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sábado, mayo 03, 2025

Materia, Espíritu y Conciencia: Un Puente Cuántico hacia el Ser

¿Somos el dron o el piloto? Una mirada cuántica a la conciencia
Imagina que tu cuerpo es un dron y tu conciencia, la persona que lo maneja desde fuera. Así como el dron percibe el mundo a través de sus sensores, nuestro cuerpo experimenta la vida, pero la verdadera conciencia no reside en la máquina, sino en el piloto: en ese "algo" que está más allá de lo físico.

Federico Faggin
Qualia: la experiencia interna que la ciencia no puede medir
Nuestra experiencia subjetiva -lo que los filósofos llaman qualia- no está en nuestra cabeza, ni en nuestros sentidos, sino en la conciencia misma. Sentir el color rojo, por ejemplo, no es un fenómeno físico, sino una vivencia interna. La ciencia clásica, basada en la medición y la observación, nunca ha podido explicar estos fenómenos, porque simplemente no se pueden medir.

Federico Faggin y la conciencia cuántica
Federico Faggin, uno de los pioneros de la computación moderna, tardó 30 años en comprender que las matemáticas, como lenguaje creado por la conciencia, no pueden describirla completamente. Muchos científicos sostienen que la conciencia es una propiedad emergente del cerebro, pero Faggin discrepa: para él, la conciencia requiere de la física cuántica, de un campo que trasciende la materia.

Según Faggin, la conciencia no es un fenómeno de la física clásica, sino de la física cuántica, donde la información y los campos cuánticos abren la puerta a una comprensión más profunda de nuestra experiencia interior.

El universo interior y la información viva
El físico Giacomo Mauro D'Ariano distingue entre la información cuántica, que describe el mundo interior, y la física clásica, que explica el mundo exterior. Para D'Ariano, la conciencia es una propiedad fundamental e irreductible del universo, más básica que la materia o la energía. Propone que la realidad está compuesta por "seidades": unidades conscientes con identidad y libre albedrío, que se comunican a través de información viva y crean la realidad simbólica que percibimos.

El universo, según esta visión, evoluciona impulsado por el deseo del "Uno" de conocerse a sí mismo, a través de las experiencias de las seidades. La realidad es holística: no puede separarse en partes, y abarca tanto lo clásico como lo cuántico, lo externo y lo interno.

Más allá del espacio-tiempo: el campo de la conciencia
En el campo donde reside la conciencia no existen las dimensiones de espacio y tiempo a las que estamos acostumbrados. Estas son propias de la realidad material y de la física clásica. Si seguimos creyendo que somos solo máquinas, corremos el riesgo de ser controlados por la inteligencia artificial y quienes la manejan. Es urgente cambiar nuestra concepción de lo que somos.

Nuestro cuerpo es una máquina cuántica y física, radicalmente distinta a los computadores. Cada célula contiene la información de todo nuestro cuerpo: somos seres holográficos, conectados con el campo del que formamos parte. Las partículas que nos constituyen aparecen cuando su función de onda colapsa; si no, simplemente no están. A diferencia de los bits informáticos, el bit cuántico no puede copiarse, lo que nos hace únicos.

El ser y el ente: dos realidades entrelazadas
Nuestro cuerpo es el ente; nuestro ser, en cambio, reside en el campo inmaterial. La realidad clásica es determinista, la cuántica es probabilística: puede ser onda y partícula a la vez. Ambas realidades son inseparables, partes de un todo mayor. El colapso de la función de onda es producto del libre albedrío del campo.

En la información cuántica hay sentido y significado; en la información clásica, no. La conciencia y el libre albedrío son fundamentales, y la forma de pensar actual busca controlarlos. Pero nuestro libre albedrío es impredecible, y eso es lo que nos hace realmente libres.

Unir materia y espiritualidad: el legado de Faggin
Federico Faggin busca unir materia y espiritualidad, lo externo con lo interno. Sus postulados se basan en la idea de que el "Uno" -la totalidad de lo que existe- es dinámico, holístico y desea conocerse a sí mismo. Cuando deseamos algo, es el libre albedrío en acción.

Faggin incluso promete demostrar que los árboles son conscientes, lo que probaría que la conciencia no depende del cerebro. Cuando entendamos quiénes somos realmente, la competencia dará paso a la colaboración.

Conclusión:
La conciencia es el gran misterio del universo. No somos solo máquinas; somos pilotos, exploradores de una realidad mucho más profunda y misteriosa de lo que imaginamos. Comprender esto puede transformar no sólo la ciencia, sino la forma en que vivimos, nos relacionamos y evolucionamos como humanidad.


Nota: with a little bit of help from Perplexity; a partir de mis notas de este video

miércoles, marzo 26, 2025

Lo que yo he aprendido ejecutando mi nuevo servicio de coaching en inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) puede parecer una nueva y sorprendente tecnología que puede operar como una herramienta poderosa.
Puede reducirse a eso y nada más; pero puede ser mucho más que eso: puede ser un agente transformador de la persona que tú eres.

Si cargas la IA chatGPT en tu celular, puede ser tu diccionario español-inglés, o del idioma que quieras, a la mano. Disponible, rápido, ya.
Cuando lees y tienes tu celular cerca, cualquier palabra que dudes o no sepas qué significa, altiro, activas tu celular y en un tris lo tienes. Y sabes lo que significa; y bien.
También puede operar como el mejor buscador que puedas haber tenido. Lo dijo Larry Page, de Google hace varios años: el futuro de los buscadores será la inteligencia artificial, la IA. Ahí, tan cerca como tu celular.

Otra cosa que te puede pasar en esta capacitación en IA es que te pases de tipear en el teclado, a interactuar con el computador o celular, en modo voz, en forma oral.
Activas el chatGPT en tu celular y le hablas, le haces el pedido o la pregunta que quieras, y este te responde también en forma oral, audible por todos lo que te rodean.
También he aprovechado en varios casos de mostrarle a las personas, como pueden pasar de tipear tus textos en los procesador de textos, a simplemente dictarles hablando. Lo hemos hecho con Word de Microsoft, como con Google Docs de Google. Para los mayores de cierta edad, esto puede ser de gran ayuda.

Las habilidades de la IA en el procesamiento de textos es formidable.
Le puedes pedir que te redacte un mail para un prospecto que contenga tales y tales contenidos. Te lo hace genial, si no es a la primera, con un par de interacciones conversadas, vía texto o audio, listo.
Le puedo pedir que tome un material o contenido que yo he producido y pedirle que me lo revise, corrija y mejore. Es perfecto, o notable como lo hace.
Luego le puedo pedir que me lo redacte más coloquial, en el estilo de Gabriel García Márquez, o en el de Pablo Neruda, y lo hace genial. Hasta le puedo pedir que me lo transforme de prosa a verso. He visto muchas caras sorprendidas con esto.
Increíble es cuando le pides resúmenes de documentos largos, e incluso libros. Hazme un resumen de tal libro; profundiza tal aspecto; hazme el resumen más largo, y lo hace, lo hace todo.

Plataformas de IA hay varias. Yo enseño a usar chatgPT, Gemini de Google, que está cada día mejor; Perplexity, que a la respuesta que te da, continua con las preguntas que podrías querer hacer a continuación. Y Grok de X.com, el Twitter que se compró Elon Musk. Es tal lo competitivo de Elon Musk, que este Grok mejora y mejora día a día. Yo lo uso para que me informe de las noticias y lo hace genial. Suspendí mi suscripción a El Mercurio, por culpa de Grok.

Donde ya la cosa atraviesa tu piel es cuando ves que tu capacidad de preguntar podría transformar la persona que eres o vienes siendo.
Las preguntas, dirijo yo, tienen que ser tus preguntas, las que para ti tengan sentido, las que para ti son importantes o significativas.
Podría llegar a decir que tú eres tus preguntas, o eres el resultado de tu ausencia de preguntas.
Le puedes decir a la IA, toma el rol del mejor chef de Santiago y dime como hago el mejor arroz que he probado. Toma el mejor chef de Francia o el de la India, y la misma cosa. Y te puedes transformar en un cocinero que los que te rodean desconocerán.

Necesitas ganar plata, ganar más plata. Listemos tus capacidades, intereses, experiencias, y pidámosle a la IA que nos entregue una propuesta comercial y déjate sorprender. Después solo tendrás que distribuirla o salir a sostener reuniones de venta.
En esta sección paso a desempeñar más bien mi rol de Coach, ayudando a la persona a enfocar o pesquisar en qué querría desempeñarse o trabajar.

