viernes, abril 21, 2017

La consciencia y la nueva empresa

La empresa, es el tema que vengo mirando. La empresa y quizás más allá, la economía. Pero me quedo de momento, en la empresa.

La empresa, vista desde la perspectiva de la era industrial, es una máquina de producir productos primero; productos y servicios después.
La empresa es una máquina de producir, tal como Le Corbusier decía que el avión es una máquina de volar, el automóvil, una máquina de transportar y la casa, una máquina de habitar.

La personas, dentro de esa máquina, son partes y piezas. Son estructuras de la máquina. Hacen cosas repetitivas, tal como las partes de una máquina lo hacen. Y en esa misma medida se les paga; por su hacer mecánico, mecanicista, de autómata.

De las máquinas pasamos a la informática, la era de la información. A la empresa, la empezamos a mirar como flujos de información. Información interna, información con el mundo exterior, información de resultados. Flujos de información que producen resultados; ganancias o pérdidas.

Incluso empezamos a ver a la empresa como conversaciones, donde lo que más pasaba era información, pedidos, promesas y acción. Juicios, declaraciones, identidad, todos aspectos de la información y su movimiento.

De ahí hemos pasado a mirar el conocimiento que se mueve en la empresa, el aprendizaje, las emociones, el clima, la creatividad y las comunicaciones, como aspecto de la interacción humana más integral.
La empresa deja de ser una máquina y ya estamos en un paradigma de organismo vivo, con capacidades propias de estos.

Los organismos tienes inteligencia, de diversos tipos, tienen consciencia, tienen espíritu, actitud, intención, emociones por supuesto y creatividad. Podemos seguir.

Hemos entrado en el ámbito de los sistemas complejos, donde las metodologías de administración que venimos aplicando a las empresas, empiezan a fallar. Lo mejor que he visto sobre qué hacer en el contexto de sistemas complejos, es en el tratamiento que hace Eve Mitleton-Kelly, en el curso sobre Infraestructuras, módulo 3, capitulo 3.2.
En definitiva los sistemas complejos no se pueden gestionar, ni aspirar a tener todo bajo control. Pero si se pueden .. surfear.

La persona, en esta nueva empresa, es lo que emerge con mayor preponderancia. La forma en que la persona está en la empresa, es relevante. La forma en que participa, colabora, conversa, es clave o determinante.
Veo en muchos espacios, no solo dentro de la empresa, el tipo de conversación del debate, que es una especie de guerra de guerrillas, donde lo que importa es mantener o hacerse del poder. No importa, la verdad, ni interesa, resolver los problemas, lo que no debe quedar en evidencia.
Se hace imperativo en esta línea, es pasar en la forma de conversar dentro de la empresa, del debate al diálogo, donde todo problema, es una oportunidad de mejora. Y no algo a esconder, mintiendo si es necesario, pues encontrar al culpable y castigarlo, es la práctica habitual.
El diálogo, nos permite observar los problemas con apertura de mente y corazón, con la intención de resolverlo y aprender como colectivo de ello.
Y en la escalera de los tipos de diálogo hay más, que se puede recorrer en los equipos de trabajo.

La nueva empresa ya no puede seguir viéndose como una maquinaria, que pretende controlarlo todo, sino como un organismo, donde el valor aportado por los capitalistas, debe ajustarse ahora con el valor aportado por el organismo vivo, constituido por sus personas.

Nos hemos ido quedando sin religión, que una de los cosas que hacía es conectarnos con el colectivo, el bien común, quizás desde un enfoque impositivo de una autoridad divina.
Aparentemente eso se perdió y nos quedamos con el individuo cuidando solo sus intereses personales, egoístas, obviando demasiado seguido, al menos a la vista de lo que la prensa muestra, el cuidado del colectivo, incluso lo ecológico.
Necesitamos pasar, como dice Otto Scharmer del MIT, de la perspectiva Ego a la Eco. Necesitamos dialogar con los otros, verlos y sentirlos, ya no desde algo impositivo, sino libre.

Tanto elevar los planos de conversación, como pasar de la perspectiva Ego a la Eco, son cambios que no puedo sino que asociar a la consciencia. Necesitamos elevar el nivel de consciencia; se hizo imperativo, pues la degradación que se observa nos puede llevar a algún tipo de desastre. Eso quizás es poner el miedo por delante.
Necesito encontrar un enfoque más entusiasmante, desde una emoción distinta del miedo; alegre.

Es un problema esto de la consciencia, pues como no se puede pesar ni medir, la ciencia la ha obviado, en general.

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