domingo, octubre 16, 2005

Conversando la ruta del Alto del Naranjo

Hoy me quedé dormido. Desperté a las 8:25 y estaba comprometido a encontrarme con Andrés a las 8:30 en la YPF de Arrayan. Me levanté y lo llamé; le pedí que me esperara 20 minutos y estaria ahi, para subir uno de nuestros habituales ascensos de trecking de los domingos por la mañana.

Llegué a los 20 minutos y estaba sentado adentro en animada conversa con Jorge, el siquiatra que vive en Arrayan. Me incorporé a la mesa donde esperaban a otras personas, además de a mi, amigos de Jorge.
Se hablaba de un posible nuevo intento de subir el Aconcagua este verano. Era indispensable contar con 14 días pues las ventanas de tiempo que este año no se les dieron, ameritaban poder esperar con tranquilidad para hacer cumbre.
Llegaron los amigos de Jorge, otros siquiatras, y partimos bromeando de la posibilidad de aprovechar la ocasión para darnos unas sesiiones de consulta gratis en el cerro.

Finalmente subimos solos con Andrés, en un día soleado, con una brisa fria. El cerro estaba lleno de flores de la primavera que ya se ha desatado. La vista a la cordillera, el río con un caudal mas grande que lo habitual y un color del agua algo barrosa. Nos acompañaba su perro, un labrador negro, que aullaba de ansias por iniciar la subida.
No hay bien mas preciado que un buen amigo, de años ya, con el cual conversar de corrido esas tres horas y media que suelen ser estas subidas. La vida es una conversación que intenta describir hechos y realidades que mas bien son interpretaciones, que cuando abrimos el espacio a revisiones podemos reacomodar lecturas y abrir nuevos rumbos que solo surgen de las renovadas interpretaciones.

Llegamos a la cumbre en un tiempo o sensación de tiempo mucho mas breve que lo habitual.
Parejas de águilas nos sobrevolaron en varias ocasiones.

Hablamos de gente, de trabajos, de creerse los cuentos, de los grupos de amigos que se han dispersado y de los nuevos que podriamos construir. Hablamos de sueños materializados, de películas, de parrillas a gas o a carbón. Hablamos de los años que pasan, de los viejos que nos vamos poniendo, de las tradiciones familiares que nos determinan en nuestras conductas. Hablamos de películas. Hablamos de las energías humanas, de lo que pasa cuando se bloquean. Putas que hablamos.

Qué buen día para subir el Alto del Naranjo en franca conversación con un buen amigo.

2 comentarios:

  1. Anónimo11:26 a.m.

    Me acorde de otros paseos, que enriquecedor es el compartir con amigos nuestra vida y sobre todo si es en un caminar juntos.
    Gracias

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  2. Anónimo1:51 p.m.

    Todas las manana me encontraba con mi "amigo del cafecito" en la cafeteria de la oficina.... teniamos largas conversaciones sobre la vida y lo que nos iba pasando... el ya no esta....ahora me doy cuenta de los lazos que se crean entre estas cuatro paredes y que al cambiar las condiciones de alguno de los participantes, irremediablemente cambian tambien las relaciones... yo de verdad lo extraño, le tome mucho cariño... es una de las cosas que creo van a pasar cuando tambien deje este lugar, donde paso gran parte de mi dia, el proximo Noviembre las relaciones se alejan o se pierden. que lata... cuando son personas reales y sinceras...igual, me da mucho gusto saber que estas bien....

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