jueves, septiembre 22, 2022

Libro Esto lo cambia todo de Naomi Klein

Este tercer libro de Naomi Klein, de 572 páginas, de letra chica, no es fácil de leer.
Te echa abajo toda la ilusión de que este mundo Capitalista, basado en la supra inteligencia del mercado, donde la fuerza impulsora es el anhelo de lucro del individuo, no solo es falso, sino que nos tiene al borde de un colapso planetario de proporciones.

Todo comienza por el 1600 con Francis Bacon en Inglaterra, que nos cambia el mind set (la mentalidad) a que nosotros somos lo máximo de la creación y nuestra tarea es dominar el mundo, verlo como recurso explotable, ad infinitum, sin parar.
La ciencia con su materialismo intrínseco, capaz de alcanzar verdades irrefutables hasta que no se demuestre lo contrario, por el mismo método científico, se transformó en nuestra religión.

Fue tan exitosa esta cosmovisión que fue capaz de crear monstruos de alta eficiencia para crear riqueza, movilizada por el afán de lucro, extrayendo de la naturaleza todo lo que se pudiera vender a cambio de una ganancia. Hoy los gigantes más tenebrosos son los extractivistas de petróleo en todas sus formas, de gas y de carbón. Son capaces de comprarse a sus operarios, a los políticos, e incluso a los jueces.

Con la máxima siempre de maximizar utilidades, reducen costos al mínimo, descuidando filtraciones y emanaciones, costos de mantención, de forma que las filtraciones líquidas y gaseosas, han intoxicado aire mar y tierra hasta lo intolerable.
Esto ha sacrificado vida, vida natural y vidas humanas, hasta límites que cuesta mucho bancarse en documentales y videos que terminé viendo, por mi ansia de ver en imágenes cuán cierto era todo lo que decía Naomi Klein.

Este poder económico, esencial al parecer para la sobrevivencia de los políticos, terminó por corromperlos absorviéndoles para sus propios intereses, dejando de cumplir y servir las promesas que les hacían a sus votantes.
Los políticos ya no representan a sus electores y estos se dieron cuenta hace rato. No les creen nada. Y eso está poniendo en grave crisis una de nuestras más preciadas instituciones, la democracia.

Esta cosmovisión que está a la base de toda esta crisis, cimentada en el materialismo de la ciencia reductivista, ha obviado todo lo no medible (si no se puede medir no existe), barriendo de la escena todo lo sagrado, la dimensión espiritual, a veces incluso hasta las emociones. Las personas han terminado viéndose como recursos, igual que la naturaleza, dejando que sea el mercado el que le pone precio a sus productos y servicios. 

El nombre del nuevo demonio es la crisis climática, que podría incluir a la crisis sanitaria de la pandemia, que amenaza por dejar la tendalada en grande o simplemente hacernos desaparecer como especie (otra más).
Sabes quienes están en la primera línea de esta batalla sin cuartel ? Los pueblos originarios, que viven habitualmente, allá lejos, donde han llegado las petroleras y mineras, a extraer y expoliar todo el ambiente alrededor. Por suerte se les han venido sumando los civiles blancos y de todos los colores, organizados en movimientos ecologistas, que han terminado haciendo juntos marchas, pero lo más eficaz ha sido, financiando abogados buenos, para atacarlos en los tribunales.
Adivinen como les ha ido ? Más o menos no más.

Este libro de la Naomi Klein, te terremotea por dentro. No sabes qué hacer, salvo comer más sano y gastar menos agua en la ducha o al lavar los platos. Pero está claro que no es suficiente. Debemos pasar de lo individual a lo colectivo; debemos pasar de Ego a Eco, como dice Otto Scharmer.
Pero lo más jodido, es que debemos cambiar nuestra mentalidad, necesitamos cambiar nuestra cosmovisión. Necesitamos cambiar nuestro nivel de conciencia.

La Tierra no es un recurso para nuestra explotación. La Tierra es un útero donde se da la vida. Somos vida, somos parte, somos hijos, somos espíritu y somos conciencia. Nos queda poco tiempo. Necesitamos vencer nuestras anestesias culturales, necesitamos despertar. ¡Urgente!

2 comentarios:

  1. Felicitaciones por este comentario. Resalto tu frase: Somos vida, somos parte, somos hijos, somos espíritu y somos conciencia". Coincido con Naomi Klein

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  2. Anónimo6:06 a.m.

    Pasar de Ego al Eco, como dice Scharmer !

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