jueves, febrero 10, 2022

Libro Contribuciones al pensamiento de Silo

Sesudo librito. No fácil de bancárselo. Qué me impulsa a hacerlo, no lo sé.
Son dos sublibritos, “Psicología de la imagen” y “Discusiones historiológicas”. Uno mira el espacio como fenómeno de experiencia humana y el otro el tiempo. Espacio y tiempo. 

El primer concepto que aporta Silo es este del “espacio de representación”. Las sensaciones que capturan nuestros terminales nerviosos de los sentidos, se estructuran como percepciones, que producen una imagen, en este espacio de representación. Este es un constructo de la conciencia que no tiene espacialidad propiamente tal, pero se vive como si la tuviera.

La conciencia, dice Silo, es intencionalidad. El yo es el punto donde se sitúa la mirada que ve el espacio de representación.
El ser humano está lanzado a la vida con apertura hacia el mundo. No está encerrado en sí mismo.
Esta forma de estar en el mundo, abierta, intencionada, con registros de memoria, produce “un paisaje” desde donde se mira. Un paisaje, que afectado por la intencionalidad de la conciencia, va al mundo a transformarlo y en el proceso, transformarse.

El ser del tiempo es el momento presente. La secuencia de momentos presentes genera el transcurrir. Los procesos de transformación están enfocados en un futuro, todos estos, fenómenos de la conciencia, y por lo tanto el tiempo lineal, es solo un constructo de la conciencia.

Cada historiador mira el transcurrir de los momentos presentes, desde su propio paisaje que acarrea. Que, entre paréntesis, es distinto en las tres o cuatro generaciones, que conviven en una misma coetaneidad. Esta forma de mirar activa,  preña, contamina, los hechos que se observan. No existe tal cosa como la mirada pasiva, la mirada objetiva.

Evitar el sufrimiento parece ser una intención central del ser humano. Ello establece una intencionalidad en este ser abierto al mundo, buscando transformarlo y en el proceso transformarse a sí mismo. El sufrimiento tiene que ver con el mundo y tiene que ver con el paisaje interno del qué mira. Transformar ambas cosas es lo qué mueve la acción.

La imagen es un modo activo de estar de la conciencia. La producción de imágenes localizadas en este espacio de representación, es necesario para movilizar la acción. Si hasta los pensamientos producen imágenes en ese espacio de representación.
Somos un paisaje que lleva imágenes, que representan conocimiento e interpretaciones, en una estructura yo-mundo, abierta al mundo por lo tanto, intencionada, lanzada a producir acciones que transforman el mundo para transformar ese paisaje que somos y así reducir al máximo el sufrimiento. El cuerpo termina deviniendo prótesis de la intencionalidad humana.

¿Te queda claro? Y te queda claro para qué todo esto ?
Para enriquecer la mirada de lo qué somos, cómo estamos y para qué aquí.

3 comentarios:

  1. Hola Gabriel, he leído varias veces este libro de Silo y me parece que has hecho un muy buen resumen.

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  2. Querido Gabriel. Como profesor en la Universidad escribí un artículo sobre la Psicología de Silo. Es algo largo y creo que te lo mandé hace años. Consulté Contribuciones al Pensamiento y, sobre todo, sus cuatro volúmenes de Pscicología. Sin ser Siloísta, aprecio su contribución filosófica y psicológica en el campo de la espiritualidad y la acción responsable con el medio. Además, de ser un sudamericano traducido en muchos idiomas. Saludos

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