sábado, septiembre 13, 2025

Libro Café y cigarrillos de Ferdinand Von Schirach

Ferdinand Von Schuirach, aparte de ser un connotado escritor alemán contemporáneo, es un abogado criminalista.
Este libro está conformado de 48 breves relatos, que son como pantallazos de escenas de la vida común y silvestre de cualquier ser humano.

El mismo escritor está sentado en un café en algún pueblo de Europa, solo. En una mesa cercana dos mujeres de edad conversan en alto volumen, pues ya han de estar algo sordas. Hablan nimiedades; él las relata con cierto detalle. De repente se van. Él pide la cuenta y parte. Un perro le llama la atención por su lengua colorada.

Un preso espera su turno para ingresar a sala ante el juez. Fuma siendo que hay claros carteles que prohíben fumar. El gendarme que lo cuida lo mira y le hace un gesto hacia los carteles, que él ignora. Ante la insistencia le dice, qué vas a hacer, me vas a meter preso ?

Pienso que yo podría relatar el cumpleaños de ayer de mi madre que está cumpliendo 97 años, de una manera similar. Sería un relato de breves interacciones, cosas que me llaman de repente la atención y vuelven a mi memoria, como la conversación con Manuel, mi tío de sobre 90 años, que me dice que al estar quedándose dormido viaja al fundo Canadá, de nuestra mutua infancia, que él ha intervenido haciendo construcciones, caminos, puentes. Yo en cambio, solo voy a esa hamaca que está en el jardín, me acuesto en ella mirando a la casa, más arriba desde mi posición acostada, la laguna, y voy cerrando los ojos y me voy quedando dormido, relajado.

La mujer de un sencillo trabajador, lo engaña con un empresario. La cosa se va complicando y un día este hombre los pilla y mata al empresario. Contratan a un abogado de otro pueblo, de algún renombre, que se aloja en el mejor hotel y todos los días come langosta con arroz. Para la defensa lee a Heisenberg y Kant que desafían las ideas principales que tenemos de la realidad. La realidad no existe, solo existen perspectivas desde el observador que es cada uno. No recuerdo, lo más probable es que no, si esto le sirve para algo en las audiencias.

Lars Gustafsson un escritor sueco. Escribe un libro titulado Los tenistas. Le han ofrecido un trabajo en Austin, Estados Unidos donde se transforma en un gran tenista. De hecho Gustafsson, a quien fue a escuchar el autor de este libro al pueblo Constanza, de Europa, mientras presenta el libro, lo aborda y lo invita a jugar tenis, cosa que acepta. Después se van a bañar y a comer; conversan. Le cuenta de una vez que va a un pequeño pueblo a presentar su libro y había solo un espectador, muy serio, sentado. Hace toda la presentación solo para esa persona, la que al final le aplaude. Finalmente se para y pasa a ser el siguiente expositor, que pasa adelante a hacer su presentación. El autor se va, mira a una mujer en el balcón de su hotel. Está desnuda y de repente un hombre emerge por la ventana, la toma de los pechos y ambos entran a la pieza, ella sonriente.

Un hombre bien trajeado pide el precio para su almuerzo, de los médicos a la cajera de la cantina del hospital, donde los productos tienen un precio inferior para los funcionarios del hospital. La mujer lo mira con extrañeza pues no lleva ninguna indumentaria de los funcionarios. Vengo a dar una charla de urología, le dice. Ella sospecha que es otro loco del lado de psiquiatría. Se empina y ve que lleva zapatillas de tenis. Le niega la solicitud hasta el final. Después lo verá en una pantalla a la entrada del hospital y lo busca en Wikipedia, donde cuentan que suele usar zapatillas, por razones de salud. Ella termina persistiendo que no se ha equivocado.

Suma y sigue. Un libro ameno, muy adecuado para salas de espera, en vez de los reels de Instagram.

jueves, septiembre 11, 2025

Libro El rigor de los ángeles de William Egginton

William Egginton es un crítico literario y filósofo norteamericano contemporáneo. Este libro publicado en marzo de este año es, desde mi perspectiva, un acierto literario y científico.

