi primer grupo
Qué importante, por lo inspirador, es el lugar donde se da la cita. En este caso fue el Club de golf La Posada y el Parque Alessandri de la Papelera, ambos en la ciudad de Concepción.

De aquí para adelante hablaré solo de personas en particular, que son aquellas que siguen revoloteando en mi imaginación y recuerdo. Espero no se molesten por nombrarlas y por decir las cosas que digo de ellas.

En varias ocasiones conversé con Adán Carimán, un lonko del que supe, más que nada, habló en los grupos en que participó, del calentamiento global (no estuvo en ninguno de mis grupos). Trabaja como gásfiter en Los Angeles, hacia donde viaja todos los días desde Mulchén, adonde vive buena parte de su familia y nietos, que son de las cosas que más le tocan el corazón, como a mi. Hombre sencillo, vestido con poncho y en varias ocasiones con cintillo en la cabeza.
Compartimos de lo conectados que están los pueblos originarios con la tierra y la naturaleza, y por eso el desespero por el deterioro que le estamos ocasionando, nosotros los chilenos, que vivimos girando en torno de abstracciones como el dinero, identificados con las cosas, perdidos, al fin. Y no la vemos.
Dos papers, se podría decir, me facilitó, que envié en mi Newsletter inmediatamente a continuación del evento y que son estos: link1 y link2.

el grupo de la cena
Con Margarita Ducci conocí a Adán. Después de conversar con Adán y antes, conversé con ella, a la que obviamente confundí con su hermana Mercedes. Margarita, es una encantadora mujer, Directora Ejecutiva de algo que se llama Red Pacto Global, un ramal de una organización de las Naciones Unidas, preocupada de la responsabilidad social empresarial. Disfruté la conversación con ella, en la terraza del Club, frente a verdes prados y una bella laguna con muchos cisnes de cuello negro, en un día nublado amenazante.

Leonor Contreras, mujer recia de nuestro pueblo, que lleva una cocinería en Dichato, negocio con el cual ha criado a sus tres hijos, después que su hombre la abandonó tempranamente. Cuando partía con la cocinería, ya sola con sus hijos, vino el maremoto después del terremoto del 27F, que los dejó con lo puesto; perdieron todo. Volvió a salir adelante y empezó además a ser dirigente de una campamento de 42 familias, a los que colaboró en sacar adelante. Después le vino un cáncer, por el que se sometió a las consabidas quimios y otros, señalando ahí en el grupo en que la conocí, que ya no tenía ninguna célula cancerígena en el cuerpo. Está sana, llena de vida, ofreciendo su ayuda a quien la necesite. Quedó como la más gigante, de entre todos los gigantes de ese último grupo del evento que facilité. Por eso la elegí como vocera de nuestro grupo; nadie se opuso.

Harold Mayne-Nicholls, estaba en el mismo grupo de Leonor. Un enamorado de la fotografía y toda su manipulación con productos químicos y sus salas oscuras, por lo que decide estudiar Ingeniería. Le basta un año para declararse suficientemente ingeniero y se pasa a Periodismo, porque ahí había más espacio para la fotografía. Su tema y pasión es el fútbol, que es donde crece hasta convertirse en un líder mundial. Esto pese a su sencillez y aparente bajo perfil. Nos contó algunas historias sabrosas del fútbol. Convencido que lo que mueve a las personas son las emociones y cuando estas se unen a principios y valores, como el siempre ha creído es el fútbol, es lo que más puede unir a un país. Un tipo de tesón y perseverancia, que quiere volver a influir en el fútbol chileno; tiene por su puesto todo mi apoyo.

mi tercer grupo
Ah, Gloria Varela, estuvo en mi mesa en la cena del martes. Ella tiene 83 años, trabaja en la universidad, pero como este era un encuentro de personas y no de roles, no habló mucho de ello. Me averigüé que es Directora de Extensión Artística y Cultural de la Universidad Católica de Concepción. En principio fue actriz, carrera que terminó con el golpe del año 73. De ahí se pasó a profesora de lenguas que la llevó hasta la universidad. No había manera que no metiera la cuchara cuando los demás se presentaban. Me la imaginé usando la tarima de profesora para desplegar su pasión y habilidades teatrales. Mujer positiva, intensa, alegre, locuaz y sabia, saben. Bajó la guardia cuando le dije, a usted le gusta robarse los focos de las cámaras, ah. Un personaje, del que uno no se olvidará jamás. Más que nada por su optimismo y pasión.

Francisco Ruiz-Tagle, estuvo en la misma mesa con Gloria. Trabaja en la Papelera, dice; yo sé que es su gerente general. Sencillo, de bajo perfil; yo sé que es brillante. Lo que pasa es que es mi sobrino, hijo de mi querida prima, Margarita María Edwards Bunster. Medio huaso declara ser, por haber nacido y sido criado en el pueblo de El Monte, cerca de Santiago. Estudia Ingeniería Comercial, viviendo en casa de su abuela en Santiago, mi también querida tía Gaby. Va a misiones en esa época, donde queda sensibilizado por el tema social. Estoy seguro tiene que ver con todas las cosas que oímos en ese evento hacía la Papelera con las comunidades en torno a los bosques e instalaciones de la papelera. Un tipazo.

