martes, noviembre 29, 2016

Lanzamiento del libro de Denis Gallet

Ayer asistí al lanzamiento del libro con la historia autobiográfica de Denis Gallet, ese gran amigo del espíritu, que conocí en Desafío, que hoy se llama Desafío de Humanidad. Esa empresa que creó con Pedro Arellano, con la ambición de introducir humanidad en las empresas.

Experimenté el goce del encuentro entre amigos que se saben cómplices de las dinámicas de las conversaciones profundas, personales, de sus Grupos de Desarrollo, donde empecé a aprender de la potencia del buen conversar y quizás más, del buen escuchar. Del respeto, del valor de la vulnerabilidad tirada así, arriba de la mesa.

El baile de los Raipillán, bellamente vestidos, orgullosos en sus expresiones, diestros en sus movimientos al son de la música, que activaba nuestros cuerpos y espíritus. Grupo que sale del mundo de la población, donde se lucha cara a cara con las balas del narcotráfico.

En el cocktail, todos los afanados mozos eran síndrome de Down, expresión de la misma Desafío que conecta mundos, pues los grupos, aun llamados GG por gerentes generales, que venían a aliviar su dolor de la soledad del mando, se encuentran en distintas circunstancias moduladas por Denis y Pedro, conectaban a estos con los olvidados de la sociedad. Y lo han logrado magistralmente; ahí estaba expresado y desplegado, como siempre.

No entendí el título del libro, "Una Presencia Indecible", sino hasta que iba avanzado en la segunda lectura del libro. Y no la entendí, seguro por mi ceguera, propia del ateo o del que no piensa, ni habla, ni conversa con Dios.
Cómo esta cosa, tan profunda, tan a la base, de esa relación con Dios de Denis, que a mi se me hace tan elusiva, desconocida.
Una potente circunstancia, central de la vida de Denis (se pronuncia Dení), esta conexión con Dios, que parece orienta su andar fundamentalmente.

Nacido y criado en Francia, en una familia pudiente, muy católica, que lo pone en los mejores colegios y universidades, aparte de en contacto con los círculos más conspicuos.
Alguien se le cruza en el camino, un tal cura Schneider, que lo invita a conocer "otros mundos". Será el mundo de los puestos aparte. Y a Denis, como que se le expande la conciencia. No solo ve más, siente más, elabora con más profundidad. Se enriquece en todos los sentidos.

Me impacta la dureza del padre de Denis, que expulsa de la familia a su hermano más querido por su padre, porque embaraza a su secretaria. Un pecado imperdonable, por el que deja de verlo hasta el día de su muerte, a pesar de que ese hijo hizo familia estupenda con esa secretaria, toda su vida.
Esa estrictez estúpida de una iglesia ya pasada, a veces pienso, otras dejo de hacerlo. Me impactó.
Pero quizás lo que más me impactó es que Denis, que nada tiene de esa estrictez, venga de ahí.

El profundo dolor de su viudez, de una mujer a la que amaba, aparte de compartir causa de vida tan profundamente. Se queda solo con sus tres hijos; o son cuatro ? Cómo se las arregla, con un trabajo intenso, con viajes frecuentes. Cómo las ayudas caen de cielo y lo logra.

En Chile, en el monasterio de los Trapenses, vive otra experiencia profunda. Una conversación y el dique de su pena se rompe y se pone a llorar por días. Y siente el abrazo tierno de Dios; lo siente de verdad. Y decide quedarse en Chile.

Denis Gallet y Benito Baranda
Se viene a una pega en el banco del Desarrollo, justo cuando las jefaturas han cambiado y desconocen compromisos y palabras de los anteriores. Se queda, de entrada, sin piso, sin trabajo.
Pero los amigos de Denis, no fallan.
Se va abriendo espacio y va recibiendo regalos, muchos regalos. Denis vive de los regalos, se podría decir. Y dedica su vida a su misión, que terminará en todas estas cosas que viene haciendo en esta maravillosa obra que ha sido Desafío de Humanidad.