Ahora, si quieres aprender algo nuevo o investigar un tema. Entablar una conversación con la IA, en base a preguntas, pedidos, preguntas luego de las respuestas, puedes llegar adonde quieras.
Por esta capacidad es que he reflexionado que la educación cambiará completamente, pues será personalizada, en base a una conversación a partir de los particulares intereses de cada persona.
Si los cabros están chatos de ir al colegio a aprender cosas que no les interesa aprender y que además saben, muchos de ellos, que aprenderán mucho mejor solos frente al computador o con el celular.

Por eso digo, la inteligencia artificial, puede ser un resolvedor de todo tipo de situaciones y por ello termine siendo un agente de cambio para la persona que vengo siendo. Y por eso tiene tanto sentido que hable de “coaching” en inteligencia artificial (IA).
Sólo llámame o mándame un chat.

Al final, la inteligencia artificial se transformará en un asistente tuyo, a la mano, para todo tipo de cosas; un asistente formidable.

Nota: he trabajado ya con seis personas, cuatro en forma presencial y dos online; dos hombres y cuatro mujeres; cinco en Chile y uno internacional.

jueves, febrero 27, 2025

Mi nueva oferta comercial: Coaching en inteligencia artificial

Hola xyz

Te presento a continuación mi nueva oferta de servicios.

Introducción
Estamos en un mundo donde el desarrollo tecnológico en la forma de la inteligencia artificial (IA), inunda el espacio informativo y amenaza con arrollarnos, desplazarnos y dejarnos fuera de las pistas.

Mi perspectiva pone al centro a las personas. Y las pone de tal manera, que estas tecnologías nos afectarán transformándonos, mejorándonos, aumentando nuestro potencial.
Al estar dedicado desde hace 25 años al coaching, mi sesgo es poner el centro de mi mirada en las personas, en esta danza con los cambios tecnológicos, que sin duda cambiarán el mundo en que interactuamos.
Y la pregunta es, cómo nos cambiarán a nosotros.
Me gatilló esta perspectiva lo qué dijo el CEO de Perplexity, Aravind Srinivas que dijo que la IA nos hará más humanos, ayudándonos a enfocar nuestra creatividad y curiosidad.

Nuestra Filosofía
Larry Page, cofundador de Google, anticipó en el año 2000 que el futuro de los buscadores sería la IA.
La IA es un nuevo motor de respuestas. Responde cuanta pregunta se te ocurra hacerle, sin enojarse ni aburrirse.
La educación escolar que recibimos nos entrenó para memorizar y para responder las preguntas que los profesores nos hacían. No nos entrenó para hacer nosotros las preguntas. Al contrario, inhibe nuestra capacidad de preguntar, inhibió nuestra curiosidad.
Es la oportunidad ahora, de despertar esa capacidad dormida, con la ayuda de esta nueva tecnología de la inteligencia artificial.

Las preguntas
Qué es una pregunta, será un tema.
¿Cuáles son tus preguntas más presentes, más apremiantes, más importantes ?
Tu aprendizaje escolar fue función de lanchadas y lanchadas de contenidos que venían a ti año tras año; contenidos que se pretendía aprendieras y memorizaras.
Qué tal si tu aprendizaje siguiera la ruta de tus preguntas, asumiendo que tu curiosidad despertara tu infinita capacidad de hacer preguntas, capacidad que entendemos duerme en alguna parte.
Despertemos al niño curioso que duerme en ti, de eso se trata en buena parte el trabajo que pretendo hacer contigo.

Qué te ofrezco
Nuestra propuesta se centra en desarrollar tu capacidad y habilidad de hacer preguntas.
El coaching se basa en hacer preguntas; preguntas que muchas veces nunca te has hecho. Por eso los coaches aparecemos como buenos preguntadores.
Pretendo ayudarte a hacer más preguntas, hacer mejores preguntas, y preguntarte, cuáles son tus verdaderas preguntas.
Todo esto, haciendo que la herramienta de la inteligencia artificial se transforme en algo útil y conocido, a la mano.
Te enseñaré a usar por lo menos cuatro modelos de inteligencia artificial: chatGPT, Perplexity, Gemini de Google y Deepseek de los chinos.

Beneficios
Empoderamiento: Convierte la IA en tu aliada para aprender y tomar decisiones informadas y creativas.
Adaptación al Futuro: Prepárate para un mundo donde las preguntas, más que las respuestas, definan el rumbo de tus capacidades.
Exploración Ilimitada: Desarrolla una mentalidad abierta y crítica, con la capacidad de cuestionar y descubrir y aprender continuamente.

Próximos Pasos
Te invito a dar este salto hacia el futuro. Dejemos atrás el miedo a preguntar y abracemos la curiosidad como motor de nuestra evolución. La IA no reemplaza el pensamiento humano; lo potencia.

Costos y proceso
He diseñado este servicios para ejecutarse en 4 sesiones de una hora, con un costo de $ xxx.000,-

Si estás listo para iniciar este viaje, estaré encantado de acompañarte. ¡Hagamos que tus preguntas guíen tu camino!


Referencias:
El caso de Veronika Hicke

domingo, noviembre 17, 2024

¿Qué Somos?

Vivimos en una época de cambios vertiginosos, donde la pregunta “¿qué somos?” resurge como una necesidad imperativa. En un mundo regido por una cultura materialista e individualista, parece natural vernos como algo inmutable, separado e independiente del entorno. Pero, ¿es realmente así?

Nos rodean historias que refuerzan esta visión:
"Murió porque era tacaño", cuentan de alguien que, ante un problema de salud, prefirió no gastar en el tratamiento necesario.
"O hay que despedirlo porque no sirve para el cargo. Es de una forma que no tiene arreglo".
Estas narrativas nos sumergen en un mundo que ve a las personas como estáticas, sin capacidad de cambio, reducidas a una materialidad que simplemente "es".

Y nos lo creemos. Aceptamos que somos inmodificables, atrapados en una identidad fija, desconectados de nuestro entorno, salvo por la historia que nos ha moldeado. Mientras tanto, nos volcamos hacia lo exterior: el trabajo, las metas, la prosperidad medida en dinero. Es un sistema que premia lo tangible y desatiende lo que llevamos dentro.

¿Qué hemos olvidado?

Nos hemos olvidado de nosotros mismos. De lo que somos, realmente. Y la verdad es que no lo sabemos del todo. Poseemos conciencia, pero, ¿qué significa eso? Como coach, sé que las personas pueden experimentar transformaciones profundas y significativas. He acompañado a muchas en su indagación y reflexión, y he visto cómo estos cambios en su interioridad se reflejan en su comportamiento y relación con el mundo exterior.

Sin embargo, para comprender lo que somos, necesitamos desafiar las interpretaciones limitantes. No somos seres inmutables ni simples cuerpos materiales. Tampoco estamos desconectados del entorno. Más bien, somos conciencia encarnada, con un desarrollo que puede ser de evolución o, lamentablemente, de estancamiento y degeneración.

Una nueva interpretación: somos conciencia en desarrollo

La conciencia no es estática. Tiene niveles, capas, y una estructura que puede reflejarse en conceptos como la espiral dinámica del desarrollo humano. Hay quienes avanzan en este proceso, mientras otros permanecen estancados, quizá sin siquiera saber que hay más posibilidades disponibles.

Es urgente que cambiemos esta narrativa. Que reconozcamos nuestra capacidad de evolucionar y que dejemos atrás las limitaciones autoimpuestas de lo "inmutable". Somos seres en proceso, con potencial infinito para explorar.

Preguntas para reflexionar y transformar

Para empezar este camino, te invito a reflexionar con estas preguntas:

  • Cuando tomas decisiones importantes, ¿quién manda: tú o el "deber ser"?
  • ¿Cuánto de tu poder personal has entregado al qué dirán?
  • ¿Reconoces y gestionas tus emociones, o las reprimes?
  • ¿Cuánto te haces responsable de tu vida y cuánto culpas a las circunstancias?
  • ¿Sabes atender lo que sientes en tu interior en el momento presente?
  • ¿Practicas técnicas para calmar tu mente, como la meditación?

Estas preguntas no buscan respuestas rápidas, sino abrir una puerta hacia tu interioridad, hacia lo que realmente eres. ¿Te atreves a cruzarla?

Este texto busca conectar emocionalmente, desafiar creencias limitantes y abrir espacio para la reflexión personal. ¡Espero que sea de utilidad!