William Egginton
Conversan de similares temas, Zenón y Parménides con Sócrates, Kant, Heisenberg y Jorge Luis Borges; y el tema es la realidad. Cuánto tenemos acceso a ella.
Al final de cuentas, con la irrupción de la mecánica cuántica, descubierta por Heisenberg el año 1925, quedó instalado que una cosa es la realidad y otra la idea que nos hacemos de ella.
Einstein había desbaratado años antes (1905), que el espacio y el tiempo fueran variables absolutos e independientes. Para un sujeto sentado arriba de un fotón el tiempo está detenido, al ir éste a la velocidad de la luz. El tiempo transcurre distinto según el sistema de referencia en que uno se encuentre.

Cómo conocemos la realidad es un tema que viene de los griegos, de ahí la presencia de Zenon, Parménides y Socrates, que todo lo cuestiona a base de preguntas.
Con descartes, aparece la duda y la razón. Es Kant el que da el contundente golpe con la Crítica de la razón pura, su gran obra, que lo más genial, cuando salió, nadie la entendió.

Desde la mirada de hoy lo más impactante es el aporte de Heisenberg, en esa isla ventosa, donde ningún polen irritaba sus alergias, en que ayudado por las matemáticas dio con su solución a cómo se nos da la aproximación a lo que es la realidad a los niveles más pequeños de átomos y electrones.
La cosa es que la posibilidad de saber la verdad de cómo es la cosa a nivel subatómico, se nos desbarata, es imposible. Y eso, demostrado científicamente.

El mundo a nivel macroscópico, que es donde la teoría de la relatividad especial y general de Einstein opera, todo fluye con suavidad en forma continua. En cambio a nivel de las partículas elementales, la continuidad se pierde. Los átomos no son cosas ni objetos. Entonces que son, preguntará alguien; no tenemos el término adecuado dirá Heisenberg.
Aún más, cuanto seamos capaces de acceder a la realidad estará determinada por la relación entre el observador y la cosa observada; la relación es determinante.

Borges es un caso aparte. Su presencia en el libro tiene que ver con la imaginación que despliega en sus obras. Si, quedé con ganas de leer a Jorge Luis Borges.
Tuvo un traspié amoroso en su juventud, que lo devastó. Estaba en la gloria, enamorado y en una fiesta a la que llegaron juntos, ella se fue con otro; y eso sería. Incluso pensó en suicidarse.
De ahí para adelante su imaginación explotó.
En la Edad Media cuando las personas miraban el cielo estrellado, sentían que miraban para adentro del mundo, como si viviéramos en una mega esfera por su interior. Cambió el paradigma y ahora al mirar el cielo estrellado sentimos que miramos para afuera, a un espacio infinito
Borges se imagina una biblioteca como un espacio infinito de libros y piezas llenas de libros, en que donde quiera que estabas parado, estabas en el centro del universo. Dante creó un infierno parecido.

Ahora, espacio y tiempo son una dupla inseparable. El universo partió “con el tiempo”. El observador que somos es parte del experimento de observación.
La realidad no solo se nos fue de las manos, sino que el libre albedrío quedó medio en jaque y por lo tanto la responsabilidad de nuestros actos, al menos quedó en veremos.
El mundo no puede estar más inestable. Lo cual me parece coherente con la realidad, al menos la que yo observo.
Un libro fascinante, como dice el físico Carlo Rovelli

lunes, septiembre 01, 2025

Las cosas que he ido aprendiendo como Coach en IA

Llevo varios meses dedicado a un oficio nuevo: Coaching en Inteligencia Artificial (IA).
En este tiempo ya he trabajado con cerca de 40 personas. Lo curioso es que partí confesando algo: yo no sabía demasiado de IA, pero quería aprender haciéndolo. Y vaya que he aprendido.
Hoy me siento con ganas de detenerme un momento y preguntarme: ¿qué he descubierto en este camino?


