miércoles, marzo 01, 2023

La importancia de ser uno mismo

Producto de mi trabajo profesional, surge, se asienta, esta idea de que un tema persistente, es el cómo debo comportarme.
Lo habitual es buscar la manera correcta de hacerlo.
Lo más conflictivo, es saber atender a la propia interioridad y detectar qué de verdad quiero expresar, hacer, en esta particular circunstancia.

Llego a la conclusión que en la formación de las personas, no está muy frecuente el orientar la mirada a lo que dentro de uno se gesta, se piensa, incluso se siente.
La mirada interior, concluyo yo, es pobre.
La educación está orientada al mundo exterior. No a lo que me pasa a mi con lo que sea a lo que se me expone.

Pienso que ese ha de ser un cambio medular de la educación del futuro. Aprendo para conocerme a mi mismo. Viajo y observo que me pasa a mi frente a cada nuevo estímulo. Viajo para cambiar de mundos y para explorarme a mí mismo en nuevos contextos.
Cualquier persona que sale del sistema de educación escolar, tiene que saber sin rastros de duda, qué es lo suyo, a qué se dedicará, qué estudiará.
De lo que más ha aprendido en esos largos años de estudio y aprendizaje, es quién es él o ella.

Cada ocasión tiene su circunstancia. Mi forma de actuar es en general bastante fluida. Pero oscila entre mirar, sentir, qué me está pasando, quiénes son esta gente que tengo alrededor, qué hace sentido con ellos y qué no, cuánto me dejo fluir y cuánto calculo cada paso que doy.
Somos distintos en la casa que en el trabajo. Somos distintos con un amigo que con alguien que estoy recién conociendo. Soy distinto en una entrevista de trabajo, etc etc.

Necesito poder mirar para adentro de mí mismo. Necesito que en mi formación, se me haya acogido y visto en la persona particular que soy, y no haber sido guiado y pauteado para comportarme como es debido.
Por supuesto, tengo que aprender reglas culturales, reglas sociales, reglas del tránsito. Son medidas de convivencia.

Pero nunca estas deben sacrificar a la persona que soy. Ello es prioridad. O ha de serlo.
Pienso que esta zona de intervención es demasiado frecuente en mi trabajo de coaching. Responder a la pregunta, quién soy, qué es lo mío, qué me gusta. No son respuestas que las personas tengan disponibles con mucha frecuencia.

Últimamente he empujado problemas de salud en amigos y clientes, que nunca han pensado que esos problemas de salud son producto de serias incongruencias de cómo piensan y cómo actúan. Quien de verdad son, es algo que muchas veces nunca se han permitido ni siquiera mirar.
Un tema de trabajo de coaching no menor, de gran trascendencia.

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