Denis Gallet me enseñó a mi, a poner toda la atención y escucha, calidez y ausencia de juicios, en el otro.
Cada vez que iba a conversar con él, me decía, espera un segundo, para terminar algo en que estaba y estoy entero para ti, Y de verdad, le decía a la secretaria que no fuera interrumpido y se sentaba frente a ti, se echaba para adelante y vamos conversando .. de alma a alma.
No he conocido nadie que esté más entregado, más acogedoramente, más como feliz de estar contigo, que Denis Gallet. Siempre me he sentido muy bien y he sentido que todo lo que podía salir de mi, salía en esa conversación.
El fue uno de mis principales maestros del conversar.

La presentación que hizo del libro Benito Baranda, habló muy bien del libro pero más de Denis, y me mostró la estatura espiritual y moral de este gran sencillo hombre que es Benito. Impecable presentación. Ojala la hayan filmado y se pueda poner en la red.
Dijo algo que se me pegó en la retina: los tiempos que corren ameritan que saquemos la voz y dejemos de quedarnos callados.

Bueno, lo de ayer fue una fiesta, en todo el sentido de la palabra. Felicito a los que lograron hacer que Denis produjera este material, que pienso expresa una voz, una vida, que vale la pena escuchar y propagar.

jueves, noviembre 24, 2016

Nursoft, otra empresa de software del mundo que viene

Voy, a las 7 de la tarde, a esta invitación que me hace Sebastián Masad, socio de Nursoft, después de haber leído mi posteo sobre la empresa Continuum.
Le gustó el posteo y considera a esa empresa, excelente.

Me recibe un joven, tan joven, que al principio no creí que fuera él. Supe después que tiene 20 años y está en tercer año de Ingeniería Comercial.
Me invita a recorrer las oficinas, donde me topo con su gente y nos sentamos en una buena sala de reuniones, bien equipada, adonde invita a su hermano y socio, Rafik Masad (25 años, Ing Civil Informático de la Santa María).

los hermanos Rafik y Sebastián Masad
Son de origen Palestino, llegados a Chile, su padre, cuando era chico y su abuelo por el lado de la madre. Por ello, están conectados con la madre tierra, de la que se mantienen informados.
Con ello, tienen un contexto particular, distinto, les comento. Especialmente por lo dura que es la vida por esos lados. Deben valorar mucho la buena convivencia por estos lados.

Crearon esta empresa en julio del 2013; hace más de tres años.
Les ha ido bien (se nota por las instalaciones), a pesar de que opinan que la realidad de las empresas de software, como la suya, es complicada.

Hacen software a la medida, en la plataforma tecnológica que más haga sentido para la aplicación que realizarán.
No tienen problemas con aprender y la verdad, me confiesan, se lo pasan en eso: aprendiendo.
De hecho, tienen la práctica, de que una vez a la semana, a uno al menos, le toca compartir lo que ha aprendido, en el blog de la empresa.

Muchos clientes llegan donde ellos, porque otras dos o tres empresas no han logrado el objetivo de desarrollo.
La estrategia, es contratar muy buenos profesionales. Me dice Sebastián, que reciben 10 solicitudes de trabajo a la semana.

No es para ellos el objetivo maximizar utilidades, sino que la felicidad. Ratifica esto este posteo de Sebastián en el blog de la empresa sobre el tema de la felicidad en la empresa.

Dicen que son 100% horizontales; todas las decisiones las toman entre todos. Una persona, un voto. Son un poco locos, señala Sebastián.

Cuando se van a la casa, una conversación habitual con su hermano Rafik, me dice Sebastián, es si tal está o no suficientemente feliz.

A fin de año, las utilidades las reparten equitativamente entre todos, en función de una serie de parámetros, que van definiendo en conjunto entre todos.

Al igual que Continuum, cuidan la vida personal de sus colaboradores.

Insisto, foco importante puesto en el aprendizaje de cada uno, en la motivación y la felicidad.

A pesar de ser abiertos a usar prácticamente cualquier tecnología para los desarrollos, tienen un sesgo ideológico a favor del open source. Incluso dicen que son más de la cultura hacker, pero de los buenos; es decir, donde el lograr desafíos es la motivación.


Rafik programa, algo que le encanta, desde los 13 años. Y Sebastián empieza junto a su hermano, osea cuando él tenía 8.

Les pregunto por sus clientes y me nombran al MIM de Chile, al Banco por el Desarrollo Africano, MediatEUr, una ONG vinculada con la ONU, que hace cosas para, a través del diálogo, ayudar a resolver conflictos en Ucrania. Me intereso por esta aplicación con diálogo y traen computador y me la muestran.
Consulto por la preocupación por el diseño y me dicen que separan los temas entre los tecnológicos y los de experiencia usuario, donde tienen dos diseñadores.
Son absolutamente globales, me confirman.

