martes, agosto 23, 2022

Libro Invasión del Gulumapu de Guillermo Parvex

Recuerdo el libro de la historia de las cruzadas desde el punto de vista de los musulmanes. Esta es la historia de la pacificación de la Araucanía, desde el punto de vista de los mapuches.

Habían peleado por largo tiempo y llegado a un tratado de paz y amistad en el tratado de Tapihue en 1825, en que Chile reconoció la nación mapuche con territorio entre los ríos Biobío y Cautín.
Este libro comienza en el año 1859 y termina con la batalla de Temuco en noviembre de 1881, con la derrota mapuche en el gran Futa Malón de todas las tribus unidas finalmente.

Chile se había independizado de España y su solvencia económica había amainado ostensiblemente. Los ricos territorios mapuches, fructíferos en cultivos y ganadería, con una población organizada en tribus familiares, que vivían en paz y prosperidad, se transformó en un apetitoso botín, para la ambición del gobierno central.

Los mapuches eran vistos por los civilizados chilenos, como un pueblo bárbaro, sin lengua escrito, sin edificaciones que destacar, prestos para ser conquistados y civilizados, como había sido la historia de la humanidad hasta esa fecha.
No siempre fue así. Los bárbaros conquistaron al civilizado pueblo chino, no una vez, tres veces.
Los bárbaros germanos conquistaron al imperio romano.

Los mapuches contaban a sus guerreros por lanzas, su armamento principal, al principio de esta conflagración. Los chilenos tenían unos rifles, que se demoraban en cargar cada nueva bala, lo que permitía a las consecutivas hordas de mapuches, tener cierta ventaja.
A medida que avanzaba la guerra, llegaron los rifles a repetición, luego los cañones y finalmente las ametralladoras.
Ninguna posibilidad.

Pedro Bórquez, el protagonista, que es un chileno mapuchizado, casado con mapuche, en una relación hermosa, con hijos muy queridos, una familia como las mejores, tenía un pedazo de meteorito, que manipulado adecuadamente, lo ponía en contacto con los espíritus del más allá, que sin errar, siempre le anticiparon lo que iba a pasar.
En esa última gran batalla, él sabía que moriría y que serían derrotados, pero por honor, debían pelear. Un pueblo noble, guerrero, poseedores de una de las tierras más hermosas del planeta, no podían entregarlas al invasor sin más.

Una historia que uno sabe cómo terminará, lo que le hace dura de leerse, pero muestra cómo en realidad debe haber sido su gente, cómo vivían y sus valores y principios.
Los excesos abundan en la tropa chilena. Pero donde los excesos no tienen límite, es con los lleulles, que son este gentío que sigue de cerca a la tropa, prestos para abalanzarse sobre los despojos, saqueando, rematando, violando, arrasando.
A veces andan bandas de lleulles solos, que atacan poblados, como el de Pedro Bórquez, matando a su amada mujer, mientras corría a esconderse en el bosque, mientras padre e hijo enfrentaban a más de una docena de maleantes.
No matamos mujeres, se defiende uno de los asaltantes, matamos indias. 

Significativa es la presencia de amigos de los mapuches en territorio chileno, que informan, comercian y al final reciben a hijas y nietos, para que se críen a salvo, en territorio chileno, bajo el cuidado y sostén, en parte, de ellos.
Los qué logran conocer a los mapuches, mantienen relaciones sólidas con ellos, pues los valoran y aprecian.
El resto del mundo chileno está contaminado por los medios de prensa, que no hacen más que hablar de un pueblo bárbaro de muy malas costumbres. Guillermo Parvex, basa todo este libro en un acucioso estudio historiográfico, en que aseguró que lugares, personajes y fechas son fieles a lo que de verdad aconteció.

Un libro duro, necesario, para tener una posición más informada de las decisiones que hoy se toman.

2 comentarios:

  1. Anónimo12:43 p.m.

    Querido Gabriel, este libro, como muchos otros escritos en años recientes, revela bastante "brutalidad" de parte de tropas españolas, primero, y chilenas despues, en la conquista de la Araucanía. El tema es como se hace para retrotraer la historia y compensar esas brutalidades? ¿Como se hace para compensar las brutalidades que cometieron los bárbaros cuando entraron a Roma? ¿Como se compensan las brutalidades de los Alemanes en su invasión a la URSS y como las que cometieron los soldados rusos cuando invadieron Alemania?. ¿Se compensa quemando las casas y los bosques y atacando a los nietos de los nietos de los invasores? ¿O la solución viene por la integración real de todas las comunidades culturales allí involucradas: españoles, chilenos, alemanes, italianos, palestinos, etc con los diferentes tipos de etnias y "trbus" que hoy habitan la Araucanía?. ¿Será la solución buscar una mayor integración, con respeto a culturas y costumbres, o irá la solución por la creación de "territorios separados" para cada etnia o subetnia? Chile no es el único país que se plantea esta disyuntiva, La hay en Canadá, en varios países europeos, en Chinam, en Autralia, en fin, en casi todo el mundo donde los países surgieron de la suma de tribus, etnias y comunidades con distintos lenguajes y costumbres, que decidieron sumar fuerzas, frente a enemigos comunes o a frente a necesidades que se suplían mejor juntando fuerzas.
    Cordiales saludos, Fernán Ibáñez

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    1. Hola Fernán, me parece que para avanzar hacia la reconciliación, lo primero es partir reconociendo el daño que se ha producido y que nos hemos producido a nosotros mismo por ejercer violencia y no reconocer el valor de la cultura mapuche. Al reconocerla podremos abrazarla y vivir hermanados. No se trata solo de compensaciones territoriales, es un tema mucho mas profundo que tendremos que enfrentar si queremos realmente pasar a otra. En este caso, creo que el tiempo, sean 500 o 5.000 años, no borra lo que ya se hizo y de lo que seguimos usufrutuando injustamente. Un saludo.

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