Nota: yo redacté este posteo y le pedí a chatGPT que me lo amononara, que mejorara su redacción y eso publiqué; es completamente fiel a mi escrito en su contenido

jueves, octubre 17, 2024

Enriqueciendo el arte humanizándolo

La conversación del coaching navega por aguas diversas, sube y baja, avanza.
Estamos frente a un artista de obras abstractas. Es chileno y vive en Barcelona. Buen alumno del colegio San Ignacio y luego de Arquitectura de la Universidad Católica.
De repente se descorazona con el oficio de los arquitectos y da el salto al Arte.

Fue un terremoto familiar. Prontamente descubre que el arte en Chile se valora poco. Emigra a EEUU, donde se siente mucho más reconocido y de repente buscando nuevos aires, migra a Europa, a Barcelona, donde hoy reside.
La conversación fluye por las ondas digitales del espacio de la plataforma Meet.

Me muestra sus obras por la pantalla. Las observo en su cuenta de Instagram (www.instagram.com/_ignacio_inigo_).
Me superan, no entiendo nada, no sé verlas, no sé valorarlas.
Más tarde surge una idea; adjuntar a las obras un código QR, de manera que el visitante aplique su celular y acceda a un video hecho ad hoc por él, en que habla acerca de la obra que se está observando.
Ignacio, escucha atento, imaginando no sé qué.
Ya conozco a Ignacio y sé que es profundo, agudo en su pensamiento, culto, no es un mero artesano del arte.

Leo en otro lado acerca de la necesidad de enriquecer los productos que se exponen, que se venden, de distintas maneras. Una es contando la historia de sus creadores; otra es mostrando a sus creadores, haciéndolos parte del producto.
Las empresas se enriquecen humanizándolas, contando su historia, mostrando a sus actores, que aparezca el colaborador o empleado, que diga cómo y porqué hace lo que ofrecen.

Se trata de enriquecer la obra haciendo aparecer al autor, al artista, contando un cuento, un relato en relación a la obra.
Ignacio Iñigo pide un break, un espacio para decantar. Nos dejamos de ver por un tiempo y el otro día me manda esto ..

Has clic en la imagen

Neto, perfecto Ignacio, de eso se trata. Y lo encuentro muy bien hecho.
Te felicito y le comparto mi alegría.

lunes, noviembre 27, 2023

El ser decae y la relación adquiere protagonismo

Cada uno de nosotros es un observador particular válido, es el mensaje detrás del ejercicio que llamo El Observador.
En este ejercicio experimentamos cada uno esto del observador distinto y particular que es cada uno.
No será algo que hemos leído, o que nos lo dijeron, lo habremos vivido.
Y de verdad, todos vemos una realidad distinta. ¿Cómo es esto posible?

Pensamos que la realidad es objetiva e irrefutable. Es ella, la realidad la que viene a nosotros a través de ondas de luz, estimulan las neuronas de la retina, que emiten señales eléctricas que viajan al cerebro por el nervio óptico, donde se produce la imagen que es una réplica de la realidad; una imagen espejada.

Y qué tal si esto no ocurre así ? No hay una realidad ahí afuera sino que vivimos en una especie de sueño producido por el cerebro con imágenes que viajan del cerebro al ojo. En el ojo se producen algunas disparidades entre el estímulo visual que llega de la realidad y la señal del cerebro, las que son enviadas al cerebro para efectuar pequeñas correcciones a la imagen que en definitiva produce el cerebro. De ahí la coherencia entre la experiencia visual y la realidad.

Esta perspectiva desplaza el foco de la realidad, de la cosa allá, a la relación entre la cosa observada y el observador.
El observador entra en escena con un rol muy destacado, pues es él el que en buena medida está creando o influyendo fuertemente en lo que será al final la experiencia visual.

O auditiva.
Lo que vemos gravita principalmente en la relación entre la realidad observada y el observador y empieza por ponerle más peso, más gravitancia a la influencia de la experiencia en el observador.

Tenemos la tendencia a interpretar el escuchar como si se tratara de un fenómeno similar al diálogo entre computadores, en donde viaja cierta información de uno al otro, en el receptor se activa un proceso computacional que interpreta lo recibido, como si de lo que se tratara fuera de entender lo recepcionado.
La escucha humana, me va pareciendo, no opera así.
Llega un estímulo auditivo y ello levanta en el que escucha .. cualquier cosa.
Eso que aparece como lo que llega, más bien, en buena medida, es producido por el escuchador internamente.

Recuerdo una vez que una mujer nos leyó a un grupo grande de personas un poema de Benedetti y nos pidió que registráramos lo que habíamos escuchado.
Empecé a escuchar los reportes de los demás y sentí una preocupación porque no se parecía a lo que yo había escuchado. Me puse de pie a mi turno y relaté lo que yo había escuchado; y me senté.
Luego de escucharnos a todos, la mujer volvió a leer el poema y .. yo escuché lo mismo de antes.
Conclusión: todos somos escuchadores particulares válidos. Misma cosa que en el ejercicio del observador.

Conclusión: nuestra experiencia es producto de la relación entre el mundo allá afuera y yo como observador/escuchador.

Este cambio paradigmático surge en la física cuántica.
Los científicos estudian en sus laboratorios al electrón. Son capaces de determinar su ubicación, pero la velocidad se les hace indeterminada. Si determinan la velocidad, la ubicación se les hace indeterminada.
La materia electrón se hace inasible, inagarrable.
Y para rematarla, si no hay nadie mirando, parece que el electrón desaparece; no está.
Los físicos cuánticos poco entienden del comportamiento de la materia a este nivel.

Lo que empieza a decantar es que el ser del electrón, nos supera. O podríamos decir que el ser del electrón sólo adquiere presencia o existencia, cuando hay un observador consciente presente. El ser del electrón queda pulverizado, reducido a la nada misma y adquiere presencia ante un observador consciente.

Los meditadores sabemos que en el núcleo de nuestro ser, al que accedemos meditando, no hay nada o solo hay un espacio vacío, consciente.
Podemos decir que no somos nada y que lo que nos constituye son nuestras relaciones.
Relaciones con personas y con cosas, con lo que hacemos.

Esto sin duda afecta al observador que soy. Y afecta la forma en que ejerzo mi oficio de coaching.

martes, octubre 17, 2023

Economía del decrecimiento, qué es eso ?

El paradigma de economía que nos gobierna es uno donde el crecimiento es la máxima imperativa o única forma de alcanzar el progreso.
Si este año vendimos 100, el próximo año ha de ser 120, 150 y mucho mejor 200.
Los premios por estos logros son muy o demasiado atractivos.
Ello tiene a las personas trabajando tan intensamente, que la verdad no solo no tienen tiempo para nada y lo otro es que la realidad se les ha transformado en puramente fuente de negocios.
A esto Byung-Chul Han lo llama extrema alienación.

El economista francés Serge Latouche señala que aparte de lo dicho anteriormente, el sistema económico desarrollista olvida que nuestro entorno es un sistema vivo cerrado con “recursos” finitos. Esta ceguera está ocasionando la destrucción medioambiental con sus consecuencias en el inminente cambio climático.
Aparte de depredar el medio ambiente, explota a los trabajadores, generando fuertes desigualdades, con graves consecuencias políticas y estallidos sociales.
Ha significado un serio deterioro moral de la humanidad.

El impulso desarrollista siempre por más en el ámbito productivo se equilibra por otro impulso humano, que es el del consumismo. Millones de dólares se gastan todos los meses en alimentar y provocar el ansia consumidora.
Se ha instalado un verbo en las personas, el necesito, que habla de la tensión detrás de querer esto o aquello, lo último que salió aquí y allá.
Reconozco la voracidad comilona en mi cuando las tentaciones aparecen antes mis ojos y veo como las mujeres van a los Malls y compran zapatos que muchas veces incluso jamás usarán. Comprar, comprar, comprar, parece ser santo remedio para muchas ansiedades y angustias existenciales.

De aquí que la solución que empieza a aparecer es la economía de decrecimiento. Este año vendimos 100; bien, el próximo venderemos 90 y en el peor de los casos los mismos 100; nunca más.
En vez de tener en el centro de nuestras miradas el crecimiento, mal llamado progreso, debemos poner la satisfacción de las necesidades de las personas en el foco de nuestra atención.
En una economía de este tipo se premiará a los que consumen o gastan menos, mes a mes.
Se incentivará el consumo local, conscientes ya del gasto energético que significa traer productos de largas distancias.
Esto requiere una educación centrada en las personas, robusta en el desarrollo cultural, con conciencia de los propios gustos y capacidades. En definitiva una educación de más conciencia.