Su segmento de clientes son empresas MUY grandes o start-ups, por los desafíos tecnológicos que conllevan.

Se declaran malos vendedores, pero los clientes les llegan porque se corre la voz.

Antes de irme y de sacarles fotos a ellos y al equipo, les pregunto de dónde salió el nombre Nursoft. Me dicen que “nur” significa en árabe “luz del amanecer”.

Les digo que me encanta su enfoque y cultura, y que hay que cuidarlos, para que no se corrompan.


Referencias:
Sitio web
Blog

miércoles, noviembre 23, 2016

El arte de la conversación

Me lo he pasado la vida conversando. Hay varios que lo podrían confirmar.
¿Y para qué te vas a juntar con ..? ¿Conversar para qué?
No siempre tengo la respuesta a la mano, pero algo en mi sabe.

Pienso que muchas personas podrían tener esta misma sensación y además coincidir en que nos pasamos la vida conversando. Tanto en nuestra vida social, como en el trabajo.

Recuerdo cuando un amigo me dijo, "deja de meter blogs en las empresas, que a los dueños no les interesa que la gente converse, les importa que la gente haga la pega", el trabajo.

Hoy, influido por mi experiencia, muchas lecturas y cursos y últimamente rematando con el curso Leading from the Emerging Future del MIT con Otto Scharmer, concluyo, que la calidad de como conversamos es central.
Es a través de nuestras conversaciones que pensamos con otros y creamos el mundo en que vivimos.

El conversar tiene tres ejes. Uno dirigido hacia el mundo ahí fuera; el mundo de los hechos, las cosas. Otro dirigido a las personas y su interioridad. Y un tercero dirigido hacia lo profundo de nosotros mismos.

El primer eje lidia con la apertura de la mente. Mirar y ver el mundo, requiere un bajo nivel de juicios, o una buena apertura mental. Escucha el mundo sin juicios y estarás en la zona del open mind, como lo llaman los gringos.

Hay muchas resistencias para realmente abrir la mente. Mucha gente tiene ideas preconcebidas de como es el mundo y suelen cerrarse a escuchar algo que no resuene con como ellos lo ven.
Juicios descalificatorios, apagar el interés, no escuchar o más, silenciar las voces disidentes, son formas corrientes de defensa y bloqueo para poder ver el mundo desde otras perspectivas.
El fanatismo es ya el extremo; la certeza ciega.

El segundo eje del conversar consiste en escuchar desde el interior del otro. Ello requiere habilitar el propio interior, pues esa forma de conversar no es solo con la mente pensante, requiere abrir el corazón. Se requiere tener desarrollada la capacidad empática, que es una capacidad que reside en el cuerpo, mas bien por el lado del corazón. Lo llaman tener el open heart.

Desarrollar el ojo para detectar cuando los corazones están abiertos y cuando cerrados, es una capacidad valiosa. Hay personas que hacen eso, sostienen conversaciones en que saben hacer, consciente o inconscientemente, mover los espíritus de manera que las personas abran el corazón. Y es otra cosa.

El cinismo, la hipocresía y las tallas, cierran el corazón. La insensibilidad, impide la conexión desde el corazón. No siempre es así, me decía un amigo, cuidando el espacio de las tallas. Cuidado, le decía yo; más pienso que el sujeto sobre el cual va la talla, puede que muestre una sonrisa o carcajada a tono con el resto del grupo, pero apostaría a que su corazón se cerró. Tendrá más cuidados hacia adelante; se cuidará; está levantando defensas.

La calidad de las conversaciones tiene que ver con desde donde estoy parado hablando. Desde una posición de mente abierta y corazón abierto ? Desarrollar el ojo para ver eso, gestionar eso, es capacidad valiosa, sin duda.
Si converso desde un corazón cerrado, la conversación será de un tipo. Si converso desde una mente cerrada, también.
A este no ver desde donde conversamos, lo llaman algunos el punto ciego de nuestra cultura.

