Libro Ajuste de cuentas de Eugenio Tironi

Agradezco a mi amigo Klaus Heynig que eligiera este libro para prestármelo, pues con ello disminuyo, aunque sea un poco, mi ignorancia histórica en los temas políticos.

Se cumplen 50 años del golpe militar y Eugenio Tironi escribe este libro en lo que llama Ajuste de cuentas con el presidente Salvador Allende, con quien al principio no le tenía mucha simpatía, por su estilo grandilocuente en lo discursivo y por la pretensión en su forma de vestir y seducir lo que se pusiera por delante.
Tironi era en ese tiempo MAPU y por lo tanto estaba dentro del paquete de la UP que ganó el gobierno. Tironi en el gobierno de Allende estuvo más metido en trabajo de campo, en las poblaciones y no en el gobierno mismo.

La historia viene cascando desde Alessandri, un gobierno de derecha, cuya promesa fue elevar la industria y el progreso del país, cosa que no fue y por ello el gobierno que le sigue es la DC con Frei Montalva, con su revolución en libertad y el cooperativismo y la reforma agraria, que había empezado incipientemente Alessandri.
Frei logra la victoria con el apoyo de la derecha, a la que después le hizo la desconocida, aparte de expropiar muchos de sus campos. No se la perdonaron nunca.

Hay que tener presente que Salvador Allende fue candidato a la presidencia cuatro veces.
Mientras esto ocurría fue primero diputado y después senador por varios periodos. Se formó en esas  lides, del congreso. Experto en el discurso y experto en articular alianzas. Inexperto en gestión, cosa que resentirá cuando llegue al gobierno.
La victoria del año 70 fue ardua. Tuvo que firmar un acuerdo humillante con la DC para obtener los votos necesarios en el congreso para ser nominado el victorioso.

Frei y Allende habían sido muy cercanos por muchos años. Pero a partir de un cierto momento, prácticamente se detestan; más Frei a Allende, que al revés.
La UP fue un conglomerado de partidos políticos, donde los centrales eran el PS (partido socialista) y el PC (partido comunista). Hicieron un comité con presidentes o representantes de los partidos, en donde se veían todas las decisiones a nivel de la presidencia. Demasiado poder a los partidos políticos.
En ese tiempo la guerra fría entre EEUU y Rusia era intensa. El PC era una capilla de la relación comunista con la santa sede en Moscú.
El centro y el resto se localizaba más cerca de EEUU y Europa, con una fuerte pugna al interior del gobierno entre estas dos fuerzas.

Curiosamente durante el gobierno de Allende, las ramas violentistas salieron del PS, siendo los comunistas, mucho más dialogantes y buscadores de alianzas con la DC.
El gobierno no controla nada. Los radicales simplemente actúan tomando campos y empresas y el país se va al carajo.
Los grupos radicales de derecha y de izquierda cometen constantes actos terroristas que mantienen un clima nefasto in crescendo.
Y viene el golpe, donde Allende pierde la vida por su propia mano.

No quiero dejar de hablar del rol de Fernando Flores en el gobierno de Allende. Estaba como gerente técnico de la Corfo e ideó el proyecto cibernético Cybersyn, con la ayuda del inglés Stafford Beer, que se vino a Chile a implementar esta iniciativa.
Fue tal el éxito de este proyecto en el gobierno y de Fernando Flores, como su líder, que de ahí pasa a ser ministro de Haciendo, luego de Economía y finalmente Secretario General de Gobierno.
Estaba en todas las reuniones importantes que tenía el presidente. Incluso en el golpe fue uno de los tres que fueron a hablar con los militares afuera de la Moneda.
Y con razón después quedó con ganas de alcanzar la presidencia de la República, cosa que no logró y desapareció en EEUU, donde vive,

Se produce una alianza entre el ideólogo y estratega político Jaime Guzman y el grupo de los Chicago Boys, dirigido por Sergio de Castro, que elaboran un contundente programa de conversión a una economía neoliberal, en lo que llaman el ladrillo.
Fueron dos golpes, uno detrás del otro, con dos años de diferencia.
Y pasamos de una economía pauteada por la Cepal, centrada en una industrialización impulsada fuertemente por el Estado, más una industria de sustitución de importaciones.
Y pasamos a una economía de mercado a la norteamericana.
Se privatizaron prácticamente todas las empresas del Estado a precio de liquidación.

Mucho espacio le da Eugenio Tironi en el libro a las autocríticas, discusiones y renovaciones que ocurren en los distintos partidos y movimientos de la izquierda.
Pasa que surgen sectores que ante el fracaso de todas las formas de lucha imaginables, optan por la vía armada. Varios partidos se escinden, con ramales militarizados.
Se dan vuelta los papeles entre el PS y el PC. El PC se radicaliza y trata de ingresar armas por Carrizal Bajo, que fueron descubiertas e intentan asesinar a Pinochet sin lograrlo.
El PS opta en esta etapa, por la vía moderada institucional, junto a la DC y tendrá éxito al derrotar en el plebiscito del año 1988 la opción que buscaba la continuidad del tirano.

La historia sigue y sigue. Me gusta la perspectiva de Eugenio Tironi, que la encuentro lúcida, dice lo que piensa y entrega pistas incluso para tratar de entender el momento actual de Boric y el estallido social.
Un libro que recomiendo.