Chao a la competencia, chao a la acumulación, bienvenida la colaboración y el bien común.
Hay personas ideando sistemas económicos basados en las ideas de la gente y sus necesidades. Todos participando en la producción y educación, para lo que realmente se necesita. Con una moneda generada por el mismo sistema, para satisfacer estas necesidades, sin ninguna posibilidad de acumulación, pues esta tiene un ciclo de vida acotado. El dinero después de un tiempo pierde todo su valor.
Necesitamos innovación radical, del tipo que tuvo a los 23 años Werner Heisenberg el año 1925 en la isla Helgoland, donde inventó la física cuántica.
Necesitamos una economía sostenible de verdad.

martes, agosto 01, 2023

Alfacom, una empresa centrada en la persona y la conversación

Introducción

Alfacom es una empresa dedicada al arriendo de equipos computacionales y equipos para eventos audiovisuales.
Fue fundada en 1992 por Juan Aviño, quien dos años después invitó a Robby Blueh a integrarse como socio. Se trata de dos ingenieros de la Universidad de Chile, que se conocieron en el contexto y la dinámica de trabajo interno del grupo Humanista Silo, creado por el argentino Mario Luis Rodríguez Cobos. 

Los socios, una dupla de irradiación de espíritu

Juan y Robby se han pasado la vida conversando, conversando mucho. Comparten principios y valores.
Se han constituido los dos con los años en un verdadero campo de irradiación de un espíritu centrado en el respeto total a la persona y en un trato basado en la confianza, la colaboración y el bienestar integral, donde la vida personal de sus colaboradores y sus familias está muy presente.


Ambos socios comparten además inquietudes sociales que se han preocupado de atender en los espacios libres que la empresa les permite, con conciencia que querían crear una empresa que les permitieran lograr estabilidad económica y tranquilidad para llevar una vida lo más plena posible.

Han creado una empresa que más que un artefacto mecánico de funcionamiento, es un organismo vivo, donde todos aprenden del funcionamiento amplio de la empresa para prestar un servicio de excelencia, como aprender de sí mismos de cómo ser mejores personas y profesionales.

La dupla Juan y Robby es tan relevante en la irradiación del espíritu de la empresa más allá de su funcionamiento, que han logrado que esta ande sola. Si ambos se fueran o desaparecieran, muchos de los empleados entrevistados declaran no querer seguir trabajando en ella.

Una Empresa con enfoque centrado en la persona humana vista como organismo de alto potencial

Robby Blueh
En Alfacom, el factor humano es primordial. Los lazos entre los empleados son cordiales y basados en la confianza. Los socios se preocupan profundamente por el bienestar de su personal, deseando que estén bien tanto en el trabajo como en sus vidas familiares. Todos los empleados son vistos como personas de alto potencial, lo que les permite manejar una empresa de alta complejidad con eficiencia.

La empresa promueve un ambiente de aprendizaje, donde todos se sienten libres para probar cosas nuevas y aprender de sus errores. El trabajo en equipo es esencial, y si alguien falla, los demás están dispuestos a cubrir sus espaldas de manera espontánea.

Una Gran Familia asentada en valores

Alfacom es más que una empresa, es una familia. Los socios, empleados y sus familias están estrechamente unidos, y el cuidado y respeto en el trato por cada individuo son fundamentales. La comunicación es abierta y fluida, sin jerarquías que obstaculicen la expresión de ideas o preocupaciones.

La empresa, consciente del impacto interno del respeto de valores éticos y legales, es prolija por ejemplo en el debido licenciamiento de toda pieza de software que lleven los equipos que arriendan. Operan además sin deuda, lo que les brinda tranquilidad, estabilidad e independencia financiera.

El capital y el trabajo en igualdad de condiciones

Todos los empleados entrevistados son conscientes de que trabajan en una empresa especial, atípica. Aquí el capital no está por sobre el trabajo, sino que conversan en igualdad de condiciones.
El despotismo habitual del capital en las empresas sobre los trabajadores es completamente inexistente aquí. Este solo hecho ya la hace una empresa excepcional.

Así como los socios conversan, capital y trabajo conversan, conversan permanentemente. Cualquier trabajador que pudiera ser afectado por una decisión es incorporado a la conversación donde esta se decide.
Son una empresa extremadamente democrática, donde la resolución de problemas como la contratación de nuevos colaboradores, o su desligación, son ampliamente conversadas.

Juan Aviñó
Confianza, trato, colaboración, participación

La confianza se cultiva como bien preciado. El servicio impecable a los clientes, que también son vistos como personas, cuyo trato es cuidado, genera tal vinculación y aprecio por Alfacom, que los vendedores no empujan la venta, pues los clientes les llegan empujados por la difusión que estos hacen con sus conocidos.

Las personas dentro de la empresa no tienen roles encapsulados, sino que rotan, colaboran, reemplazan, cubren, e incluso fiscalizan unos con otros el buen operar.
Y así también aprenden. Y mucho conversan.

No tienen una organización estructurada. Es una estructura bastante plana.
Arriba están Juan, Robby y la Marcela, y debajo todos los demás.
Intentaron certificarse en una norma ISO y al final desistieron porque decidieron que no querían regirse por normas estructurales rígidas.

Peculiaridades de Alfacom

Instauraron las 40 hrs de trabajo semanal antes de que fuera ley; conscientes de que querían más tiempo para la vida personal de sus colaboradores.

La indemnización por años de servicio es casi un bien concedido de antemano a cada trabajador. Casi, porque partiendo del 100% de este, se conversa si habrán reducciones justas por fallos graves.

Los trabajos en horas extras se pagan prolijamente, basados en la confianza y el cuidado de los bienes de la empresa, que se sienten comunes.

El rango de sueldos es bastante plano, siendo el mínimo $ 800 mil y el máximo en torno a los $ 3 millones. 

La reajustabilidad de los sueldos está establecida en forma automática según un factor de variación del IPC.

Las personas están invitadas a trabajar lo más posible en forma remota desde sus casas. Saben el bienestar que ello produce y el ahorro en tiempo y dinero de los traslados.

Con la pandemia aprendieron que yendo a la oficina de 3 a 4 horas podían sacar la pega del día. No sé, pero al parecer esto fue factor clave para un alza de eficiencia, que lo que antes hacían 70 personas hoy lo hacen las 22 personas que son.

Tienen actividades con fines de sociabilización, como almorzar todos juntos cada dos semanas y antes de la pandemia hacían paseos periódicos, con presencia de las familias, que esperan se retomen.

Respecto del trato a proveedores, basta que llegue una factura, para que la paguen de inmediato. Tratan como les gustaría que los trataran a ellos.

El Futuro 

La empresa Alfacom vive muy consciente de lo que el día a día les trae. Y actúan y resuelven en consecuencia. Conversando.
La vida ha ido pasando, han ido envejeciendo, con un Juan de 71 años y Robby de 64. La antigüedad media debe andar por los 20 años y la edad media por los 50 años. El único y excepcional joven en la empresa es el hijo de Robby, Daniel (34).

Una posibilidad es sentarse a conversar un día y decidir irse todos y cerrar. La hicimos, fue bueno, chao.
Otra, también sentados y conversando, es juzgar lo realizado como bueno y decidir darle continuidad. Y buscar la forma de incorporar gente joven o más joven y entrar en el proceso de formación de este contingente. Probablemente Daniel debiera, si quiere, tomar un rol de liderazgo de esta iniciativa.

Esa nueva generación tendrá que decidir juntos con los que están presente el rumbo que quieren seguir para adelante. Mantenerse en las líneas de negocio actuales o innovar.

He visto empresas como esta en que los dueños del capital se lo venden a los trabajadores que quieren comprar y el pago se pacta en cómodas y largas cuotas en el tiempo. Una especie de pensión complementaria para los socios.

Yo pienso qué Alfacom es un proyecto empresarial excepcional que debiera continuar y además propagar o enseñar lo que han aprendido.