Cada cliente, una ola a surfear

Una de las primeras cosas que noté es que las personas llegan con sus propios territorios, inquietudes y preguntas. No todos buscan lo mismo, y en cada conversación me toca surfear olas distintas.

He debido escuchar con empatía y respeto, dejándome llevar por los mundos de los demás, y desde ahí descubrir juntos cómo la IA puede serles útil.
No se trata de dictar un manual técnico, sino de acompañar la travesía de cada persona. Así, cada cliente se transforma en un maestro y cada sesión en una pequeña aventura compartida.


Tres grandes frentes que emergen

En este recorrido he identificado tres ámbitos donde la IA aparece con fuerza:

  1. El uso personal: cómo integrar la IA en la vida cotidiana para apoyar rutinas y decisiones.

  2. Los procesos empresariales: la IA que se incrusta en flujos de trabajo, procesos, con agentes y orquestadores que amplían lo que hacen los modelos de lenguaje.

  3. La transformación social: los cambios profundos que ya asoman en educación, democracia, salud y muchos otros dominios.

Moverme entre estos tres frentes ha sido como recorrer un mapa en expansión: la intimidad de la vida diaria, la productividad de las empresas y las preguntas mayores sobre el mundo que viene.


La IA gatillante de nuevos emprendimientos

Otro descubrimiento apasionante es que la IA está abriendo espacio a la invención de nuevos oficios y emprendimientos.

Yo mismo lo viví cuando, tras escuchar al CEO de Perplexity, Aravind Srinivas, hablar de IA, transformé esas notas en una propuesta comercial con ayuda de ChatGPT… y en pocos días tenía seis clientes.

O cuando probé un generador de cuentos de Gemini (el Gem Storybook) y vi lo sencillo que sería montar un negocio de libros personalizados para niños.

La IA no solo es una herramienta: es un catalizador de creatividad y oportunidades.


IA como creadora de comunidades

Y hay algo más que se asoma con fuerza: la IA no solo potencia individuos, también puede tejer comunidades.

Me imagino dentro de las empresas formando grupos pequeños de ejecutivos o profesionales, simplemente para conversar sobre IA. Que se conozcan, se entusiasmen juntos, intercambien ideas y aprendizajes.
Un espacio donde yo aporte desde mi experiencia como coach, pero sobre todo donde nazca esa chispa colectiva de curiosidad y colaboración.

Así, la IA deja de ser un tema técnico y se transforma en un punto de encuentro humano, un lugar donde se comparten descubrimientos y se construyen vínculos.

Y para terminar

Miro hacia atrás y siento que la IA me ha enseñado más de lo que yo enseño. He aprendido a surfear olas humanas con esta nueva tabla tecnológica.
He visto cómo abre posibilidades personales, empresariales y sociales. Cómo inspira nuevos oficios. Cómo puede encender comunidades.

Y presiento que este camino recién comienza. Que las olas que vienen serán aún más altas y sorprendentes.

domingo, agosto 31, 2025

Libro Los reemplazantes de Renato Garín

Me entretuve con este libro de principio a fin. Un relato histórico, biográfico, de su evolución desde el colegio Marambio de Melipilla, hasta la diputación en el Congreso.
Una historia entretejida con la historia de todas esta generación joven que desde las revueltas estudiantiles del 2011 llegaron al poder en el gobierno. Es bastante fascinante.

Todo parte en Melipilla, entre su casa familiar y el colegio Marambio, administrado por su dueña y creadora, una mujer especial, autoritaria, enfocada sospecho en el educar lo que es debido.
Ahí Renato Garín desarrolla capacidades de liderazgo, asumiendo la presidencia del curso y más tarde un cargo en la directiva del centro de alumnos.
Buen alumno, conectado con la comunidad y sus amigos.

Logra acceder a la universidad, cosa que pocos lograban en su colegio. Y nada menos que a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, al otro lado del río de la plaza Baquedano, histórica.
Renato Garín será un buen alumno, conectado con cierta intensidad con la realidad que los circunda. Estudiante de la misma universidad, estará Gabriel Boric, a quien le seguirá los pasos por el resto de su vida política.
Viaja todos los días desde su casa en Melipilla, lo que le toma su buen tiempo. Muchas veces duerme en el bus, estudia, reflexiona. De ida y de vuelta, se le hace cansador. Finalmente arrienda un pequeño departamento en el barrio de la estación Alcántara, reduciendo sus tiempos de traslado.

