martes, noviembre 14, 2023

Libro Chilenos en California de Enrique Bunster

Enrique Bunster nació en Santiago el año 1912 y murió en la misma ciudad el año 1976. Escritor y periodista prolífico siendo este libro del tipo crónica histórica, con breves capítulos con historias de personajes y hechos históricos destacables.

Leyéndolo he conocido personajes de la historia de Chile notables, que pienso debiera haber leído en el colegio, por su carácter inspirador.
El caso de William Wheelwright es increíble. Un norteamericano que por las vueltas de la vida termina hacendado en este remoto país.
Será un pionero de tomo y lomo. Introdujo en Chile la navegación marítima a vapor. Consiguió los permisos al más alto nivel; creó la empresa Pacific Steam Navigation Company. Recolectó el capital de los inversionistas y mandó a fabricar los primeros dos bergantines de casco de madera forrado en cobre de 700 toneladas cada uno a Inglaterra.
Fue el propulsor de la primera línea férrea para transportar el mineral de plata extraído de la mina de Chañarcillo desde Copiapó a Caldera. Detectó que la ubicación de Caldera era mejor que Puerto Viejo para disponer de un puerto de carga y logró los permisos y recursos necesarios para crear un pueblo hecho y derecho ahí. Creó la empresa ferroviaria y llevó la tarea hasta el final, partiendo de Caldera. Un hecho histórico de de Américalatina.
Iluminó sectores de la ciudad de Copiapó con luz a gas en las calles; también la primera ciudad con esta tecnología en Latinoamérica. Aparte, instaló el primer telégrafo de Chile entre Santiago y Valparaíso.
Quien fue William Wheelwright, qué lo impulsó a hacer todas estas cosas en un país distante de su tierra natal, es una incógnita.

Otro personaje notable es Matías Cousiño. Con la aparición de estas máquinas a vapor, el carbón como combustible se transformó en primera necesidad.
Al principio se creyó que el carbón que se venía sacando en Talcahuano no servía para estos menesteres. Que solo el carbón de piedra de Inglaterra era el adecuado.
El que se empecina con este carbón de Talcahuano es Wheelwright. Arteaga y Alemparte tenía una mina en Lota, que tenía mejores características para los fines deseados. Fue cuando invitan a Matías Cousiño a la sociedad que todo arranca.
Empezó como empleado de Ramón Ignacio Goyenechea, un empresario del cobre en el norte, del que luego fue socio y terminó casándose con su viuda y heredando su fortuna. Creó después la asociación de molineros que comerciaban harina con California en la época del boom del oro.
Cuando apareció en Lota sabía del potencial del carbón, e hizo lo que había que hacer. Trajo ingenieros y maquinarias de última tecnología de EEUU y transformó estas minas en lo que se necesitaba.
Y él terminó transformándose en un potentado.

El que más me impresionó fue José Tomás de Urmeneta. El loco del burro se titula el capítulo donde se habla de él.

Esto de quedar huérfano a los 10 años, parece ser el acicate necesario para crear hombres como este. Estudia tempranamente comercio en EEUU.
Trabajaba administrando una hacienda cerca de Ovalle, donde tenía a la vista ese cerro llamado Tamaya, que lo llamaba sospechosamente.
Partió tomando en arriendo un pique abandonado y con la ayuda financiera de su patrón y protector, inició faenas. Al principio tuvo un golpe de suerte que le permitió sentirse rico por un tiempo. Trasladó a su mujer e hijas a los pies del cerro Tamaya y ahí se empecinó. Pasó años dándole, llegando a la miseria total. Notable cómo su mujer lo acompañó hasta ese nivel. Un último apoyo de su amigo protector, después de años y zas, le da a la veta de cobre más rica del mundo.
Llegó a ser tan pobre que no tenía otro medio de movilizarse que un burro y por eso los lugareños le decían el loco del burro.
Bueno, se transformó en el hombre más rico no solo de Chile, invirtió en infinidad de negocios. Llegó a ser diputado, senador y candidato a presidente de Chile.
Qué historia por Dios y no la conocía.

Otro caso notable presentado en este libro es el de Agustín Edwards I. Cómo aterriza su padre en La Serena, escapado de un barco de guerra inglés que se detiene en Coquimbo, y que es flechado por una bella Ossandón de la localidad.
El tercero de los ocho hijos, Agustín, tiene 10 años cuando muere su padre.
De él sale la fortuna de los Agustín Edwards, que remata cuando su descendiente, también Agustín Edwards, se compra un diario llamado El Mercurio.

Un libro que debí haber leído en el colegio, por la cantidad de historias inspiradoras, de grandes hombres del emprendimiento chileno.
Después de leer este libro no sé porqué Arturo Prat es más importante que José Tomás de Urmeneta, por ejemplo.
Será porque la historia la escriben los militares que ganan las guerras.

Si encuentras una copia de esta joya de libro, no dejes de leerlo.

1 comentario:

  1. José Antonio Garnham12:34 p.m.

    He leido casi todos los libros de Enrique Bunster. Regalos de mi padre. El que recuerdo con añoranza es “Recuerdos y Pájaros” y los del viaje en velero de Valparaíso a Tahití. Y los que público sobre esas islas del Pacífico. Totalmente de acuerdo con el contenido del blog. Lo de Urmeneta y Prat me parece equivocado, improcedente. Pero entiendo lo que se quiere decir.

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