domingo, diciembre 08, 2024

Libro La enfermedad como camino de Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke

La conciencia es al cuerpo lo que un programa de radio al receptor. La conciencia no es producto del cuerpo ni depende de la existencia de este.
El cuerpo es vehículo de manifestación de la conciencia. La enfermedad siempre se produce en la conciencia de una persona.
Un síntoma nos reclama atención. Es una estupidez enfadarse con el síntoma y, absurdo tratar de suprimirlo, impidiendo su manifestación.
La enfermedad es un estado que indica que el individuo, en su conciencia, ha dejado de estar en orden o armonía.
La curación se consigue incorporando lo que falta, no es posible sin una expansión de la conciencia.
La enfermedad no es un obstáculo que se cruza en el camino, sino que la enfermedad en sí es el camino por el que el individuo va hacia la curación.
Nuestro propósito no es combatir la enfermedad, sino servirnos de ella.


Adán en el paraíso, era una unidad, era un andrógino, era psíquicamente hombre y mujer. Vino Dios y arrancó de su costado una parte de él y creó a la mujer. Con ello creó la polaridad en el universo y el anhelo de unidad perdida.
Enfermedad es polaridad y curación es superación de la polaridad.
Cuando el hombre logra la unidad, alcanza la nada, que es el origen del Ser.
Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke dicen que la luz es a la vez onda y partícula. Y no como yo pensaba, onda cuando no hay una conciencia presente y partícula cuando hay una persona (con conciencia, obviamente) mirando.
Otra polaridad son los hemisferios del cerebro. El hemisferio izquierdo es el hemisferio verbal, racional y el hemisferio derecho es el que permite concebir el todo. Cuando estamos en riesgo de muerte, se va todo al hemisferio derecho, por eso se nos pasa la vida completa por delante.
La ciencia merodea solo en el hemisferio izquierdo.
Si logramos conectar simultáneamente con ambos hemisferios del cerebro, estaremos muy próximos a la iluminación.
Es imposible avanzar hacia la iluminación suprimiendo un polo.

Todo lo que nosotros no queremos ser, lo que no queremos admitir en nuestra identidad, forma nuestro negativo, nuestra “sombra”.
Lo que más ocupa al ser humano es aquello que rechaza.
La sombra produce la enfermedad, y el encararse con la sombra cura. Un síntoma siempre es una parte de la sombra que se ha introducido en la materia. El síntoma indica lo que le falta al paciente.
Nuestro cuerpo es espejo de nuestra alma.
En el síntoma se hace claro aquello que nuestra mente trata de desterrar y esconder.
El síntoma es concreción somática de lo que nos falta en la conciencia.

La luz existe; la oscuridad no. La luz convierte inmediatamente la oscuridad en luz.
El mal es un producto artificial de nuestra conciencia polar, al igual que el tiempo y el espacio.
Los mandamientos, las leyes y la moral no conducen al ser humano al objetivo de la perfección.
Cuando el ser humano encuentra su propia ley en sí mismo esta lo desvincula de todas las demás.
El amor busca la unidad; el amor quiere ser uno con todo el mundo.
El amor no conoce los celos, porque el amor no quiere poseer sino inundar.

El ser humano es un enfermo, porque le falta la unidad.
El ser humano vive desde su ego y el ego siempre ansía poder. Cada “yo quiero” es expresión de este afán de poder.
Toda tentativa de hacer vida sana fomenta la enfermedad.
La enfermedad hace curable al ser humano. Es el punto de inflexión en el que lo incompleto puede completarse.
Necesitamos aprender a oír lo que la enfermedad nos vino a decir.