Renato Garín está inserto en el mundo. Sigue las principales noticias mundiales y nacionales; sigue el fútbol con pasión y escucha las canciones de los cantantes de moda. Aparte de toda la trifulca de las marchas estudiantiles y la reacción del gobierno y personajes de los partidos políticos.
Por ello, leer a Renato Garín es sumamente informativo de todo lo que pasó en este periodo. Y quizás por eso también, por ese interés y pasión, él después de Leyes estudia un Diplomado de Periodismo, que incluye una práctica en El Mercurio, dándole acceso a ese relevante mundo donde se generan las noticias que mucho se leen en Chile.

Al salir de la universidad, su primer trabajo resultó ser como escritor de los discursos del político y empresario Sebastián Piñera, reclutado por un tal Rivadeneira, al que había conocido en la escuela de Derecho. Claro, Rivadeneira era el ghostwriter de Piñera, que tenía a este medio pollo, medio fondeado, que en definitiva era quien los escribía.
Piñera gana la presidencia y Renato Garín termina trabajando en una pequeña oficina de La Moneda; por poco tiempo.
Renuncia cuando se le empieza a hacer difícil la convivencia con esta tribu a la que él no pertenecía.

Siempre había estado cercano a los circuitos del poder y se le pone que quiere ser Diputado. Para ello concluye que debe meterse a algún partido político y elige hacerlo en Revolución Democrática (RD), creado entre otros por Giorgio Jackson, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la UC. Elige ser diputado en representación de un conjunto de comunas, donde está su origen Melipilla.
Todo el tejemaneje para lograr ser elegido está bien contado en el libro; no deja de ser entretenido y didáctico.

Renato Garín no esconde materia. Habla de su bruxismo y de la pérdida de pelo; de su nerviosismo, de su estrés, de sus problemas más personales.
También cuenta un bello idilio que le duró unos tres años, donde disfrutó enormemente la compra creo que de un Peugeot, en el que transita acompañado por los barrios de Santiago.
La cosa se complejiza aún más en el Congreso. Primero el ser nuevo en estas lides. Busca sus maestros que le enseñen los tejes y manejes. Pasa a formar parte de la bancada del Frente Amplio, donde los líos entre ellos irán en crescendo.
Se nombran muchos personajes de la realidad pública y se describen sus mañosidades. 

Renato Garín es un gallito de pelea; dice lo que piensa. Y la caga. Se va enemistando con unos y otros y termina completamente aislado e ignorado por los de su misma tribu. Sufre. Solo siente acogida en el personaje de Florcita Motuda, miembro del mismo lote, que vive en otra galaxia.
Encuentra una vía de escape, luego del estallido social y el país que se va a la cresta y se cocina una salida a través de la Asamblea Constituyente. Se le abre la posibilidad de renunciar a la Cámara de Diputados y postularse a ser un convencional. 

Lo logra, es elegido para la Convención Constitucional, al mismo tiempo que se viene la pandemia y el encierro, el trabajo online, el aislamiento.
Un libro entretenido e histórico, donde se siguen a todos estos personajes jóvenes que llegan al Congreso, sus características, particularidades y trajines.
Lo recomiendo.

jueves, agosto 28, 2025

Encuentro 3xi en torno al tema de los inmigrantes

Nos citaron a los facilitadores de grupo a las 8:15, al costado de la carpa instalada en el estadio Juan Antonio Ríos, en Independencia. Salí de casa poco más de una hora antes: micro a Escuela Militar, metro hasta Los Héroes, luego a Cal y Canto, después a Hospitales, y finalmente otra micro hasta Salomón Sack 455.

Al bajarme, un hombre alto, venezolano, me aborda:
—¿Va al evento 3xi?
Caminamos juntos conversando. En Venezuela había tenido un diario. Cuando le tiraron una granada al medio de su trabajo, recogió sus cosas y partió a Chile. Aquí fundó otro medio, esta vez digital.


