sábado, julio 11, 2020

Ken Wilber y los ojos de que disponemos para conocer la realidad

Quien dice estas cosas es Ken Wilber en su libro El ojo del espíritu, que leo.

Está el ojo de la carne, que nos permite ver el mundo material. Luego tenemos el ojo de la mente, que nos permite ver y operar en el mundo de las abstracciones, como el lenguaje, las matemáticas, la imaginación. Y está el mundo del espíritu, que nos permite ver esa otra dimensión de la realidad, a través de la meditación y la contemplación.

Conocemos a través de estos ojos. Nuestra más gravitante fuente de conocimiento, de verdad, viene siendo la ciencia. Esta es especialista en el mundo material, para lo cual usa la razón del ojo de la mente. Intenta darle el carácter de ciencia a cosas de la mente, pero no se cree tanto el cuento. Le confiere el carácter de ciencia a la psicología, cuando puede medir cosas, como en el conductismo o el psicoanálisis.

Respecto del conocimiento adquirido a través del ojo del espíritu, en occidente, nada, o muy poco.

Nos gobierna en buena medida el dicho “si no se puede medir, no existe”. Y por ello la ciencia tiene el imperio de la verdad. Y este imperio reina fundamentalmente sobre lo que el ojo de la carne puede ver, el mundo material.
Nos rige el método científico, que procede en tres pasos: 1. el prescriptivo; para lograr esto haz esto; 2. la experiencia; captura con tus sentidos o la extensión de ellos (el telescopio), los datos del fenómeno que quieres conocer; 3. valida o constata tus conclusiones, con las de otros que hayan procedido de igual forma.

Bueno, Wilber asegura que este método se puede aplicar a cualquiera de los fenómenos experimentados con cualquiera de los tres ojos de que disponemos. Y por lo tanto podemos “certificar” verdades o conocimiento validado, tanto a través de ojo de la mente como el del espíritu.
Esto nos abre un mundo de nuevas posibilidades, que en nuestra civilización materialista occidental hemos dejado fuera.

Está claro cuando estamos viendo por los ojos de la carne y de la mente; pero cómo distinguimos cuando es el ojo del espíritu el que está viendo ?
Porque puede que tengamos un fogonazo de la mirada del ojo del espíritu, pero como no sabemos, toma el control la mente y se lleva el desarrollo interpretativo la mente, perdiendo con ello la experiencia del espíritu.

Llevo tres meses encerrado en cuarentena en una ciudad costera a cierta distancia del mar. Un día me rebelo y arto en auto a la playa. Me bajo y camino por la costa. Estoy maravillado de ver a la naturaleza en todo su esplendor, maravillosa y mi sensación sólo puedo describirla como extasiado.
Si solo contemplo, dejo que esa belleza natural me atraviese, estoy en el ojo del espíritu. La experiencia es espiritual.

Pero si dejo que mi mente tome el control y empiezo a pensar en cosas como la forma en que destruimos la naturaleza, tirando nuestros desechos a los cauces de agua, que siempre terminan en el mar, o qué nos dedicamos a saquear los océanos de su vida natural, atentos exclusivamente a los costos y precios de la harina de pescado por ejemplo, se nos cerró el ojo del espíritu y estamos de lleno en el ojo de la mente.

El más claro ejemplo de apertura o activación del ojo del espíritu, es cuando me encuentro con el gran arte. Subo al segundo piso del museo Uffizi de Florencia, voy caminando y de repente doy la vuelta y me encuentro sorpresivamente frente al cuadro El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli ..
Quedo consternado, paralogizado, absorto. El tiempo se ha detenido, noto como unas lágrimas brotan de mis ojos, mi mente está quieta, calma. Llevo un rato ahí, con mi vista clavada en el cuadro, recorriendo sus detalles y exclamo: qué maravilla!
Es el ojo del espíritu, que percibe un destello de la dimensión espiritual, que la verdad está en todas las cosas, dice Ken Wilber, en este libro, El ojo del espíritu.

Un ojo que necesitamos urgentemente activar, pues es muy probable que se nos aparezcan otras cosas que no hemos sido capaces de detectar y capaz que se nos ocurran quién sabe qué cantidad de cosas.

4 comentarios:

  1. Dejemos un espacio para que el mundo que nos rodea nos pueda invadir, antes de que elaboremos o expresemos un juicio. Luego vendrán las elocubraciones mentales. Parece ser que habrá un fluir entre el mundo espiritual y el mundo mental en nuestro vivir.

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    1. Creo que sí cambiamos la palabra aprender (que es con la mente)por aprehender (que es con el cuerpo y espíritu) entonces estamos entrando a ese mundo espiritual

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  2. Así tal cual como lo describiste me pasó en la academia Uffizi!!El otro día, cuando seguimos unos pocos hablando del tema, en algún momento caímos en cuenta de que era estar maravillado como un niño frente a algo que lo emociona.Y qué es lo que el niño aún no adquiere que impide estar en ese estado de contemplación  y éxtasis? Es lo que llamamos educación y que en el documental de Claudio Naranjo el lo llama "instrucción" porque educación es (o debe ser) un proceso que no debería intentar domesticar al niño sino que abrirle posibilidades y libertad.
    Sólo logro identificar como experiencias del ojo del espíritu aquellas que no son de carne o intelecto; es decir, como contrafactuales (cuando no son las otras 2 categorías).
    Codazo!Guillermo

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  3. Anónimo12:30 a.m.

    Por sobre todas las cosas cuida tu corazon porque de el mana la vida. Ej. Si has sido engañado por tu mujer que tu te lo imaginas pero no es real. Tu corazon palpita al 110 por ciento y manda un mensaje a tu mente que es un teatro o si tu lo quieres una computadora hakeakada por el sistema. Entonces tu computadora comemzara a enviarte mensajes erroneos y aras trizas tu vida por tu computadora que tu llamas cerebro y que no es mas que una computadora que recibe los mensajes del corazon. Ej. Si encuetras al amor de tu vida en el acto. Que organo se impacta. Tu corazon. Luego el corazon envia mensajes a la mente o cerebro y este comienza el show de maquinaciones inimaginables como una computadora sin control. Hermanos y amigos. La mente ni el cerebro controla nuestra vida. Es el corazon de el mana la vida y el manda los mensajes a nuestra mente que ya esta hakeada por el sistema. Tienen ojos i no ven. Hermanos la vida es mucho mas simple que una teoria filosofica.

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