Y para terminar, agradezco la confianza y acceso a su interioridad que me han dado con este ejercicio.

martes, noviembre 22, 2022

Qué soy yo y qué es el tiempo

Somos legión decía alguien, refiriéndose a la cantidad de yoes que cada uno de nosotros es.
Soy uno con mi mujer, otro con mis hijos y otro con mis nietos. Otro en mi trabajo, otro cuando converso en la calle con Waldo, Raúl o Pedro. Etc.
Hay un yo “sujeto” que ve el mundo de los objetos del entorno. Cuando transformo en objeto al yo sujeto, lo transformó en el yo-idea que tengo de mi mismo.
Cuando no hago eso y soy capaz de atender al testigo de la realidad, al que conoce, a la luz que ilumina el mundo de los objetos que ve, el yo esencial pasa a ser un espacio vacío consciente donde la experiencia ocurre.
Y está el yo-ideal que es el yo que quiero ser más adelante en el tiempo.

Nuestra cultura borró de un plumazo el yo esencial; simplemente lo obvió. Parto del yo que puedo describir, como quien describe a un objeto, ese más menos que desplegamos en un currículum. Ese yo es un producto de la mente, no es la experiencia profunda del yo, que es la del yo esencial.
Nuestra cultura nos desconectó de la realidad esencial y nos dejó parados en una realidad construida por la mente.

Conecto con el yo esencial, en el momento presente.
El tiempo cronológico es un invento de la mente para facilitarnos el funcionamiento en el mundo. Así la mente produce el pasado en nuestra memoria y el futuro en nuestra imaginación. Y nosotros vivimos en ese instante fugaz que es el momento presente. El tiempo no existe para el yo esencial que vive en el momento presente eterno.

Imagina dos ejes, uno horizontal del tiempo y otro vertical de la dirección hacia el yo esencial, en donde se encuentra la plenitud.
Vivimos hipnotizados convencidos que la plenitud está en alguna parte más adelante, en el tiempo cronológico, en donde seré, tendré o estaré haciendo tal o tal cosa. Y métale.
En cambio la verdadera ruta hacia la plenitud está en el momento presente, en la vertical.

Entender estas cosas, sospecho, es central.

jueves, octubre 21, 2021

Lo que yo aprendí dando una charla de física cuántica y conciencia

La experiencia de preparar y dar una charla como la del martes pasado, más los muchos intercambios que se produjeron a continuación, movió ciertas ideas y pensamientos en mi interior, que digo se asentaron un poco más.

Por ejemplo, cosas en que veo que empiezo a creer. Existe una conciencia mayor, de la que somos parte, que tiene en sí misma todas las potencialidades evolutivas y todo el direccionamiento de muchos hechos de la realidad.

La evolución tiene dirección y propósito.
Nuestras vidas tienen una misión o un propósito.
Nuestras enfermedades nos las trae nuestra propia conciencia, para algo.

La CONCIENCIA, la grande, es donde reside todo lo posible, todo lo que la evolución puede manifestar en nuestro mundo real, material; y más.
Desarrollar la capacidad de acceder a esa fuente, es muy interesante, en cuanto a desarrollar nuestras capacidades de creatividad.
Tendríamos un yo terrenal y un yo cuántico. El yo cuántico es el que es capaz de asomarse allá arriba.
La conciencia es la fuente de toda potencialidad, insisto.

Intencionar es una capacidad de la conciencia, que necesitamos atender. Tiene más poder de lo que la razón pensante nos puede permitir creer.
La intención afecta, de verdad afecta, a la realidad. Esto lo vienen diciendo las religiones orantes desde centurias.
Cómo lo hace, no lo sabemos. Solo podemos confirmarlo con experimentos como el del meditador frente a una máquina generadora de números aleatorios. Pero cómo lo hace, nos falta mucho para saberlo.

Un bit se almacena en un elemento electrónico, por lo que no podemos decir que sea inmaterial. La energía y la materia en el mundo físico están ligados por la ecuación E = mc2
Un pensamiento, al parecer, reside en el espacio sutil de la conciencia inmaterial. Claro, tiene una representación en el cerebro, pero su forma original, pertenecería al cuerpo mental de nuestra realidad de la conciencia, que no tiene la forma de energía que aquí en nuestra realidad conocemos.

Al desplazar el foco de atención del mundo exterior más al interior, más la idea de que la conciencia es nuestro principal aspecto de identidad, despliego mi atención en la dimensión interior de mi experiencia y de ahí empiezo a ver con más apreciación, los actos de elegir, intencionar, conectar con otros en forma significativa y comunicarnos como leyéndonos, adivinándonos y para terminar la intuición y sus componentes creativos.
Y veremos que aprendemos de mirar en el tiempo con el epicentro en la conciencia, de nuestra realidad y constitución en estas cosas.

La intuición por ejemplo, que no ha sido tan bien considerada, puede llegar a ser una vía de creatividad y conexión con dimensiones de creatividad insospechadas.

Y a veces pienso que una parte importante de nuestro proceso de desarrollo consiste en desprendernos de nuestra fuerte identificación con el cuerpo físico. Si pudiéramos desarrollar la practica de salirnos del cuerpo, que sé que hay personas que lo hacen o les pasa, sería un gran avance.

Se puede considerar una prueba científica del poder de intencionar de la conciencia, la del meditador que intenciona más unos de una máquina de números aleatorios y que logre un 2,5% más unos ?
Es esa una prueba científica de la conciencia y sus capacidades ?
Yo creo que si.

Referencia
La charla

jueves, septiembre 23, 2021

¿Son las partículas elementales o la conciencia la base de todo?

La física cuántica es la que está impulsando este descalabro. La cosa se puso tan complicada, que no va quedando otra que concluir que la materia es una manifestación de la conciencia y la conciencia es la base de todo.
Lo que esto tendría como consecuencia es:

Primero: No es la materia la base de todo, sino la conciencia

La ciencia se tropezó con la conciencia; hace rato. La presencia de un agente consciente, afecta los experimentos de la física cuántica. La luz pasa de ser ondas a partículas, sólo por la presencia de un observador (agente consciente).


Un electrón al pasar de una órbita a otra, desaparece y aparece al otro lado. ¿Adonde se fue en el intertanto? El otro lado, sería otro dominio de realidad, donde el espacio y el tiempo no existen, una realidad no-local, como la llaman los cuánticos.
Etc. Son varios experimentos que hablan y permiten concluir que, la materia no es la base de la realidad, sino que existe en ese “otro espacio” de realidad, que es pura consciencia.

Y la materia es una manifestación de la conciencia. La conciencia está primero y es la “materia” prima de todo lo que existe (nos va a costar salirnos del paradigma materialista científico en que nos encontramos, que establece que es la materia la base de toda la realidad).

Segundo: Tocaría mover el foco de nuestra atención del mundo exterior al interior

Este paradigma materialista nos ha volcado hacia el exterior. Vivimos desplegados hacia nuestra exterioridad. Cuando la conciencia aparece en ese rol fundamental, más nos vale empezar a mirar para adentro, a nuestra interioridad.
Volcarnos al interior, parece ser el primer ejercicio por el que tenemos que empezar. Mirar el cuerpo, mirar los sentimientos más leves, nuestros pensamientos, esos que tejen nuestros significados y no sólo procesan información. Y cultivar una quieta y atenta atención a las intuiciones que nos brotan.
La meditación, la veo como práctica esencial de desarrollo de la mirada interior, donde hasta la dimensión espiritual, como experiencia, emerge.

Tercero: El desarrollo personal se torna epicentro de nuestras preocupaciones

Esta perspectiva que pone a la conciencia y no la materia, como la base de todo lo existente, ha de afectar la forma en que nos vemos a nosotros mismos.

Empieza a quedar claro que no somos materia complejamente organizada, ni menos máquinas, sino .. cuerpo material, y parece ser que además existen el cuerpo vital, el cuerpo mental y el cuerpo supramental. Serían todos manifestaciones de la conciencia; si, incluido el cuerpo material. Y tres de ellos residirían en un plano de realidad no material, no local, en una dimensión donde no existe el espacio ni el tiempo. 

Nuestra mirada materialista asentada en la concepción científica, nos ve como máquinas, que cuando fallamos en algún aspecto, incluso psicológico, vamos adonde los médicos, verdaderos mecánicos de un garaje, para que nos arreglen.
No creemos, dado que somos básicamente fijos, materiales, que podamos cambiar por ejemplo, nuestro carácter. Soy el que soy y básicamente siempre seré el mismo.

