Una joyita. Un libro tremendo, pues son siete ensayos sobre su permanencia de quince meses en el campo de concentración nazi de Bergen- Belsen de Alemania.
Disfruté su lectura, de calidad. Pero lo que relata es brutal, tremendo, a lo que podemos llegar los seres humanos.
La matanza sistemática de millones de personas. Una industria eficiente, como hacen las cosas los alemanes. Operada por burócratas, autómatas, devotos de hacer bien la tarea del día a día. Sin pensar más allá.
Abel J. Herzberg |
Cada capítulo del libro es la perspectiva de una situación que se vive en el día a día del terrible campo de concentración.
Donde la alimentación es casi inexistente. Donde todos deambulan en un estado de zozobra producto del hambre. Donde los peores crímenes son robarle al vecino un mendrugo de pan.
Duermen todos tan pegados unos a otros, que estiras una mano y estás en territorio del otro. Reciben migajas que saben deben hacer durar para varios días, así que guardan por aquí y por allá, que los hambrientos idiotizados por el hambre buscan casi inconscientes.
Un capítulo tiene que ver con la institución de un juicio que hacen los presos, a los ladrones de entre ellos. Se hace todo debajo del tilo inexistente, pues todo ocurre en un peladero estéril, donde se encuentran estas construcciones que son las barracas, en el peor de los estados.
Es un acto que los SS toleran, inventado por los propios prisioneros y que medio disfrutan, pues asisten a verlos.
El acusado es un hombre que en la oscuridad total de la noche se escurre y llega a unas estanterías que se han establecido, con candado, para guardar los excedentes de comida de los presos. Fuerza el cerrojo y roba cuanto puede, dejando huellas de trozos de pan en su vuelta a su camastro.
Dos veces lo juzgan por el mismo crimen. Los jueces son abogados previos a la guerra, hombres sabios bien intencionados.
Finalmente confiesa, llora desatadamente. Lo que no puede soportar es haber mentido. Lo del robo, no es lo que lo corroe.
Cuando toca emitir el veredicto, dicen que ya ha muerto, así que no vale la pena seguir. Todos viven al borde de la muerte, ya sea por enfermedad o desnutrición.
Se imagina Abel Herzberg a esta mujer después de la guerra, como le cuenta a su nueva pareja cómo fue para ella estar en un campo a cargo de barracas. Cómo todo lo transforma, cómo todo lo diluye y tergiversa, como una forma quizás de calmar una psiquis enferma.
Cierra el libro con el ensayo que titula Amor fati, el título del libro. Amor fati, significa abrazar el destino cualquiera este sea; es un concepto estoico, también utilizado por Friedrich Nietzsche.
Intenta aquí elaborar una explicación de porqué pasó todo esto, tan macabro.
Y habla del paganismo; en que Hitler era un pagano.
Es la pugna histórica entre los paganos y los pueblos civilizados. Cuando llegan los pueblos europeos a las costas de China, el emperador los cataloga de bárbaros. ¿Será algo similar a paganos ? Yo creo que si.
El bárbaro quiere destruir todo rasgo de civilización. Le encanta incendiar Jerusalén o Roma. Es algo que tenemos todos, dice Abel Herzberg, nos gusta construir, pero también nos gusta destruir.
Los judíos son el pueblo elegido por Dios. Los paganos son los pueblos no elegidos por Dios, que odian y odiarán siempre a los elegidos.
La cosa viene desde Caín y Abel. Hay un hijo predilecto. El no predilecto, lo mata.
Punto.
Parece que los paganos, seguirán persiguiendo y jodiendo a los elegidos, hasta el fin de los tiempos.
¿Será así ?