Encuentros que dejan huella

Apenas llego, me cruzo con Juan Vera. Breve pero intensa conversación: aguda, emotiva.
Me encuentro también a Mauricio Malbrán, hoy alumno mío en el Coaching en IA, que será mi compañero de escaño en todos los plenarios. Más allá está Jaime Riesco, viejo conocido en estos encuentros. Le cuento a Mauricio que con Jaime hemos terminado en memorables parrilladas, recordando aquella en Santa Cruz después de un 3xi pasado.

Camilo Herrera abre el evento: relajado, lúcido, conectado con la audiencia. Presenta el propósito de la jornada y le da el pase a Paloma Ávila, periodista de CNN, quien conduce con maestría las conversaciones con los distintos invitados.


Habla Gerardo Espíndola, exalcalde de Arica, recordando cómo en plena pandemia miles de migrantes quedaron varados en su ciudad por meses.

Luego, Valentina Correa. Su padre fue asesinado en la puerta de su casa, tras tocar el timbre, por un sicario colombiano que podría haber venido de cualquier parte. Valentina lo amaba, y su relato nos conmueve hasta las lágrimas. El sicario está preso, pero ella insiste en la gran pregunta: ¿cómo alguien llega a convertirse en sicario? ¿Qué circunstancias lo hacen posible? Todos lloramos con Valentina.

El ánimo cambia con Kimberly Bourdieu, estudiante de Psicología en la UC. Joven, alegre, chispeante. Habla de la soledad del migrante, de sus manotazos para comunicarse, y del grito que se convierte en clamor: “¡Necesito amigos!”. Y los consigue, con creces.

El plato fuerte: los grupos

Llegamos a las mesas redondas. Es la esencia del 3xi: mirarnos a los ojos, sin títulos ni profesiones, y simplemente conversar. Un ritual de encuentro.
Personas desconocidas que quizá nunca volveremos a ver, compartiendo en turnos, escuchándonos con atención intensa. Cada persona es un mundo, un clima, un sabor.

Me sorprendo diciéndolo en voz alta:
—A mí me gusta la gente.
Y lo siento en el cuerpo: la experiencia es de una presencia total. Tal vez por eso es tan significativa.

Una mujer colombiana me buscará más tarde solo para despedirse con un abrazo que todavía guardo en el alma.


El sentido profundo

El migrante es alguien que un día perdió la esperanza de que su vida, en su país, pudiera ser buena. Junta lo que puede, toma a los suyos, y salta al vacío. Llega aquí, y la acogida dependerá de miradas ajenas: ¿bueno o malo, carga o aporte?

El alcalde de Independencia nos recuerda que el 44% de su comuna son migrantes: venezolanos, colombianos, haitianos. ¿Muchos? Quizás. Algunos entraron por pasos regulares, otros “saltando la pandereta”. Muchos llevan años, se han instalado, algunos ya nacionalizados.

Al fin y al cabo, así llegamos todos. El primer Bunster desembarcó en 1804, laceado como ladrón de ganado desde un barco inglés. Aquí se quedó, con su hermano, y de ellos desciendo yo.

Cierre: la pecera

El encuentro termina con la “pecera”: un rito casi religioso, acompañado por música sublime, una de ellas cantaba con voz celestial.

Las personas pasan al centro y proclaman sus compromisos. Las manos se agitan en el aire, como aplausos de sordos. Y el corazón ya no da más.

domingo, agosto 24, 2025

Andrés Martínez Aguayo, un hombre en situación de calle

Es un hombre en situación de calle. Tiene 57 años. Duerme al costado de la iglesia San Pedro, aquí en Isabel la Católica, a una cuadra de Vespucio.
Se le ve acompañado de su triciclo, bien lleno de cosas, acompañado de cuatro perros, que son su familia; los trata de sus hijos.