Si sueltas esta manera de verte y te abres a la mirada asentada en la conciencia y en la existencia de varios cuerpos .. sutiles, podrás abrirte a la posibilidad de desarrollos y transformaciones insospechadas de tu interioridad, del ser que manifiestas.
Se abre un mundo de desarrollo de lo que se viene llamando, el capital humano. Esto, vaticinan algunos, será un área de enorme dedicación e impacto al interior de las empresas.

domingo, junio 20, 2021

Leer en grupo

Juan Vera organiza grupos que leen juntos tres libros. Tiene el mérito de convocar a personas hispano parlantes de varios países latinoamericanos. Y gracias a la tecnología de comunicaciones del Zoom, estamos todos simultáneamente conectados escuchándonos.

Es notable. Él diseña estos espacios magistralmente. Nos va haciendo leer capítulos y nos guía con preguntas y provocaciones, sobre las que después compartiremos nuestras reacciones en los encuentros que tenemos cada 15 días. Algunos del grupo dialogamos entre medio.

Es como que cada persona leyera un libro diferente. Leemos en este momento 21 lecciones para el siglo XXI de Harari. Unas aman a Harari; otras lo odian. Cómo puede ser ? Lo es.
Unos reaccionan y se quedan en aspectos políticos globales, otros en la dimensión interna de cada ser humano.
Unos se llenan de alegría, que transmiten en sus interacciones con nosotros; otros están serios y muy preocupados.

Me quedo mirando como yo leo, qué cosas capturan mi atención y me las quedo mirando. Yo voy más a la persona, a su fuero interno. Cómo vivimos la religiosidad y claro, como las religiones usan su doctrina no solo para alimentar nuestra dimensión espiritual, sino para cohesionarnos, dirigirnos y controlarnos.
Veo mi particular modo de leer. Le doy legitimidad, por supuesto. Pero me sorprendo y aprendo de la diversidad de intereses y visiones.

Las sesiones por Zoom son casi siempre muy puntuales. Y vamos al grano muy rápido. No hay espacio para micro conversaciones, de unos con otros cuando nos encontramos presencialmente. Respondiendo brevemente cómo llega cada uno, es como aparecer cada uno y conectar todos unos con otros.
Luego cada uno dispone de seis minutos para compartir lo que a él le pasó con lo que leyó, lo que a él le hizo sentido, las reflexiones que se le dispararon. Y luego Juan, devuelve sus reflexiones y reacciones a lo escuchado.

Y eso sería. Tres horas alcanzan al justo. Y una vez cada 15 días.

Esto de tener personas de tan diversos orígenes, profesiones y edades, da una riqueza inigualable al acto de leer.
Hacer esto sin el online del Zoom que la pandemia nos ha apurado en traernos, sería imposible, con esta diversidad de personas.
Escuchar todas esas voces, todas esas interpretaciones, todas esas sensibilidades, te permite una lectura del libro completamente distinta.
Y te deja o me deja, más humilde.
Te lo recomiendo.

martes, febrero 02, 2021

¿No será que nos hace falta cambiar la forma en que vemos el mundo?

No la vemos, parece ser el fenómeno que nos ocurre.
No vemos, ni entendemos por qué tantas .. cosas pasando: crisis climática, crisis ecológica, crisis sanitaria, crisis social, crisis económica, crimen organizado narco. Algo más ?

Y nosotros seguimos pensando que con más de lo mismo resolveremos algo.
Nooo !
Los de derecha culpan a los de izquierda y los de izquierda a los de derecha. Todavía no asumen que el estallido social, los consideró a todos los políticos, parte del problema.

Necesitamos un cambio en el nivel de conciencia. Necesitamos un cambio en la forma de ver la realidad, cualquiera sea esta.
El problema es que no sabemos qué es eso de la conciencia. Como nunca se había podido medir algo que pudiéramos llamar la conciencia, simplemente la obviamos, la negamos Concluimos que no existe tal cosa.

Pero ya la ciencia se tropezó con la conciencia. En el experimento de la luz que pasa por las dos ranuras de la placa metálica, en que se comporta como onda si no hay nadie mirando, pero si aparece un observador, un agente consciente, zas, se materializan piedrecitas, fotones y la luz se comporta como partículas. Potente eso que tenemos, que es capaz de materializar la luz; no ?

Se ha seguido estudiando eso que llamamos conciencia, en distintas partes del mundo (link), incluso en Rusia y al parecer no podemos seguir negándola, sino más parece que tendremos que sumarla a nuestros dones, capacidades, pues podría ser ese factor el que nos cambie la manera de ver el mundo.

La intención, parece ser un ejercicio de focalización de la conciencia, que tiene más potencia de la que venimos sospechando. Si somos capaces de materializar piedras de las ondas de la luz, qué cosas podríamos lograr si ponemos nuestras intenciones en lugares .. que nos saquen de todas estas crisis.

Necesitamos tomar conciencia de la potencia de nuestras intenciones. Si intencionamos hacia maximizar la rentabilidad, el dinero para mi, y descuidamos el impacto ecológico, como afecta ello al otro, al de más allá, al que tenemos invisibilizado. La cosa nos ha terminado estallando por todos lados.

Necesitamos tomar conciencia en una perspectiva de 360° e intencionar, sabiendo la potencia de eso, en direcciones, que nos cuiden a todos, sabiendo más de nuestra naturaleza intrínseca. De lo que de verdad necesitamos, para nuestro bienestar. Necesitamos por ejemplo, que el otro, el de más allá, incluso el que no alcanzamos a ver, esté también bien.

Vamos por la conciencia !

domingo, noviembre 08, 2020

Qué escucho de Gastón Soublette entrevistado por Cristian Warnken

Que esta civilización industrial, que nació en el mundo anglosajón hace cuatro siglos, se está desplomando. Enfrentamos una mega crisis, que es global.

Se trata de una ideología basada en la economía y la técnica, que ha prestado servicios innegables, pero al costo de destruir el tejido social que conforma la cultura humana y está próxima a destruir la posibilidad de la vida humana en el planeta.

Transformó el tejido social de los pueblos con sus culturas, en masas de trabajadores consumidores, de individuos egoístas.
Con ello dañó una forma de vida verdaderamente humana.

Toca un cambio de paradigma. Un cambio de paradigma que no se puede planificar.
Se producirá, de hecho se está produciendo, en la base, en el pueblo.
Es la vida que se defiende a sí misma.

Una nueva Constitución, siendo un paso necesario, no producirá el cambio de paradigma que hace falta.

Perdimos la cultura, que es la estructura espiritual de los pueblos. Se nos evaporó la espiritualidad. Es tras ella que debemos ir y ella ocurre en nuestro interior exclusivamente.

La cultura que nos gobierna, que es racional, centrada en el interés, el rinde y el cálculo, nos tiene atrapados en el mito del progreso, de crecimiento sin freno, que nos está llevando a la destrucción.

Tanto el comunismo como el capitalismo están basados en concepciones de dominio, que buscan sacar el máximo provecho a los recursos naturales y a los recursos humanos.

Hace falta una conversión espiritual que se gesta en el corazón humano.

Nuestra civilización está gravemente enferma y parece que empezamos a darnos cuenta de ello. Los procesos de transformación se mueven en dos planos, el consciente y el inconsciente. Algo sabemos del consciente; pocazo del inconsciente.

¿ Comparto esto ? Si.

Referencia:

lunes, julio 27, 2020

Intentando mirar la fotosíntesis desde otra perspectiva

Indago acerca de la fotosíntesis en Internet. Hay buenas fuentes, buen material. Destaco a Khan Academy y profesores que tienen sus canales propios en Youtube como Professor Dave y Hank de Crash Course.

Puedo ver a la fotosíntesis como una máquina capaz de tejer hidratos de carbono, como el azúcar, a partir del carbono presente en el anhídrido carbónico del aire. Para ello usa la luz solar como fuente de energía.

Se trata de una máquina molecular, pues opera con partes y piezas que son moléculas. Esta máquina opera en las hojas de las plantas, al interior de células que las constituyen, dentro de las cuales hay como otras células (llamadas cloroplastos), dentro de las cuales hay otras células, llamadas tilacoides, en cuyas paredes ocurre la primera fase del proceso productivo de la fotosíntesis.

la ruta hasta las máquinas moleculares
El proceso es complicado. Así como en el ojo hay neuronas fotosensibles, en la planta , en unos sistemas fotosensibles, conformados por una maraña de moléculas, donde están presentes unos pigmentos fotosensibles, llamados clorofila.
Cuando un fotón impacta a la clorofila, esta se excita, así como en una neurona se produce un spike eléctrico, aquí un electrón salta a un orbital más lejano del núcleo y me imagino, se pone a vibrar.

