martes, mayo 25, 2021

Libro Hombres justos de Ivan Jablonka

Deconstruir el patriarcado, parece ser la tónica de este libro. Este eje se va gestando en el proceso de mirar la lucha del movimiento feminista en sus distintas vertientes a lo largo de la historia. Pues parece que el patriarcado nació en Egipto y Mesopotamia hace 3.000 años.

Sumergirse en este libro no es tan fácil, siendo uno hombre que encarna en buena medida muchos aspectos patriarcales, que a través de la lectura se van develando y que al parecer mi psiquis tiende a resistir, olvidando luego o simplemente no entendiendo.

No deja de sorprenderme cómo durante tanto tiempo y en tantas partes, los hombres nos la hemos arreglado para mantener a las mujeres bajo nuestro yugo y dominación. Por qué ?
Podría tener que ver con la aparición de la propiedad privada, en que por la fuerza de las armas, nos fue fácil apropiarnos también de los hijos y los vientres que los producen, aparte del ganado y la tierra.

La primera vez que se me hizo elocuente el frenazo a la emancipación de las mujeres, fue en la revolución francesa. Ellas participaron activamente en el proceso previo, se reunían a discutir y socializar el movimiento que se estaba gestando, de libertad, igualdad y fraternidad. Les gustaba mucho, pero ellas tenían un problema: venían siendo no escolarizadas y por ello, ignorantes.
Cuando fueron a pedirles a los jacobinos la ciudadanía, lo pensaron y decidieron negársela y al mismo tiempo prohibirles seguir reuniéndose a debatir, así el mandato fue, ustedes de vuelta al reducto doméstico. Guau.

Después de la guerra civil o de secesión norteamericana, al poco tiempo le dieron derecho a voto a los negros. Y a las mujeres, no. Por qué ?
La mujer estaba reducida a su biología reproductiva y su mundo, la crianza y el cuidado de la casa y la vida social.
Ver a la mujer como un sujeto, independiente de su sexo y capacidad reproductiva, fue una lucha sostenida por ellas, ardua y larga.
En Estados Unidos el derecho de voto para las mujeres, se logró en el año 1920. En Chile en 1949; tres años antes de que yo naciera.
Por eso ha de ser que mi madre aun firma como Silvia Betteley de Bunster. Mi mujer jamás aceptaría una cosa así y mis hijas para qué decir.

Las mujeres han evolucionado y mucho. A veces pienso que nos han pasado, a los hombres.
Los hombres vivimos inmersos, aún en el patriarcado. Habitamos, encarnamos, una masculinidad, la mayoría de las veces, dominadora. Otras, realmente tóxica, violenta, aplastante, abusadora.
Y no nos damos cuenta; nos sale tan natural.
Son las mujeres y los cambios culturales del entorno que nos rodea, que nos desafían y cuestionan, en nuestra conductas y prácticas.

Al leer este libro, tomo conciencia de la verdadera revolución que viene siendo el feminismo, que toca todos los sectores de la sociedad. No me había dado tanto cuenta de lo machista y patriarcal que es la iglesia católica, por ejemplo.
Empiezo a detectar usos y prácticas masculinas, como el bullying, que no pretenden otra cosa que ejercer dominación sobre mujeres y hombres más débiles. Es como si necesitáramos demostrarnos minuto a minuto lo viriles que somos. Viriles en el esquema del patriarcado, dominador.

Desmantelar el patriarcado; desvestirnos de su machismo tan arraigado; qué quedará de nosotros ? Qué crisis de identidad podríamos llegar a tener ?
No se ve fácil la cosa, aparte de dolorosa. Y cada día me convenzo más que el desmantelamiento total del patriarcado es requisito para una verdadera democracia.
Pensar que hoy iniciamos el proceso de construirnos una nueva Constitución con una Asamblea Constituyente paritaria, mitad hombres y mitad mujeres, incluidos cupos reservados para pueblos originarios. Si esto prospera (no se ve fácil), podríamos dar un salto cuántico histórico en cuanto a la emancipación de la mujer y espero empecemos luego el proceso de deconstrucción y emancipación de nuestra masculinidad.

Intuyo el terror masculino ambiental. No será fácil. Pero de que es prometedor, lo es.
Un libro, este de Ivan Jablonka, elevador del nivel de conciencia, sin duda. Un libro necesario.

Referencias:
Entrevista a Ivan Jablonka
Diálogos transatlánticos con Ivan Jablonka