Vivimos en una época de cambios vertiginosos, donde la pregunta “¿qué somos?” resurge como una necesidad imperativa. En un mundo regido por una cultura materialista e individualista, parece natural vernos como algo inmutable, separado e independiente del entorno. Pero, ¿es realmente así?
Nos rodean historias que refuerzan esta visión:"Murió porque era tacaño", cuentan de alguien que, ante un problema de salud, prefirió no gastar en el tratamiento necesario.
"O hay que despedirlo porque no sirve para el cargo. Es de una forma que no tiene arreglo".
Estas narrativas nos sumergen en un mundo que ve a las personas como estáticas, sin capacidad de cambio, reducidas a una materialidad que simplemente "es".
Y nos lo creemos. Aceptamos que somos inmodificables, atrapados en una identidad fija, desconectados de nuestro entorno, salvo por la historia que nos ha moldeado. Mientras tanto, nos volcamos hacia lo exterior: el trabajo, las metas, la prosperidad medida en dinero. Es un sistema que premia lo tangible y desatiende lo que llevamos dentro.
¿Qué hemos olvidado?
Nos hemos olvidado de nosotros mismos. De lo que somos, realmente. Y la verdad es que no lo sabemos del todo. Poseemos conciencia, pero, ¿qué significa eso? Como coach, sé que las personas pueden experimentar transformaciones profundas y significativas. He acompañado a muchas en su indagación y reflexión, y he visto cómo estos cambios en su interioridad se reflejan en su comportamiento y relación con el mundo exterior.
Sin embargo, para comprender lo que somos, necesitamos desafiar las interpretaciones limitantes. No somos seres inmutables ni simples cuerpos materiales. Tampoco estamos desconectados del entorno. Más bien, somos conciencia encarnada, con un desarrollo que puede ser de evolución o, lamentablemente, de estancamiento y degeneración.Una nueva interpretación: somos conciencia en desarrollo
La conciencia no es estática. Tiene niveles, capas, y una estructura que puede reflejarse en conceptos como la espiral dinámica del desarrollo humano. Hay quienes avanzan en este proceso, mientras otros permanecen estancados, quizá sin siquiera saber que hay más posibilidades disponibles.
Es urgente que cambiemos esta narrativa. Que reconozcamos nuestra capacidad de evolucionar y que dejemos atrás las limitaciones autoimpuestas de lo "inmutable". Somos seres en proceso, con potencial infinito para explorar.
Preguntas para reflexionar y transformar
Para empezar este camino, te invito a reflexionar con estas preguntas:
- Cuando tomas decisiones importantes, ¿quién manda: tú o el "deber ser"?
- ¿Cuánto de tu poder personal has entregado al qué dirán?
- ¿Reconoces y gestionas tus emociones, o las reprimes?
- ¿Cuánto te haces responsable de tu vida y cuánto culpas a las circunstancias?
- ¿Sabes atender lo que sientes en tu interior en el momento presente?
- ¿Practicas técnicas para calmar tu mente, como la meditación?
Estas preguntas no buscan respuestas rápidas, sino abrir una puerta hacia tu interioridad, hacia lo que realmente eres. ¿Te atreves a cruzarla?
Este texto busca conectar emocionalmente, desafiar creencias limitantes y abrir espacio para la reflexión personal. ¡Espero que sea de utilidad!
Nota: yo redacté este posteo y le pedí a chatGPT que me lo amononara, que mejorara su redacción y eso publiqué; es completamente fiel a mi escrito en su contenido