Le contaron que a los 2 años fue abandonado en un Conventillo de monjas. Recuerda que lo mandaban al colegio con cotona; y si perdía algún botón de la cotona, le sacaban la cresta; lo golpeaban con la correa de la plancha, varillas o reglas. En una de esas golpizas le tuvieron que hacer 16 puntos en la frente, marca que aún conserva.
El Conventillo quedaba al costado del cerro de las culebras, hoy llamado el Cerro de Chena.

No fue mal alumno en el colegio. Pero a los 9 años se arrancó del Conventillo, junto a nueve en similar situación, entre hombres y mujeres.
De esa fecha que está en la calle.
Viajó por la línea del tren hasta la estación Central y de ahí se fue al cerro San Cristóbal, donde conoció a Don Guillermo, que vivía cerca de la virgen, en una gruta hecha de ramas. Don Guillermo le acomodó una “pieza” y le enseñó a leer y a escribir. Me decía hijo y terminó siendo a quien siempre llamó su padre.

La vida en la calle es dura; en invierno hace demasiado frío. Pero antes llovía más.
Nunca lo han asaltado; pero una vez trataron.
No le hace al alcohol ni a las drogas. Don Guillermo murió de cirrosis a los 95 años; lo conoció cuando él tenía 82 años. El único vicio que tiene es el cigarro.
Para cualquier dolencia tomaban agüitas de alguna yerba local. Le recomendó nunca tomar remedios de farmacias, pues estaban hechas para enfermarse y darle pega a los médicos.
Nunca lo ha visto un doctor.

Busca objetos en los basureros y los vende en la feria de Marín con Portugal.
Don Guillermo le hizo un carretón con rodamientos, e iba a la Vega y trabajaba llevándole las bolsas a las señoras que iban a comprar.
Ha tenido mujeres, pero las ha despachado rápido. Todas las mujeres de la calle son drogadictas.
No come carnes rojas por respeto a los animales.

Sus perros eran cinco; uno de ellos murió. Son la Ñoña, la Chilindrina (le dicen la Chubaca), el Tigre y el Roqui.
Le suelen dar comida de perros y la vende. Le da buena alimentación; sabe que son carnívoros. Dice que los médicos le recomiendan esa comida seca, así se enferman y tienen que ir al veterinario.
Dice que a los perros les hace bien el ajo y las cebollas, cosa que los veterinarios no recomiendan.

No tiene hijos; salvo los perros.
Nunca ha votado.
Nunca ha estado preso.
Nunca lo han operado de nada, salvo esos puntos en la frente, a los 7 años.

Tiene mala opinión de Boric, porque le dio la espalda al pueblo. No entiende cómo la gente votó por un cabro chico, con poleras matapacos.
Es agradecido de Pinochet, que a él no le robó ni le hizo ningún daño.

Le gusta ver Animal Planet. Me mostró la aplicación que tiene en su celular (9 3524-1858) donde ve películas y documentales.
Paga todo los meses su plan de Internet en Movistar, que le cuesta $ 7.000
Le instalé en su celular chatGPT, lo registré con su teléfono y le enseñé a usar su modo voz.

Lo vi como una persona tratable, pacífica, amante de sus perros, una buena persona.

sábado, agosto 23, 2025

Libro Los inocentes al poder de Daniel Mansuy

Leo en paralelo a Daniel Mansuy y a Renato Garín y su libro Los reemplazantes, dos autores que de distinta manera hablan del mismo fenómeno social.
Se trata de estos jóvenes que primero emergen con las protestas estudiantiles de los estudiantes secundarios, los llamados pingüinos, del año 2006.
Con más fuerza emergen el año 2011, esta vez de los estudiantes universitarios.

La Concertación a esta altura llevaba 20 años gobernando al país, una generación que a esa altura ya estaba desgastada, con una característica intolerable para esta nueva generación desafiante, que era el no haber podido salir de la política económica de la dictadura de Pinochet, el neoliberalismo.
Este sistema económico fue implantado o más bien impuesto por los Chicago boys,  en el gobierno autoritario.

