jueves, septiembre 23, 2021

¿Son las partículas elementales o la conciencia la base de todo?

La física cuántica es la que está impulsando este descalabro. La cosa se puso tan complicada, que no va quedando otra que concluir que la materia es una manifestación de la conciencia y la conciencia es la base de todo.
Lo que esto tendría como consecuencia es:

Primero: No es la materia la base de todo, sino la conciencia

La ciencia se tropezó con la conciencia; hace rato. La presencia de un agente consciente, afecta los experimentos de la física cuántica. La luz pasa de ser ondas a partículas, sólo por la presencia de un observador (agente consciente).


Un electrón al pasar de una órbita a otra, desaparece y aparece al otro lado. ¿Adonde se fue en el intertanto? El otro lado, sería otro dominio de realidad, donde el espacio y el tiempo no existen, una realidad no-local, como la llaman los cuánticos.
Etc. Son varios experimentos que hablan y permiten concluir que, la materia no es la base de la realidad, sino que existe en ese “otro espacio” de realidad, que es pura consciencia.

Y la materia es una manifestación de la conciencia. La conciencia está primero y es la “materia” prima de todo lo que existe (nos va a costar salirnos del paradigma materialista científico en que nos encontramos, que establece que es la materia la base de toda la realidad).

Segundo: Tocaría mover el foco de nuestra atención del mundo exterior al interior

Este paradigma materialista nos ha volcado hacia el exterior. Vivimos desplegados hacia nuestra exterioridad. Cuando la conciencia aparece en ese rol fundamental, más nos vale empezar a mirar para adentro, a nuestra interioridad.
Volcarnos al interior, parece ser el primer ejercicio por el que tenemos que empezar. Mirar el cuerpo, mirar los sentimientos más leves, nuestros pensamientos, esos que tejen nuestros significados y no sólo procesan información. Y cultivar una quieta y atenta atención a las intuiciones que nos brotan.
La meditación, la veo como práctica esencial de desarrollo de la mirada interior, donde hasta la dimensión espiritual, como experiencia, emerge.

Tercero: El desarrollo personal se torna epicentro de nuestras preocupaciones

Esta perspectiva que pone a la conciencia y no la materia, como la base de todo lo existente, ha de afectar la forma en que nos vemos a nosotros mismos.

Empieza a quedar claro que no somos materia complejamente organizada, ni menos máquinas, sino .. cuerpo material, y parece ser que además existen el cuerpo vital, el cuerpo mental y el cuerpo supramental. Serían todos manifestaciones de la conciencia; si, incluido el cuerpo material. Y tres de ellos residirían en un plano de realidad no material, no local, en una dimensión donde no existe el espacio ni el tiempo. 

Nuestra mirada materialista asentada en la concepción científica, nos ve como máquinas, que cuando fallamos en algún aspecto, incluso psicológico, vamos adonde los médicos, verdaderos mecánicos de un garaje, para que nos arreglen.
No creemos, dado que somos básicamente fijos, materiales, que podamos cambiar por ejemplo, nuestro carácter. Soy el que soy y básicamente siempre seré el mismo.

Si sueltas esta manera de verte y te abres a la mirada asentada en la conciencia y en la existencia de varios cuerpos .. sutiles, podrás abrirte a la posibilidad de desarrollos y transformaciones insospechadas de tu interioridad, del ser que manifiestas.
Se abre un mundo de desarrollo de lo que se viene llamando, el capital humano. Esto, vaticinan algunos, será un área de enorme dedicación e impacto al interior de las empresas.

3 comentarios:

  1. Alentador. El filósofo chileno Darío Salas despliega estos conceptos de forma magistral en toda su obra.

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  2. Bravísimo Gabriel... comulgo con esa visión totalmente hace años, y la meditación es clave en ese camino

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