sábado, febrero 25, 2023

Libro El fin del Poder de Moisés Naím

Moises Naim posee una carrera profesional destacada, habiendo sido ministro de comercio e industria en su país Venezuela, bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez, es además escritor, fue director del Banco Central de su país y Director del Banco Mundial, etc., etc.

El poder. ¿Qué es el poder? ¿Se puede medir? ¿Cuál es su fuente?
El poder es una capacidad humana para influir en otros para que hagan o no hagan lo que el que tiene el poder quiere.
Yo, personalmente, he sido históricamente, bastante ciego al poder; por temas familiares.
Desde no hace mucho, alguien me hizo ver, que eludir los temas del poder y la política, no me favorecía. Y le hice caso y empecé a mirar los temas de la política y el poder.
Me di cuenta un día qué hay personas que tienen un ojo para detectar quién tiene poder y quién no, lo cual me es sorprendente. Los políticos, en general, tienen esa capacidad. Buscan el poder a como dé lugar, estoy convencido.
Las fuentes del poder son cuatro, aprendí en este libro. La coacción, la amenaza, si no haces lo que te digo verás lo que te pasa, es la primera.
La segunda es la seducción, el engrupimiento, la publicidad, el discurso; convencer al otro de que algo no es lo que pensaba, sino otra cosa mucho más atractiva.
Moisés Naím llama a la tercera, el código, que sería hacer lo correcto, lo establecido por los valores instaurados por Dios, el Estado, o alguien poderoso.
Y cuarto, la ganancia, el cómo voy yo ahí, la calidad del premio si hago lo qué el otro quiere.

El poder en el mundo, está cambiando, significativamente; es el planteamiento del libro de Moises Naim. Esto como resultado de tres revoluciones planteadas.
La primera revolución es la revolución del “más”. La gente en todas partes viene teniendo más de todo y está teniendo más opciones donde elegir.
Los pobres han disminuido en general y la clase media ha crecido en todas partes. Otra revolución que plantea Moisés Naim, es la revolución de la “movilidad”. La gente migra, viaja, se cambia de lugar donde vive, a veces una y otra vez. Esto se ha hecho mucho más fácil y por la mayor información disponible, más atractivo.
Y la tercera revolución es la revolución del cambio de “mentalidad”. Esto no puede ser más patente; cómo mis padres nos criaron a nosotros es totalmente distinto de como nosotros criamos a nuestros hijos y para que decir como mis hijos crían a los suyos.

Buena, estas tres revoluciones estarían detrás de los cambios en el poder en forma transversal, en todos los ámbitos.
Lo primero, en la política, la degradación no solo es un hecho en nuestro país, Chile, está pasando en todas partes. Los políticos, cada vez tienen menos poder en los mismos cargos. Incluso algunos analistas hablan de EEUU como una vetocracia, donde cualquiera puede vetar una iniciativa del gobierno. Resultado, parálisis e inoperancia. Te suena ?
Esto se propaga de igual forma en las instituciones globales, donde la vetocracia opera rampante. Cómo sino explicarse lo pobres de las iniciativas acordadas en las cumbres del cambio climático ?

A nivel de empresas, las grandes, enormes empresas que primaron tanto en EEUU con las grandes fusiones entre 1895 y 1904: General Electric, American Telephone al Telegraph, General Motors, etc. De ahí en adelante, todo consistía en construir megaempresas, pocas y gigantes, para lo cual funcionó por mucho tiempo las compras agresivas de la competencia. El ideólogo principal de cómo administrar las burocracias internas de estas compañías fue Max Weber.
Esto se ha venido corroyendo, con las barreras de entrada haciéndose cada vez más porosas y de baja altura. La entrada de nuevos actores, pequeños y medianos, hizo explotar la competencia y aparte la globalizó.
Muchas empresas entran y salen de las industrias; te acuerdas de Compaq, de Kodak, etc.

Las bolsas donde se transan las acciones ya no son las grandes, históricas, tradicionales. Han salido muchas otras bolsas e incluso han salido unas que se caracterizan por ser opacas, donde nadie se entera de las transacciones que ahí se realizan.

Un caso notable son los medios de comunicación. Los diarios la han pasado pésimo. Muchos han desaparecido, han sido comprados y han aparecido competencias tan impensables como el Huffington Post, una plataforma de blogueros de todo tipo y categoría.
Los grandes medios siguen pechando por encontrar la forma de acomodarse a los nuevos tiempos, sin encontrar aún la forma.
Si ahora cualquier persona empieza un diario, un medio, incluso desde su casa, con un blog.

Las iglesias. La iglesia católica, ha perdido su poder y preponderancia, de forma significativa. Y han aparecido otras iglesias, pentecostales y carismáticas, en todas partes. Las principales fuentes de iglesias son Brasil y Nigeria. Cualquier persona monta su iglesia; nada se lo impide.
Son ágiles, sensibles a sus feligreses y acomodaticias. Y prosperan y mucho.
No son jerárquicas, no son machistas, promueven el ganar plata, como si fuera la divinidad la que apuntala a los exitosos.

Dentro de este maremágnum de rebaja de barreras y de degradación del poder, también han prosperado los grupos terroristas, de delincuentes, traficantes, sicarios y malandras de todo tipo.
El poder paralizado y degradado se las ha hecho fácil.

La ausencia total del poder (ojo que el libro se llama El fin del Poder), nos llevará derechito al caos total. Eso no es deseable por ningún motivo.
Es por ello, que tenemos que inventar una nueva forma de gobernarnos (nuevas constituciones), con más democracia y a la vez más poder para los qué gobiernan.
No hay otra. Una posición intermedia entre las autocracias y el caos total.

Un libro de un tema importante, que te deja con una buena mirada general del tema del poder y con una tremenda inquietud y desafiado, pues tenemos que inventar lo que viene y no ir a buscar soluciones del pasado.

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