El tercer eje, tiene que ver con la conexión profunda interior, personal. Tiene que ver con escuchar lo emergente desde lo profundo.
Conectar con esta dimensión, es favorecida con el desarrollo de capacidades que van con la meditación, el estar en el presente, la relajación y el silencio.
Conectar a este nivel es sentirse parte del todo, desde el ser profundo que es cada uno.
Crear el espacio para que las personas conecten a ese nivel y hablen desde ese nivel, es otro tipo de experiencia conversacional. Algunos dicen que uno se transforma y sale otro de ahí.

La arrogancia nos bloquea este tercer eje; nos bloquea el acceso al ser profundo. La arrogancia nos llena la cabeza con esa cosa llamada Ego, que llena a la persona de contenidos de si mismo más que nada, que le dicen lo importante, grande, exitoso, bello, lo que sea, que se piensa se es, que al final de cuentas distrae de la conexión con el verdadero ser profundo. La sensación de vacío está aquí a la vuelta de la esquina.

Al parecer, conversar accediendo en profundidad a los ejes dos y tres, requiere acceso a la inteligencia del cuerpo y soltar, en parte, la tan sobre abundante inteligencia de la cabeza o racionalidad.

Y otra cosa, acceder a la magia de la inteligencia profunda, de la sensación sentida, de sentir profundamente el cuerpo, nos conecta con un futuro que tira, que empuja, que quiere emerger. Conversar a este nivel, significa otro nivel de conciencia, pues requiere disponer del impulso hacia donde nos lleva el pasado de donde venimos, abrirse a lo que quiere emerger de un supuesto futuro que ya está aquí, y todo esto solo ocurre en una experiencia que se vive en total conexión con el presente.

Este tercer eje para que prospere, requiere una apertura a cambiar, a transformarnos, a dejar ir ciertas formas de ver, de comportarse o hacer, y probar otras, nuevas. A esto lo llaman tener la voluntad de cambio, abierta. Lo llaman en inglés, open will.

Aprender a conversar, nos conecta con la inteligencia colectiva, que yo siento quiere cambiar a este mundo de la dirección que trae, a otra más lucida, colectiva, co-creada.
El mundo está demasiado complejo, para no perfeccionar este órgano que son las conversaciones para la co-creación.


Otro relacionado:
Reflexiones sobre el conversar

sábado, noviembre 12, 2016

Continuum, una empresa de tecnología, que me sorprendió

Me reciben sus socios Ricardo Jara y Leo Soto. Hay más socios que ellos; y habrán más también; cinco en total.
Están ubicados en el séptimo y último piso, de un edificio a pasos de plaza Italia, por General Bustamante. Con una rica terraza con vista al parque, que usan mucho.

Llego a ellos por su relación con Escritorio Empresa, un proyecto Corfo, para el cual trabajo.
Me han llamado la atención, por algunas particularidades, que pretende mostrar aquí.

Leo Soto
La empresa la creó Jorge en junio del 2008, un cubano que lleva algunos años en Chile. Ricardo se incorporó en octubre de ese mismo año y Leo durante el 2009, un poco más tarde.
Hoy son 25 personas en total, con oficinas en Chile, Perú y Miami.

En la historia que me relatan, tienen una alianza con una empresa norteamericana, HashRocket de Jacksonville, que empieza con Leo que se va tres semanas a convivir con ellos, para ver compatibilidad de caracteres; más bien de culturas.
Experiencia sabrosa, que termina con un acuerdo de establecer una alianza, que se materializará con dos personas de EEUU que se instalarán en Chile, más Leo y otra persona.

Esta relación termina después de unos años, sin fricción. Reflexionando con ellos, me explican que lo principal que extrajeron de esa relación, fueron aspectos centrales de la cultura del Continuum de hoy.

Uno de esos aspectos es tener gente motivada, talentosa y feliz de trabajar en lo que hacen. Qué hacen ? Trabajan en desarrollo tecnológico con lenguajes diversos, algunos de ellos llamados dinámicos, como Ruby on rails, Python, Java, Jython, que es una mezcla de Java y Python. En el caso del proyecto Escritorio Empresa, trabajan en el Bus de Integración, que es donde se ejecuta el trámite mismo en su versión digital.

