lunes, enero 06, 2020

Evento Balloon - 3xi en Vichuquén

900 personas concurren a Aquelarre, a la Escuela Lago Vichuquén, desde 13 regiones, a lo largo de todo Chile, para un encuentro el sábado 4 de enero 2020.
Ahí los reciben 70 facilitadores de Balloon y 3xi que han viajado también de todas partes. De 3xi los facilitadores debemos haber sido unos 10 a 15 personas. Los de Balloon eran multitud y tan jóvenes. Trabajamos, los facilitadores, el día viernes, anterior al evento mismo, preparándonos para lo que vendría.

mi grupo de la tarde
Viajo con mi amigo Isaquino Benadof, que con Wase en la mano, logramos lidiar con todos los desvíos después de haber entrado por San Fernando. Notable la tecnología de estos tiempos.
Alojamos en la Hostería Miramar de Llico, donde cenábamos y tomábamos desayuno. Excelente atención con la mejor vista de la zona, frente al mar.
Todos los días viajábamos como 25 minutos hasta la Escuela Lago Vichuquén en Aquelarre.
En la última vuelta le dije a Isaquino, deja el Wase a un lado, a ver si llego a destino. Altiro, al primer cruce erré y volvimos a Aquelarre, con Isaquino muerto de la risa a mi lado.

parte de mi grupo de la mañana
No conocía a Balloon. llegando al entrenamiento de los facilitadores, pregunté por quien había creado esta cosa. Sebastian Salinas, me dijeron. Y quien es él ? Ese, me dicen.
Lo miro y digo, pero si no tiene arrogancia ni soberbia ! No pues. Después hablaría con él, para saludarlo y felicitarlo.
Lo escuché también hablar y me llamó la atención su sencillez y claridad de conceptos.

Balloon centra su trabajo, como yo lo entendí, en vincular gente diversa, incluso a los "pares improbables" y busca vincularlos. Para qué ? Para que colaboren en sus proyectos de emprendimiento. Muy orientados al sector rural.
Después me enteré que están en varios países, tanto de Americalatina como de África.
Son un emprendimiento social, notable.

los grupos en pleno trabajo
Me tocó trabajar con dos grupos. Primero nos presentamos y después atendimos una pregunta relativa a los desafíos que enfrenta Chile hoy en día y después más enfocados en las zonas rurales.
En cada grupo tuve al frente a 7 personas, muy diversas. Las presentaciones es quizás la parte más potente. Escuchamos al que habla muy atentamente, desplegando su persona, su vida. La conexión que se produce, es muy desde el corazón. Por eso al terminar, siento que el grupo cambió completamente y somos como una unidad de mucha potencia. Podríamos hacer cualquier cosas.
Y lo otro, de que no somos muy distintos; somos más bien iguales, con historias distintas.

la sensación del espíritu de lo que se está viviendo
Me alienta mucho cuando veo pasión, cosa que vi personificada en varias personas, normalmente más jóvenes; pero mucha pasión. Y creo que Balloon tiene que ver con ello.
Hay cada caso particular que retengo en mi cabeza, que son casos y cosas de las que uno se entera, en un espíritu mas bien de confidencialidad, así que no propagaré aquí. Un longko, mapuche, que se robó la película del grupo, por su intensa historia y ver como son de verdad responsables de su comunidad, en un entorno del país, que no los termina de entender ni integrar como se esperaría.

hora de almuerzo
Terminamos con la pecera, que es un rito de término de jornada, donde se ponen 5 sillas al centro y todos nos sentamos en sillas puestas en círculos concéntricos. A esa silla van a sentarse personas que quieren compartir, ya sea, los compromisos que se llevan, los aprendizajes o la experiencia emocional vivida.
Hubieron testimonios que nos sacaron lágrimas. Gente de todo tipo, afectada profundamente por la experiencia vivida, muchas de ellas con rumbos vitales nuevos, desafíos, propósitos, etc.
Salgo de esta experiencia, sin haber vivido ninguna disrupción que pudiera relacionar con la crisis que hoy vivimos, sino más bien lleno de esperanza y un profundo entusiasmo, aparte en cómo yo puedo seguir colaborando en temas sociales.

todos, desde un dron
Referencias:
Entrevista a Sebastian Salinas
Posteo del evento en el blog de Balloon

jueves, enero 02, 2020

Libro Big Bang de Alberto Mayol

Un libro que leo con avidez, para entender los tiempos que corren en Chile. Del estallido social, del caos, de la destrucción, que a veces parece incontrolable.
Cómo es posible que se destruya el Metro, uno de los objetos más valorados, de uso compartido por todos los chilenos. Misma cosa con el hospital de la Achs de Valparaíso y ahora del Cine Arte Alameda; tantas cosas. Cómo se explica todo esto?