Carlos Rybertt, era nuestro anfitrión. Presidente del Club de golf La Posada. Estaba ahí, porque los organizadores le dijeron que él si o si debía estar presente, invitado. Por eso cuando le preguntaron porque estaba ahí, dijo estar obligado.
Un tipo sencillo, de bajo perfil, un emprendedor nato. Dueño y socio de varias empresas en la zona de Concepción y Santiago. Muy querido por su gente, me entero después a través de su secretaria, cuando le pido ayuda para recuperar mis cosas de baño que se me quedaron en el hotel.
Un tipo que es mucho más de lo que aparenta.

Plenario
Soledad Ovando, estaba en el mismo grupo que Leonor y Harold. Madre de dos hijos, trabajó 24 años en el Banco del Estado, donde fue por varios, gerente general de Microempresas. Estando ahí recibieron varias veces el premio a la mejor empresa de Chile Best Place & Work. Creó la gerencia de Felicidad ahí, en una empresa pública; increíble. Pero cuando, en su natural soltura para hablar, nos cuenta que en ese cargo, pucha que bailó dentro del Banco; no lo podíamos creer. Termina contándonos, alegremente, que desde hacía dos semanas había renunciado al Banco, después de aceptar dirigir la Asech, o Asociación de Emprendedores de Chile. Otra notable.

Y voy a terminar con este que se pasó. También estuvo en el grupo de la Soledad y habló en un plenario, cuando ofrecieron la palabra así al voleó; se paró de inmediato. Se trata de Germán Novas, de 20 años de edad. Tiene una preciosa relación con su abuelo, que dice, va con él para todas partes, a pesar de ya haber muerto. Estudió música a escondidas (sus padres no lo dejaban), confabulado con su profesor que le firmó un justificativo para quedarse más en el colegio y él partía al instituto de sus clases de música, sin que sus padres supieran.
Escribió un libro, La coartada imperfecto, con cuyo original golpeo la puerta de 23 editoriales chilenas para que se lo publicaran, sin éxito. Por eso hoy tiene su propia editorial (Editorial Konvas), para ayudar a personas como él. Finalmente recurre a Amazon en EEUU, que se lo publica y al poco tiempo se transforma en best seller mundial. Qué tal !? Él hoy, se presenta como escritor y conferencista. Le decía, que quería estar para cuando se vuelva a presentar en un evento como este, a sus 30 años.

Podría seguir y seguir, pero con estos pincelazos dejo una impresión de lo que fue para mi este magnifico, nuevo evento, facilitado por la organización 3xi.

 

jueves, octubre 04, 2018

Acerca de las Certificaciones

Yo certifico que Juan Pérez sabe y sabe hacer, en el ámbito de tal quehacer. Y como yo soy miembro autorizado para certificar de tal institución, es la institución la que lo certifica.

Y de ahí el título de Ingeniero Civil Informático; que es un certificado.

Acto seguido, Juan Pérez deja de ser Juan Pérez así a secas y pasa a ser Juan Pérez Ingeniero Civil Informático de la universidad Adolfo Ibáñez.

Quien él es, ahora incluye el atributo Ingeniero Civil Informático, dado por esa certificación.

Su identidad crece. Y su poder crece.

Dos cosas quedan aquí relacionadas: el saber con la certificación.

Ahora, qué pasa si después de 10 años, esa certificación queda pulverizada cuando todo el saber que ese estudiante adquirió, está todo obsoleto.
El certificado sigue vigente, pero desasociado del saber correspondiente, para quien busca un profesional con ese certificado, asumiendo que sepa lo que en ese momento presente, se supone sabe un profesional recién certificado.

Tengo el juicio, por otra parte, que las instituciones de educación actual, están comprometidas mucho más con el negocio de vender certificaciones, que de transmitir el saber que imparten.

La crisis del sistema educacional es un dato. Estamos al nivel de sacar leyes que permitan penalizar, rápido, a los revoltosos violentos.
Leo un artículo en la prensa del alcalde de Santiago, que contento con las nuevas leyes que le darán más poder a los rectores para despedir, increpa a los padres que dejan o no se implican en lo que sus hijos hacen en los colegios. Qué pasa con los padres, que educan tan mal ?! exclama.

Yo pienso que el sistema educacional es tan inoperante, entrega tan poco de lo que de verdad hace falta, que estas cosas que parecen síntomas de una enfermedad que no sabemos diagnosticar.

Me gusta la expresión que dice que educar dejó de ser llenar un balde y más se parece a encender un combustible.
Pienso que esto, el sistema educacional no lo ha computado aun.

Hace rato que los jóvenes estudian lo que de verdad quieren saber, a solas, por Internet. Y se conectan en redes globales de intercambio de experiencia y saber.
Y van a las universidades para darle en el gusto a sus padres. Esto está pasando.

Veo que el conocimiento está disponible, en buena medida gratis, en forma y calidad adecuada, en la nube. Debemos propagar al mínimo costo, los recursos de acceso a Internet para la población.

Hace falta entonces revisar esto de las certificaciones.
Le he dicho a personas que lleven un blog y cuenten ahí las cosas que van haciendo y que los beneficiados aparezcan comentando y recomendando. Y que esta sea tu forma de certificar o más bien mostrar qué sabes hacer.

Imagino comunidades de aprendizaje, donde es la comunidad la que otorga rangos y categorías, según trabajos realizados y aportes. Es la comunidad la que entrega algo, el rango, que opera como una especie de certificación.

La pasión, en nivel de encendimiento, debiera ser un ingrediente a lograr. Cómo medimos esto ? Por sus obras y por la forma en que hablan. Y qué lo digan los otros miembros de su comunidad, de la que es parte y donde participa.

Se de una universidad estatal en EEUU, que solo certifica; no da clases.

Se han dado cuenta lo rápido que se olvida el saber ?