Me llamó mucho la atención, la primera vez que hablé con Ricardo, que me dijo que no me diría en que universidad se tituló como Ingeniero en Informática, ni ningún título o certificación posterior. Aquí, en Continuum, rompemos las certificaciones, me dijo. Guau.
El prestigio, reputación o identidad pública, la obtienen entregando productos de calidad, en fecha y perfectamente documentados. Incluso tienen como política pasar el máximo de conocimiento posible a las empresas clientes, de manera que se independicen de ellos posteriormente. Claramente, no buscan lechar a nadie.
Ricardo Jara, con la pelota del rito Stand up
Y me consta, por mi cercanía con Escritorio Empresa, que han destacado por la impecabilidad de sus entregas, en cuando a fecha y calidad.

En Escritorio Empresa de Corfo, les pidieron dejar a un par de personas instalados jornada completa allá. Ellos no aceptaron. Haremos lo que pidan, pero en lo fundamental, en nuestras oficinas.
Les pidieron trabajar un fin de semana, por un evento importante de entrega, con presencia de la presidenta de la República y ellos tampoco aceptaron. Nuestra gente tiene vida, reclamaron; se las cuidamos. Cumplieron todo lo que era necesario hacer, en horario de trabajo normal.

Los equipos de trabajo, tienen total autonomía, con total responsabilidad. Todos opinan y votan. Y los controles o llamados de atención, son entre pares, es horizontal.
Cada proyecto tiene un líder de la relación con el cliente y un líder tecnológico, que pueden eventualmente, ser la misma persona.

Llegué en mi ultima visita, justo en la hora que comenzaba su semanal Lecture & Beer de los viernes a las 4:30. Una persona expondrá algún tema, ante el resto de la gente. Participarán en la conversación, aprendiendo todos, mientras toman cerveza, en ánimo,se podría decir, festivo.

Aprender es tema central en esta compañía. Todo el mundo da charlas de algún tema. Salen en lo que llaman Continuum-on-tour, al sur, a universidades como la Bio Bio y la Austral y hacen clases, seminarios, conferencias.
Tienen claro que para aprender hay que enseñar.
Y cierran la empresa, cuando salen on-tour.

Otra cosa es la transparencia y el formato casi de cooperativa en que trabajan. Todos tienen acceso a los números de la empresa. Y, pagados los costos del break-even-point, del resto de la plata, un tercio la reparten de manera bastante equitativa (bonos para todos por igual) y una parte la destinan a proyectos que cualquiera puede proponer, algunos de los cuales, son mejoras en la oficina o viajes en que van todos.

sala principal de trabajo
Lo más importante en esta empresa es su gente, su nivel de motivación y pasión por lo que hacen, para entregar productos y servicios de alta calidad.
Y lo logran. Aparte de que un 20% de sus ingresos, son por negocios hacia EEUU.

Todos los días, a las 13 hrs, tienen un rito en que se ponen en la sala principal, todos de pie en círculo y mientras se van pasando una pesada pelota, el que la tiene en sus manos, dice a que está abocado, en qué está trabajando. Esto no dura más de 15 minutos. Y todos se enteran de lo que todos están haciendo.

Otra cosa que me sorprende de ellos, es que tienen claro que no están solos en el mundo y que hay mucho más talento fuera de la empresa que dentro. Por ello, organizan eventos, participan en eventos, buscando nutrir y crear comunidad entre toda la gente que trabaja en estas cosas.
Ellos co-crearon la StarTechConf con otr gente, una conferencia que es referenciada como el Lollapalloza del mundo Techie. La vienen co-organizando desde el año 2011, en la sede de la universidad Federico Santa María, con asistencias que partieron ese año 2011 con 650 personas.

Las fotos que publico aquí, se las saqué yo, mientras conversábamos para esta publicación. Alguna duda de como lo pasan y como les va ?

Realmente son un caso notable, digno de emular.

Referencias:
Blog de Continuum
Equipo de Continuum

sábado, noviembre 05, 2016

Nancy Coñopán, pehuenche y artesana de la lana

Conocí a Nancy Coñopan en el contexto de unos talleres a artesanas de la lana que realicé en Marchihue, zona de San Fernando a la costa.
Eran cuatro sesiones de trabajo y ella se incorporó a partir de la tercera; por lo que estuve con ella en solo dos sesiones de trabajo grupal. Eran como 10 en total, todas mujeres.