Por eso leo a Mayol; y lo releo. Es un intelectual, de a ratos algo denso. Pero le inca el diente con profundidad al fenómeno social en que estamos. De hecho, se lo viene hincando desde el 2011, al menos.
Su metáfora es la del Big Bang; nada menos. En el Big Bang algo termina, explosivamente y, esperamos, que algo empiece. Y lo que termina, según él, es el neoliberalismo, el modelo, la economía social de mercado.

Hemos estado viviendo en un sistema fundamentalmente económico, donde quien soy yo, se configura a partir de las cosas que consumo. Yo y todos nosotros, somos básicamente consumidores. Mis bienes, mi riqueza, la tranquilidad de mi futuro, son las cosas más importantes de que preocuparme.
Estamos en un tipo de Capitalismo, algo extremo; uno en particular diría yo.

Este sistema, señala Mayol, opera en las transacciones comerciales, donde siempre, o casi siempre, alguien se está cagando al otro; normalmente el que vende. Este hecho, genera desconfianza y destruye tejido social. La sociedad al final no existe; lo que hay son individuos, que luchan por la subsistencia y el ascenso económico y social.
Los excedentes que la operación genera, se acumulan en la forma de capital y por ningún motiva se queman o despilfarran; en general.

Alberto Mayol
En esta sociedad de consumo, el mercado se expande, abarca más y más zonas de interacción. Todo se mercantiliza.
La promesa de este sistema es que todos, en forma equitativa podemos acceder a sus beneficios y ellos se basan fundamentalmente en la meritocracia.
Esta promesa, nos vamos enterado, no se cumple. Las industrias se van concentrando y al final solo quedan tres actores en cada una, no muchas más. Y poco a poco nos vamos dando cuenta, estas tres se coluden y el perjudicado es el consumidor. No hay equidad.

Todo empieza con la colusión de las farmacias. Sigue el caso Karadima, que empaña al empresariado, que aparece protegiendo a este criminal, abusador sexual. Le sigue la Polar y la crisis estudiantil, que básicamente piden que se cumplan las leyes de una educación sin fines de lucro y los mismos políticos que firmaron la ley le buscan el lado y la transgreden. Y siguen ahí, todos ellos, incólumes.
Se coluden los pollos, el papel confort y suma y sigue. La ley solo afecta a algunos mandos medios; si es que. Escaso daño a los que delinquen. Mientras un tipo que vende CDs pirateados va a la cárcel y muere en un incendio en la cárcel.
Y que decir de la meritocracia. Los elegidos vienen siempre de unos pocos colegios y de unos pocos apellidos.

Se va acumulando un malestar, que finalmente explota el 18 de octubre del 2019. Según Mayol, es el fin del neoliberalismo.
Esta explosión no tiene líderes ni voceros. La única bandera aceptada es la del pueblo mapuche; por qué será ? Es como una vuelta al origen, adonde todo empezó.
En esta explosión hay varios actores. Por una parte son los que reclaman por los abusos de la elite; por otra están los saqueadores y finalmente los que viene a destruir. Cada uno con su historia.

No hay relato, lo que hay es espectáculo. El mensaje son los rayados, el fuego, la destrucción, las infinitas imágenes y videos.

El gobierno, bastante inoperante. Su líder, el mas inadecuado para resolver la trifulca que se ha armado.
Consiguió un pacto social, de producir una nueva constitución y ello nos generó una sensación de calma, aparente dirán varios, aparte de muchas concesiones, que sin la violencia no las habría dado.
El futuro es incierto y los riesgos enormes.

Pero existe una posibilidad, de que juntos, reponiendo en primer lugar el tejido social, seamos capaces de juntos, crear un nuevo Chile.

Referencias:
Lo entrevista Tomás Mosciatti