En este mundo polarizado, la causalidad es la forma de pensar del hemisferio cerebral izquierdo, que es donde opera el mundo científico. El hemisferio derecho prescinde de la causalidad ya que piensa analógicamente.
De lo que se trata es de descifrar el significado de los síntomas.
La enfermedad tiene un propósito y una finalidad. Adquirir la unidad.
El hombre necesita tiempo para encontrar esta totalidad y, no obstante, está ahí desde el principio.
Ni los bacilos ni las radiaciones provocan la enfermedad, sino que el ser humano los utiliza como medios para realizar su enfermedad.
Con el síntoma se manifiesta una zona reprimida.
La enfermedad es el camino de la perfección.

Thorwald Dethlefsen
Toda infección es un conflicto materializado. El que no quiera abrir la mente a un conflicto que le perturba, tendrá que abrir el cuerpo a los agentes infecciosos.
La alergia es expresión de una actitud defensiva y agresiva que ha sido reprimida y obligada a pasar al cuerpo. El alérgico tiene problemas de agresividad.
El asmático tiene resistencia a establecer contacto con todo el mundo. El asmático tiene un gran afán de dominio.
Una mala dentadura es indicio de que una persona tiene dificultad para manifestar su agresividad.
El enfermo del estómago es una persona que rehuye conflictos.
Estreñimiento es expresión de la resistencia a dar. Es también el miedo a dejar salir a la luz el contenido del inconsciente.
El diabético quiere amor pero no se atreve a buscarlo activamente.
Son los excesos los que hacen enfermar al hígado: exceso de grasas, exceso de comida, exceso de alcohol.
Problemas a la vista: ¿qué es lo que no quieres ver?
Problemas de audición: ¿qué es lo que no quieres oír?
La jaqueca siempre es sexualidad desplazada a la cabeza.
Las personas sexualmente insatisfechas que en compensación comen más de lo normal, tratando de saciar por la boca su hambre de amor.
Rudiger Dahlke
La vergüenza por la propia sexualidad se transforma en vergüenza por los granos del acné.
El sexo opuesto nos atrae porque es lo que nos falta. En una pareja sólo son fecundas las divergencias.
La asociación de la pareja ha alcanzado su objetivo cuando el uno ya no necesita al otro.
Los problemas del embarazo denotan siempre un rechazo del niño.
Las obesas con su bulimia, indican que tratan de resarcirse de la falta de amor con la comida.
En el orgasmo, ese pequeño Yo del que siempre estamos tan orgullosos, tiene que desaparecer. En el orgasmo el Yo muere.
La frigidez indica que una mujer quiere hacer de hombre.
La sexualidad es uno de los temas que el con presión baja rehúye, pues la sexualidad depende en gran medida de la presión sanguínea.
El hipertenso es un individuo que tiene agresividad pero la reprime por medio del autodominio.
El acto de morderse las uñas es castración de la propia agresividad.
La agresividad reprimida en el aspecto psíquico conduce a la depresión.
El que sufre insomnio tiene dificultades y miedo de soltar el control consciente y abandonarse al inconsciente.
De pronto, la célula cambia de opinión y deja de identificarse con la comunidad; empieza a desarrollar objetivos propios. Se da de baja de su asociación celular. Utiliza la comunidad celular de la que se ha desprendido para su propia alimentación.
La enfermedad del cáncer es expresión de nuestra época y de nuestra ideología colectiva. Nuestra época está caracterizada por la expansión implacable y la persecución de los propios intereses.

Un libro que rompe con la manera tradicional de ver la salud y ofrece perspectivas que a veces nos cuesta bancarnos. Lo recomiendo sin lugar a dudas.

5 comentarios:

  1. Anónimo11:38 a.m.

    ¿Y que pasa con una persona sana?

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  2. Anónimo7:45 a.m.

    Gracias Gabriel, súper interesante y tu reseña invita a leerlo

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  3. Anónimo7:58 a.m.

    ¿Y que pasa con los accidentes, me quebré un brazo?

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    Respuestas
    1. Los autores dicen que la pegunta que tienes que hacerte es para qué te puede estar sirviendo haberte quebrado el brazo

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