La particularidad suya, es que era pehuenche, del pueblo mapuche de la cordillera. Originaria de la zona de Conguillio, de la reducción de Collico.
Tiene 48 años, es casada con huinca (chileno), con cuatro hijos, de entre 18 y 11 años. Un hombre y tres mujeres. Su marido se dedica al transporte, camionero.

Me llama la atención su carácter calmo, tranquilo y a la vez fuerte, valiente, incluso ambiciosa. No se queda callada y dice lo que piensa, aunque sea a la persona que tiene al frente. Es bien intensionada; quiere el bien para todos.

Cuando se presenta nos cuenta que su madre queda embarazada de otro mapuche, como de paso. No tiene ayuda en la crianza de esta niña, por lo que se va a la ciudad a trabajar. La cría su abuela, en una casa donde sus compañeros eran los animalitos del lugar, como perros, gatos, ovejas, chanchos. Está sola.

A los cinco años empieza a ir al colegio, que quedaba como a dos kilómetros, adonde tiene que ir caminando todos los días. Van siempre en grupos de niños, pues se pasan a buscar unos a otros.
Recuerda en más de una ocasión que su abuela la llevó a caballo.
En el colegio eran como 40 alumnos, de distintas edades, con un solo profesor. Ahí estuvo hasta los 6 años.

A los 7 años se va interna a un colegio de monjas españolas en el pueblo de Curacautín, el colegio Santa Elena, donde aumentó la disciplina y tenía que rezar mañana y tarde. Al principio se resiste y solo agradece, pero finalmente se somete.
Ella era chistosa, siempre sobresalía, era pícara, le gustaba estar al centro de todo.
Siempre tuvo claro que tenía que aplicar, tenía que estudiar para salir adelante.
A veces eso si, era retraída, quizás por la tristeza de no tener a su madre presente, que trabajaba en la ciudad.
Igual sobresalía, ya fuera en teatro, folclor, grupos juveniles.

Lo que más le gustaba y destacaba, era en lenguaje; opina que tiene buena ortografía, algo que siempre se preocupó de cuidar. Sigue siendo estudiosa, me cuenta.
Cuando quiere aprender de algo, se las arregla para encontrar los materiales y aprende. Es movida.

A los 15 años migra a Temuco, a un colegio de monjas canadienses. También está interna ahí. Como la ven piadosa, las monjas intentarán reclutarla para ser monja. Al final no toma los votos.
Tiene que sacarse sobre 5,5 para acceder a la beca que le permite seguir estudiando; se trata de la beca indígena, de la que se siente muy agradecida.

Sus habilidades le permiten hacer buenas amigas, una de las cuales, Flor Campos, será como su hermana. Tiene pololos con cuyas familias establece relaciones que persisten después de terminada la relación.

Estudia Secretariado en el Instituto Secnor de Temuco y trabaja luego cuatro años en la Municipalidad, como Secretaria.

A los 27 años conoce a su marido en un paseo que hace a Idahue y ahí es donde vive en la actualidad en una pequeña propiedad en el campo, rodeada del verde y la naturaleza, que le encanta.

Es tejedora de telar y recuerdo en una de las sesiones con las artesanas, pregunto quien andaba vestida con prendas hechas por ellas en el telar y ella era la única. Una bella prenda que está en la foto de más arriba, que le sacamos ese día.

Me la encontré estos días por Santiago en un evento de cambio climático, tema que sin duda le apasiona. Está preocupada de hecho.
Conversando con ella, veo que muy probablemente, por ser ella pueblo originario, tienen un contacto con la naturaleza, se relacionan con ella de una manera intensa, y ven que nosotros los huincas, no. Y estamos dejando la tendalá.

Siempre noté que su conexión con sus emociones, las emociones de los otros, era potente. Su conexión desde el cuerpo, con el entorno, es otra cosa.
Le decía que quizás eso es algo que ustedes los pehuenches pueden enseñarnos a nosotros los huincas. A sentir la naturaleza, a sentirnos a nosotros mismos, a sentir al otro. Todas sensibilidades que hemos disminuido fuertemente, especialmente cuando miramos este hecho, desde el espejo de la mirada de una pehuenche.

Quiere montar una ruca en su propiedad, una ruca turística, Y usar ese espacio como taller para enseñar a tejer y enseñar de la cocina mapuche; que me dice, es muy rica y sabrosa.