Y ha funcionado, ha persistido, se ha arraigado persistentemente. Y los desafiantes, aparte de criticar sus fallos, que los tiene, no han tenido una opción alternativa, que realmente sea capaz de superarlo. Y por eso perdura, incluso en el actual gobierno de Gabriel Boric.
Este sistema de verdad ha permitido que el país crezca, suba su producción per cápita, promueva la iniciativa privada, la creatividad y el emprendimiento.
El problema es que los ricos se han hecho más ricos y la cantidad de pobres ha aumentado. Pero con un poco mayor nivel de bienestar.

La Concertación había perdido el poder por primera vez el año 2010 con Sebastian Piñera, de la derecha, de Renovación Nacional.
El malestar explotó al año siguiente con estas marchas estudiantiles, esta vez universitarias. La crítica al sistema educacional era profunda. Aparte que se consideraba el origen de toda la desigualdad fuertemente extendida.
Se pedía educación gratuita y de calidad, y no al lucro en la educación. Igualdad de acceso y más control del Estado.
Las marchas fueron potentes y multitudinarias. Las fuerzas políticas, de derecha e izquierda, no podían no atenderlas.

Esto coincide con la emergencia de una nueva fuerza política, la de los jóvenes. Lideran al principio, la Fech, Camila Vallejo y la Feuc, Giorgio Jackson. Gabriel Boric derrotaría a Camila Vallejo en la Fech en diciembre del año siguiente.
Estas marchas desafían al gobierno de Sebastian Piñera, representante de la élite económica del país.
Pero donde dispararon todos sus dardos ideológicos sería contra la Concertación, esa generación que había gobernado los últimos 20 años.
Y la verdad, la destrozan. Queda tan debilitada, que el país pierde el centro y se polariza hacia los extremos.

Tanto el gobierno de Piñera como el siguiente de Bachelet, incorporan en sus políticas muchas de las demandas de los movimientos estudiantiles. Lo curioso es que los anhelos de mejora no prosperan, todo lo contrario, empeoran.
Este fenómeno no está explicado en el libro.
Lo que pasa más adelante, es el estallido social. Este fue un terremoto social mayor, de alta destructividad. Reflejaba un malestar real, bastante profundo y violento.

Se va conformando un conglomerado político de jóvenes, puros e inocentes, que dicen representar al mundo social, del cual los políticos presentes, especialmente los de la Concertación, han perdido contacto y por lo tanto, no representan.
El estallido social, casi voltea al gobierno de Piñera dos. Logra zafar entregando la Constitución y sometiendola a una Convención Constitucional, democrática, con cupos reservados para los pueblos originarios y espacio amplio para que se presenten personas independientes, por fuera de los partidos políticos.

La elección de los convencionales fue en mayo de 2021. En diciembre de ese mismo año gana las elecciones presidenciales Gabriel Boric.
Los primeros meses del gobierno de Boric fueron un desastre. Patético es el caso de la ministra del Interior, Izkia Siches, cuando va a “dialogar” con los mapuches del Wallmapu y la reciben a balazos.

El proceso de esa Convención Constitucional fue un hito histórico de la izquierda. Finalmente podían a través de una nueva Constitución, refundar este país propiedad y gobernado por una pequeña élite. Fue un derroche de creatividad, desorden y hechos que causaron una muy mala impresión en la población.
El gobierno de Gabriel Boric que partió mal, apostó todas sus cartas al resultado del plebiscito de salida de la Convención. Perdieron por paliza; sacaron menos del 40% de aprobación.

De ahí para adelante, el plan de gobierno se mandó a guardar y se han dedicado a administrar lo que había. Pobre desempeño.
El Frente Amplio, desmembrado, inconexo, sin capacidad de hacer nada, ni tampoco de haber pensado en profundidad su crisis, está terminando muy desvalorizado.
Emerge una candidata del partido comunista en los grupos de izquierda, con una muy probable victoriosa derecha, por el lado de Kast para el gobierno que elegimos a final de este año.

Hemos terminado en un país achanchado, prácticamente paralizado económica y políticamente polarizado. Parece que es lo mismo que pasa en Bolivia.