He terminado de leer el libro
Re-Imagina ! de
Tom Peters. Fue una lectura rápida pues el libro se lo arrebaté a
Julio Martinich (vean su blog que se las trae) con su permiso. Pretendo leerlo de nuevo o sino usarlo como él lo hace, como libro de consulta o mas bien de provocación.
Peters es un incendiario; lo quema todo y tensiona el ambiente para ir al cambio, la renovación, la re-invención. Te insita a destruir el cubículo de trabajo tan propagado en nuestras empresas, y abrir con ello el mate a pensar cada departamento como una empresa independiente, que nos sorprenda con servicios increibles, comercializados en forma global. Es para hacer temblar a mas de alguno. Además si esto se propaga la tensión para quedarse fuera del bote si uno no es espectacular, es no menor.
En qué trabajará toda esa gente que no tiene el genoma seteado para esta locura de creatividad e innovación? Por suerte estamos lejos de esto en Chile, así podemos vaticinar que esto viene lento, bastante lento, diría yo, por estas costas.
Me sorprendió especialmente el capítulo acerca de las personas, donde invita a re-imaginar al individuo. Parte diciendo "no creo que haya nada peor que ser normal". Que se puede esperar de esto ? todo.
Hace pedazo los sistemas de educación actuales; los declara irrelevantes; confabuladores contra la creatividad. Requieren y urgente un rediseño; y está hablando de EEUU ! que nos queda a nosotros.
Basta de arrodillarnos frente al mando, dice; tomemos ya el desafió de diseñar y construir nuestras carreras e identidades, y movámonos al mundo de la marca personal. Sorprendentemente no recuerdo que haya nombrado a los blogs, pero son la herramienta para darle a todo esto.
Me sorprende positivamente su verdadero grito: "no acuses a nadie, no esperes nada, haz algo!!!".
Este tipo me provocó, mas bien. Es un inspirador de cambio, de cambio de acititud como dice él.
Una cosa está clara, las emociones son asunto de primera importancia. La emoción desde la cual hacemos o hagamos lo que hagamos, es vital. Mucho, indispensable si uno quiere sobrevivir. Podriamos ser reemplazados por un microchip. Que mejor ejemplo que los tags y peajes automáticos.
El libro es pura pasión, de punta a cabo. Lo recomiendo.