Yo la invito a sacar la voz a través de un blog, para decirnos, a los huincas y a quien quiera escuchar, qué ven ellos. Que nos muestren lo que echan de menos en las sensibilidades del humano civilizado, que tiene muchas cosas buenas, pero ha perdido cosas de la humanidad misma, que son, parece, esenciales.

Es muy posible, concluyo yo, que los pueblos originarios, en vez de fosilizar cosas antiguas, nos enseñen cosas de nuestra naturaleza originaria que hemos perdido.

jueves, noviembre 03, 2016

Notas de mi último encuentro con Egon Wolff (29-julio-2016)

Conversamos con Egon acerca de la vida, que tiene final, que de repente a uno se le viene encima la última milla y ..
El cuerpo empieza a fallar, empieza a debilitarse, a tener leves fiebres, va al médico y te encuentra agua en los pulmones. Te deja hospitalizado y quieto por tres días; te saca el agua de los pulmones, una millonada de tus auteros caudales y te deja con un cuerpo que ha olvidado pararse, ha perdido fuerza aquí y allá, y sales como un viejazo, con una nueva muleta en la mano. Sales más viejo, la meta final se siente más cerca.

La vida es un tránsito a plazo fijo. Se acaba y vives inconsciente de aquello, hasta la etapa en que hoy vive Egon; en que la cosa es inminente.

Las creencias. Egon piensa que la vida es como una luz; que un dia se apaga y nada queda.
No hay vida después de la vida; no hay nada después.

Vive casado con la Anamaría, que cree distinto. Es como mi mamá, la Chivi.
Va a misa todos los días, reparte hostias a los enfermos y tres días a la semana, va a sesiones de oración.
Ella cree en una vida después de la vida, cree en la inmortalidad del alma, pero lo mejor es que aquello la llena de contactos y encuentros con otros, la llena de una vida social afectuosa, nutritiva, que la tiene bien. Como a la Chivi.
Yo la acompaño los domingos a misa; se que lo agradece.

A Egon le gusta pintar; la verdad se lo pasa en eso. Pinta al acuarela, donde él hace una parte de la creación y el agua, lo otro.
El pintar lo absorbe completamente. Se sumerge en el acto creativo que es pintar y disfruta de una manera que no puede dejar.
El fruto del ejercicio de pintar, son obras, pinturas que acumula en una bodega, siendo ya sobre 300, sin interés ni intención por venderlas o hacer alguna exposición.
El disfruta, se realiza con el ejercicio diario, del acto creativo, estético, de imágenes bellas que encuentra aquí y allá, en su ya reducido mundo, captando la belleza que le maravilla, presente en todas partes.

Egon vive en paz. Se regocija con las pequeñas sensaciones de todo tipo del momento presente. Está bien, disfruta; en solitario. Me lo confiesa.

Tuvo dos buenos amigos en su vida; ya se fueron.
Esos compañeros de curso de la universidad, que estuvieron en su cumpleaños … habla con ellos, una vez al año; por teléfono.
Me habla de uno de ellos, al que caracteriza como muy voltaico. Si nos reuniéramos, él se lo hablaría todo y yo estaría todo el rato callado. No.
Eso lo ha dejado, muy solo. Pero no se queja; está bien.

este cuadro suyo lo tengo en mi escritorio
Siento que conmigo tiene una conversación que disfruta y valora. Al dejarlo en su casa, me invita a seguir conversando ahí. Yo prefiero seguir, y no acepto.
Quedamos de repetir la escena, no muy lejos en el tiempo.
Nos damos un sentido abrazo al despedirnos, mientras lo ayudo a bajarse del auto y ponerse de pie, para seguir solo con su bastón, mientras Verónica nos espera sonriente y feliz de recuperar a su Egon sano y salvo como le había prometido.

Manejo de vuelta a casa, con una sensación fuerte en el pecho, de satisfacción, emoción, de haber sostenido un encuentro significativo, profundo y humano.


Nota: Lo paso a buscar. Ya no maneja. Su Nana, la Verónica, me lo encarga con cariño; cuidemelo, me dice.
Y nos vamos a ese local que queda en la carretera, un poco más al sur, llamado Las Alemanas.

Este es el blog que le hice cuando intentamos vender sus cuadros sin éxito.

Egon murió a anteayer, a los 90 años.