Esa vibración se mueve por esa unidad de proceso hasta que alcanza a una posición que deja a una molécula, la P680, necesitada de electrones, con tal intensidad, que es capaz de romper moléculas de agua vecinas, apropiándose de sus protones y electrones, dejando un átomo de oxígeno libre, que al encontrar otro átomo similar, arma O2 (molécula de oxígeno), que sale a la atmósfera por unos hoyitos que tienen estas células.
Este subproducto, el oxígeno, de una etapa muy primera del proceso de la fotosíntesis, durante millones de años, produjo la atmósfera que nos hizo posible y no solo a nosotros, a todos los seres vivos que respiran oxígeno.

Así de potente y trascendente es la fotosíntesis. Sin ella, no existiríamos.

Si ustedes miran todo lo que pasa a partir de esa excitación y otra causada por otro fotón que la complementa, en otro sistema fotosensible adyacente, no lo podrían creer.
Por una parte, genera un gradiente eléctrico entre los dos lados de la membrana, que inducirá un flujo de protones a través de la máquina molecular más impresionante que he visto, que resulta en la producción de ATPs, qué es la moneda de cambio energética a nivel celular.
Y otra moneda de cambio energética a nivel molecular, la NADPH, que es una variante de la nicotina.

fase luminosa de la fotosíntesis
Después viene la fase 2 de la fotosíntesis, que no ocurre en la membrana de esta celulita llamada tilacoide, sino en el ambiente de fuera de esta membrana, al interior del cloroplasto.
A través de un ciclo sustentable, llamado ciclo de Calvin, que usando todas estas energías generadas antes, teje cadenas de moléculas de carbono, generando una secuencia de tres carbonos, que será el ladrillo primordial de todos los hidratos de carbono, como el azúcar, que requiere de 6 átomos de carbono.
El oxígeno del CO2 no se va a la atmósfera, sino que se utiliza en la construcción de estos hidratos de carbono.

La naturaleza sabe de sustentabilidad. Nos puede enseñar mucho de ello, algo que nosotros recién en nuestros procesos industriales empezamos a incorporar.

Al mirar todo este mecanismo, veo todo lo que sabemos, pero también veo todo lo que aún no sabemos, qué me parece mucho más.
Me asombro de la complejidad e inteligencia de la naturaleza. Pienso dónde está esa mente inteligente, una mente consciente quizás, que es capaz de diseñar estas complejas máquinas y procesos, que no creo se hayan generado por puro trial and error o por azar. No, no lo creo.

Y para terminar, esa maravilla que cuando llueve y luego sale el sol, empieza a generar toda esa vida vegetal que en estos días post sequía, nos han regalado las lluvias.
Una naturaleza que nuestra cultura y civilización nos a enseñado a mirar como recursos para nuestra desatada explotación y hemos quedado ciegos a su maravilla, su sabiduría que nos puede enseñar, y que sin ella, dañamos nuestro espacio vital. Algo que empiezo a percibir tan obvio.

domingo, julio 26, 2020

La ruta de transformación interior

Estamos en medio de una pandemia, recluidos en nuestras casas, con tiempo para reflexionar. Nos amenaza además graves señales de cambio climática y catástrofes ecológicas, aparte de una crisis social con carácter de estallido. La cosa no podría estar peor.

Los métodos tradicionales de poner más plata aquí o allá, no están funcionando en agilidad ni impacto. Hemos recurrido a cambiar la Constitución que nos rige, como si en ello estuviera el meollo de la crisis. Sospecho que tampoco funcionará como se espera.
Se buscan culpables como si en su reducción estuviera la solución.
Nada parece funcionar.

Sospecho que la ruta que debiéramos seguir, es hacia el interior de nosotros mismos, en disposición de apertura a la transformación.
Es solo habiendo transformado el observador que somos, que podremos idear nuevas formas de articularnos como sociedad.

Lo primero, es salir del individualismo en que nos encontramos. Necesitamos destruir el muro que hemos construido, entre yo y el otro. Otto Scharmer del MIT se refiere a esto a movernos desde la mirada Ego centrada, a una mirada Eco ampliada; de Ego a Eco. Se trata literalmente de romper una barrera mental, cultural, que afecta nuestra manera de ver; simplemente no vemos al otro, no aparece en nuestra pantalla de radar.

Hay varias iniciativas en Chile que apunta en esta dirección. La que más conozco es 3xi, donde invitan a experimentar la cultura del encuentro, entre pares improbables. Grupos pequeños, de hasta 10 personas, que parten presentándose y después conversan.
Balloon Latam, hace un profundo trabajo en territorios, por periodos largos, de unos 4 a 5 años, donde con la excusa de estimular el emprendimiento, lo que hacen es construir tejido social.
Otro que conozco es familias entrelazadas, en donde una persona o familia, se vincula con contactos periódicos, con una familia que recibe una caja o vale de ayuda, durante tres meses.
Y sé que hay más.

Recuerdo que en esta línea, en el curso Leading from the Emergent Future de Otto Scharmer del MIT, nos instó a entrevistar a personas de nuestra periferia, que en el orden de las cosas, jamás abordaríamos. La idea era conocerlos, saber a qué se dedicaban, como estaban. Varias de estas entrevistas terminaron en posteos en mi blog: Pedro González, Violeta Gómez, Hernán Rodriguez, etc.

En esta ruta de transformación interior que hemos tomado, el paso siguiente sería, aprender a conversar, aprender a dialogar. Es esencial al salir del individualismo y extender el tejido social.
Siempre hemos asumido que solo por el hecho de que alguien se sabe expresar está listo para dialogar. Pero, hay un aprendizaje que hace falta, pues nuestras competencias para sostener constructivas conversaciones, dejan mucho que desear, sino mira al mundo político.
La idea que tengamos de lo que es la realidad, la forma de escuchar que practiquemos, los actos fundamentales del habla y las cuatro formas de conversar, entre otras, serán distinciones fundamentales, para saber cuando estamos en un buen nivel de diálogo y cuando no.

El tercer paso en este desarrollo o transformación interior, es la conexión mía conmigo mismo. A qué me refiero con esto ?
Al desarrollo de la voz propia. Cuanto en la vida has podido cultivar el atender a tu propia voz y cuánto a responder “lo correcto”, lo políticamente correcto, o simplemente silenciado, pues la voz de la institución donde trabajas restringe lo que los empleados puedan decir y concentra su decir a un departamento especializado en la materia.
Necesitamos, opino yo, desarrollar y cultivar una voz propia. Eso significa ir más allá, como haber respondido qué es lo mío, qué me gusta a mi hacer en esta vida, y finalmente, qué pienso yo, pero verdaderamente yo, sobre esto o aquello.
Los blogs han sido un mecanismo de ejercitación de esta actividad y no deja de sorprenderme lo mucho que le cuesta a la mayoría de las personas el llevar un blog personal.

Cuarto paso que propongo, es ir a la naturaleza, volviendo a estudiarla, desde lo mucho que sabemos y lo mucho más que no sabemos. Como ella diseña sus procesos y ciclos, como el ciclo de Calvin en la fotosíntesis, de manera de ser sustentable. Aprender de la naturaleza y desarrollar el asombro con su estudio.

Y quinto, ir al estudio de la historia, la geografía, la filosofía, etc., desde el disfrute de aprender, desde la perspectiva de ensanchar nuestra mirada y descubrir la dimensión espiritual interior y presente en todo lo que vemos y estudiamos.

Y, con la transformación lograda, abocarnos a juntos, crear el mundo en el que queremos vivir.

sábado, julio 11, 2020

Ken Wilber y los ojos de que disponemos para conocer la realidad

Quien dice estas cosas es Ken Wilber en su libro El ojo del espíritu, que leo.

Está el ojo de la carne, que nos permite ver el mundo material. Luego tenemos el ojo de la mente, que nos permite ver y operar en el mundo de las abstracciones, como el lenguaje, las matemáticas, la imaginación. Y está el mundo del espíritu, que nos permite ver esa otra dimensión de la realidad, a través de la meditación y la contemplación.

Conocemos a través de estos ojos. Nuestra más gravitante fuente de conocimiento, de verdad, viene siendo la ciencia. Esta es especialista en el mundo material, para lo cual usa la razón del ojo de la mente. Intenta darle el carácter de ciencia a cosas de la mente, pero no se cree tanto el cuento. Le confiere el carácter de ciencia a la psicología, cuando puede medir cosas, como en el conductismo o el psicoanálisis.

Respecto del conocimiento adquirido a través del ojo del espíritu, en occidente, nada, o muy poco.

Nos gobierna en buena medida el dicho “si no se puede medir, no existe”. Y por ello la ciencia tiene el imperio de la verdad. Y este imperio reina fundamentalmente sobre lo que el ojo de la carne puede ver, el mundo material.
Nos rige el método científico, que procede en tres pasos: 1. el prescriptivo; para lograr esto haz esto; 2. la experiencia; captura con tus sentidos o la extensión de ellos (el telescopio), los datos del fenómeno que quieres conocer; 3. valida o constata tus conclusiones, con las de otros que hayan procedido de igual forma.

Bueno, Wilber asegura que este método se puede aplicar a cualquiera de los fenómenos experimentados con cualquiera de los tres ojos de que disponemos. Y por lo tanto podemos “certificar” verdades o conocimiento validado, tanto a través de ojo de la mente como el del espíritu.
Esto nos abre un mundo de nuevas posibilidades, que en nuestra civilización materialista occidental hemos dejado fuera.

Está claro cuando estamos viendo por los ojos de la carne y de la mente; pero cómo distinguimos cuando es el ojo del espíritu el que está viendo ?
Porque puede que tengamos un fogonazo de la mirada del ojo del espíritu, pero como no sabemos, toma el control la mente y se lleva el desarrollo interpretativo la mente, perdiendo con ello la experiencia del espíritu.

Llevo tres meses encerrado en cuarentena en una ciudad costera a cierta distancia del mar. Un día me rebelo y arto en auto a la playa. Me bajo y camino por la costa. Estoy maravillado de ver a la naturaleza en todo su esplendor, maravillosa y mi sensación sólo puedo describirla como extasiado.
Si solo contemplo, dejo que esa belleza natural me atraviese, estoy en el ojo del espíritu. La experiencia es espiritual.

Pero si dejo que mi mente tome el control y empiezo a pensar en cosas como la forma en que destruimos la naturaleza, tirando nuestros desechos a los cauces de agua, que siempre terminan en el mar, o qué nos dedicamos a saquear los océanos de su vida natural, atentos exclusivamente a los costos y precios de la harina de pescado por ejemplo, se nos cerró el ojo del espíritu y estamos de lleno en el ojo de la mente.

El más claro ejemplo de apertura o activación del ojo del espíritu, es cuando me encuentro con el gran arte. Subo al segundo piso del museo Uffizi de Florencia, voy caminando y de repente doy la vuelta y me encuentro sorpresivamente frente al cuadro El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli ..
Quedo consternado, paralogizado, absorto. El tiempo se ha detenido, noto como unas lágrimas brotan de mis ojos, mi mente está quieta, calma. Llevo un rato ahí, con mi vista clavada en el cuadro, recorriendo sus detalles y exclamo: qué maravilla!
Es el ojo del espíritu, que percibe un destello de la dimensión espiritual, que la verdad está en todas las cosas, dice Ken Wilber, en este libro, El ojo del espíritu.

Un ojo que necesitamos urgentemente activar, pues es muy probable que se nos aparezcan otras cosas que no hemos sido capaces de detectar y capaz que se nos ocurran quién sabe qué cantidad de cosas.

domingo, abril 12, 2020

El espíritu competitivo y oportunista en época de pandemia

Me entero que en Japón, el juego de la silla musical, no funciona, porque los niños insisten en cederle la silla a su compañero, antes que pechar por ella para si. Es la educación que han recibido, es su cultura.
La silla musical, te acuerdas, ese juego que consistía en luchar por las sillas escasas y ganaban los victoriosos, uno al final ?

Un inocente juego, que va grabando en nuestra psiquis el valor de ganar, incluso mostrando la superioridad contra el que perdió. Ganar es la cosa, ganarle al otro. Su sufrimiento más bien nos produce placer. Y a eso se llamará éxito.
Tantas actividades, tan valoradas por nosotros, en que el ganador se lo lleva todo. Y el perdedor nada. Esa es nuestra educación y nuestra cultura.

El oportunista, se va a ir formando también en esas mismas lides. Ese que compra barato y vende caro, lo más caro que el mercado permita. Va a China, trae cosas compradas allá en dos chauchas y las vende acá mil veces más caro. Bien. Eso es ser un buen empresario, en nuestra cultura.

Los que se dedican a negocios netamente especulativos (comprar y vender acciones, monedas, bienes raíces, lo que sea), están bien valorados, en este lado del mundo.

Ahora, cuando se nos viene una pandemia como la del coronavirus, nos vamos todos corriendo a comprar las necesarias mascarillas, que sabemos son vitales y sabemos que serán escasas.
Bueno, compramos en cantidades, para nosotros y para los nuestros. Hartas; sin pensar en los que vendrán en la tarde al supermercado, No, la forma es ganar, derrotar al otro.
Incluso, habrán otros que las revenderán, muy caras; lo mas caras que puedan. Me tocó, los primeros días, cuando ya no quedaban en los supermercados, encontrar unas en una ferretería, a mil pesos la unidad.
La oferta y la demanda del mercado, fijan el precio. Si hay escasez, el precio se va para arriba.

Hemos estado seducidos con esa forma de educarnos y de funcionar. Hemos prosperado mucho, puede ser, con eso.
Pero ahora para la pandemia, nos puede llevar a la perdición. Porque de salvarnos, nos tenemos que salvar todos juntos. No sirve que solo tu te llevas las mascarillas y te quedes solo encerrado para siempre. Tenemos que colaborar y cuidarnos de no contaminar a otros. Si no, moriremos.
Tengo qué darme cuenta, tengo que aprender, que que el otro tenga mascarilla, es necesario para mi.

Así me está pareciendo. Y si descubrimos los fallos de la cultura qué nos hemos dado, nos haremos más poderosos.

martes, abril 07, 2020

La ilusión de la objetividad

Mira, la verdad es que la luz, mientras nadie mira, se comporta como energía inmaterial vibracional u onda. Pero si aparece una persona, un observador, esa onda colapsa y la luz se comporta como fotones materiales, como partícula.
Pero la luz, es onda o partícula ? Depende, es relativo, a si hay o no un observador presente.
Y qué es un observador para la ciencia ? Un agente consciente.
Y qué es la conciencia ? Basta, hasta aquí no más llego contigo.

La ciencia aún no tiene una idea clara de lo que es la conciencia. Sí está claro de que la conciencia existe, lo demuestra el fenómeno de la luz pasando por esas ranuras en el experimento. Pero qué es, no se sabe.

La verdad, antiguamente, la sabía o la determinaba la iglesia, con la Biblia en la mano.
Tuvo tantos yerros que la pusimos a un lado y se ganó el trono de la verdad, la ciencia.
Empezamos a usar frases como “está científicamente demostrado”, “lógico”, “obvio, es así”.
Pero con ese experimento de la física cuántica, de la luz, la verdad se fue al carajo. Einstein le dice a un amigo, “no puedo creer que la luna no está ahí si nadie mira”.
Se resiste a esta relativización de la verdad, de la realidad de hecho.

La cosa se ha desplazado a que la realidad la produce el observador, en el acto de observar.
Pero seguimos discutiendo quien tiene la razón, quien posee la verdad, quien ve la realidad correctamente.
La verdad, es que no sabemos cual es la realidad. Maturana dice que somos sistemas nerviosos cerrados, sin acceso al mundo exterior, sin acceso a la realidad.
Entonces hemos llegado a decir que la realidad no existe, lo que existe son observadores particulares, cada uno válido y legítimo.

Lo único que nos falta, después de creer todo esto, es aprender a conversar. Aprender a escucharnos, acoger todos los puntos de vistas, incluirlos y esperar que del intercambio surja, un acuerdo más bien.
Mejor será si aparte de escucharnos, nos conocemos, Pues al conocernos sabremos desde dónde, desde qué historia, habla el que habla.
Y lo que pasará, es que se establecerán relaciones, donde dado el carácter de nuestra naturaleza, se instalarán vínculos afectivos y reconstruiremos el tejido social, tan estropeado en los paradigmas anteriores.
Y volveremos al nosotros y reviviremos la democracia.

Pienso que es tan importante avanzar en esta línea, dada la altísima complejidad de los sistemas en la actualidad, que la única manera que tenemos de lidiar con ella, es conversando con todas las partes involucradas presentes. 3xi avanza en ese frente.

Por eso estoy convencido que la objetividad es una ilusión.